El azúcar no lo es todo
martes 14.mar.2017 por Aitor Sánchez 1 Comentarios
Durante las últimas semanas se está acentuando la cantidad de mensajes en redes sociales y medios de comunicación que alertan de la cantidad de azúcar que contienen muchos alimentos y del peligro que ello supone para nuestra salud. Parte de la culpa de este repunte en un tema que llevamos años tratando, la tiene la cuenta SinAzúcar.org, que con sus ilustrativas fotos ha conseguido llegar más lejos incluso que las instituciones y asociaciones convencionales.
¿Es en genral la campaña de Sin Azúcar.org una buena campaña?
Sí, porque ha concienciado sobre uno de los problemas que teníamos en nuestro entorno, el azúcar oculto que tienen muchos alimentos.
Hay veces que olvidamos que la gran mayoría del azúcar que ingerimos no proviene de las cucharadas conscientes, sino que está presente en alimentos ya preparados.
Es cierto, que el proyecto ha recibido críticas por falta de rigor en algunos aspectos, pero Antonio, el fotógrafo que está detrás del proyecto todos los alimentos ha
¿Cuáles son esos pequeños matices mejorables podríamos mejorar?
Básicamente dos. Sobre el azúcar añadido, y sobre el azúcar ya presente.
En sus fotografías aparecen alimentos y a su lado todo el azúcar que contiene ese alimento en forma de terrones.
Eso puede inducir a un pequeño malentendidos en dos casos:
a) el alimento contiene azúcar, pero no es añadido. Como es el caso de los zumos
b) El alimento contiene azúcar añadido, y también azúcar propio. (Como es el caso de los yogures azucarados)
Estas han sido dos de las principales críticas, pero insisto el balance es positivo, porque la selección de alimentos que aparecen en las fotos es buena.
No hay por ejemplo una manzana, o un melocotón con sus terrones de azúcar pudiendo inducir a error y por tanto disuadir su consumo
Sigue habiendo mucha gente que sigue defendiendo que la fruta no es sana por eso precisamente, por llevar azúcar
Es un claro ejemplo de juzgar al alimento por solo una de sus partes.
Ahí tenemos la paradoja: A la fruta se la critica lo mismo, mientras que muchos otros productos se etiquetan a sí mismos como “sin azúcar” intentando hacerse pasar por saludables.
Pasa un fenómeno parecido al “sin gluten”. Que la gente se centra más en evitar el nutriente concreto, que en buscar alimentos saludables, se acaba teniendo un comportamiento sin sentido como el comprar galletas sin gluten o bollería zero.
¿Esa bollería o dulces sin azúcar no son mejores que los convencionales?
Podríamos decir siendo muy muy permisivos, que en todo caso son un poco menos perjudiciales. Pero no podemos dar a entender que son sanos.
Pensemos bien: Los productos que se denominan a sí mismo “sin azúcar” suelen ser ya preparaciones que no son muy sanas: refrescos, dulces, bollería, salsas, platos preparados, helados…
El único problema de esos alimentos
¿Qué otros ingredientes tienen entonces que hacen que sigan siendo poco recomendables?
Grasas hidrogenadas, harinas refinadas, mucha sal, un exceso de edulcorantes y aditivos (que aunque sean seguros a nivel toxicológico, no son inocuos).
Pero aún así, habría que ir un paso más, y no solo analizarlos por los nutrientes, sino por sus efectos y sensaciones que nos producen.
Básicamente alimentos muy concentrados, muy refinados, hiperpalatables, que sacian muy poco para la energía que aportan…
Un refresco sin calorías, o unas galletas con básicamente harina y aceite de mala calidad no son buenos ejemplos de alimento saludables.
¿Nos espera en el futuro una era todo bajo en azúcar?
No sería conveniente. Tal vez sería buena idea replantear el enfoque para no caer en los mismos errores que caímos con las grasas: una alarma mediática mal comunicada sobre sus peligros que dio paso a un sinfín de productos desnatados o bajos en grasa en los supermercados, que lejos de dar soluciones, aumentaron el problema.
Si no queremos por tanto que se llenen las estanterías de bollería baja en azúcar, es importante que empecemos a evaluar los alimentos en su conjunto.
Si quitar el azúcar no es la solución ¿entonces cuál es?
La solución, pasa por virar nuestra alimentación hacia aquellos alimentos a los que no es necesario quitarles azúcar añadido, porque no lo tienen. Tampoco es necesario preocuparnos por su contenido en sal, porque no se les ha echado. Ni temer por la calidad de su grasa, porque será buena. Ni preocuparse del tipo de harina, porque no será refinada.
Esos son los productos que han sufrido una mínima manipulación o ninguna: frutas y verduras, legumbres, frutos secos, carnes y pescados naturales, huevos, aceite de oliva, cereales integrales, lácteos enteros naturales… en definitiva, comida, no subproductos.
Os dejamos con el audio:
isidro dijo
Hola, Aítor. Gracias por estos vídeos tan recomendables. Como creo que me ha quedado muy claro cuál es el mensaje sobre el azúcar, permíteme que te haga una pregunta que no va sobre esta cuestión, por si algún día quieres hablar de ello: me refiero al colesterol que se encuentra en grandes cantidades en los órganos animales internos, como el hígado, los sesos, las mollejas, etc. Hasta la fecha se prohíben para las personas con colesterol elevado, ¿pero ocurre con ellos como con los huevos? ¿También suben el colesterol en sangre o, por el contrario, se pueden comer en alguna cantidad sin problemas? Muchas gracias. Saludos.