Vuelta al trabajo: cómo comer de menú y no morir en el intento
miércoles 31.ago.2016 por Aitor Sánchez 1 Comentarios
Encontrándonos de vuelta en septiembre muchos retomamos nuestra rutina laboral y con ella, nuestra rutina dietética. Ya sea para bien o para mal.
Para muchas personas esto implica un cambio: el estar a merced de factores dietéticos externos.
-Puede ser que comer en un comedor, cafetería o cantina laboral.
-Que lleves tu tupper al trabajo.
-Que comas de menú
Antes de marcharnos de vacaciones decidimos arrojar algo de luz y responder las dudas que teníamos antes de verano, es hora de regresar y afrontar septiembre de una manera más responsable.
Aquellos que por motivos laborales se ven obligados a comer frecuentemente fuera de casa en restaurantes o bares de menú, pueden tener menos opciones para llevar una dieta sana, ya que muchas veces las opciones son limitadas y es fácil caer en los excesos y en las malas elecciones.
Es buena idea tener una pequeña estrategia a la hora de elegir nuestro menú para conseguir que sea lo más saludable posible. Veamos qué podemos hacer al respecto con estos diez puntos clave para elegir bien en un restaurante:
- Que una parte importante de la comida la formen las verduras y hortalizas: ensalada, purés, guarniciones, menestras...) y cuanto menos manipulada mejor, evitando bechameles, gratinados, croquetas o similares. Es muy común que de primeros platos haya arroces o pastas, intenta que no sean una norma y prioriza platos más frescos y con verduras.
- Que la elección de la parte proteica del menú sea por este orden:
- 1ª opción: legumbres. Si las hay, pídela. Son una perfecta alternativa a los platos de carne y en general las consumimos menos de lo recomendado.
- 2ª opción: pescado o huevo. Prefiriendo cocciones al vapor, a la plancha, hervido o en guiso. No es una opción saludable de pescado los rebozados tipo varitas o romana, el surimi o las croquetas de bacalao o similar. En cambio si que puede ser una muy buena opción un plato mejillones o almejas al vapor o a la marinera. También el calamar o la sepia a la plancha, no a la romana.
- 3ª opción: carne. Es siempre la opción más 'comodona', no dejemos que desplace a otros alimentos saludables.
- Si de segundo sólo hay platos muy calóricos o poco saludables (rebozados, frituras, platos con salsas, bechamel, precocinados, etc...) podemos valorar la opción de escoger dos primeros, por ejemplo una ensalada y un plato de legumbres.
- No dudes en pedir alguna modificación, algo tan simple como pedir tu pescado sin mayonesa, que te cambien la guarnición de patatas fritas por una ensalada, que te hagan el pollo a la plancha en lugar de rebozado o que no añadan bacon a tu ensalada, puede mejorar muchísimo el aporte nutricional de tu menú.
- Que el pan sea integral si existe la opción. Si ya hemos escogido un plato de cereales o tubérculos (patata, arroz, pasta….), podemos prescindir de tomar además pan.
- No añadas mayonesa, ketchup, ni otras salsas. Si es posible, pide las ensaladas sin aliñar para poder controlar la cantidad de sal y aceite, o de aliño que les ponemos. Si hay aceite de oliva virgen extra, siempre será mejor opción que cualquier otro tipo de salsa o aliño.
- En las guarniciones, intenta no elegir patatas fritas por norma. Es mejor opción la patata asada o hervida, el arroz o las verduras. Es buena idea avisar al restaurante de que quieres tu plato con guarnición de verdura, algunos bares incluyen por defecto las patatas, que no elijan por ti.
- Bebe agua. Evita el alcohol y los refrescos, aunque sean “light”.
- Si pides un café tras la comida, intenta tomarlo sin añadir azúcar, o con la mínima cantidad posible.
- Como postre, lo mejor es la fruta fresca o el yogur natural sin azúcar
¿Fácil no? No es lo mismo comer de manera esporádica en un restaurante al que queremos ir de manera hedónica, que mantener una rutina de menú que deberíamos controlar. De hecho, la mayoría de sitios de facilitarán el menú del resto de días de la semana si se lo pides.
Paty dijo
Ay que ver cuantas chumineces se dicen pero es verdad que esta vez lo que se dice es coherente. No podemos vivir pensando en la hora de la comida para ver si llenamos el estómago, porque esto nos quita tiempo y mucho dinero. Hay que vivir pensando en que algo bueno esta por llegar, y no precisamente el caviar. Creo que debemos cambiar el concepto de la " hora de la comida y dominar nuestro impulso devorador y caníbal para intercalar la actividad de ingerir con otras de mayor importancia. Salud!