Reducir el consumo de carne es tendencia, ¿te sumas?
miércoles 26.jul.2017 por Aitor Sánchez 0 Comentarios
Es innegable que hay una tendencia creciente en la sociedad a reducir el consumo de carne. Y lo cierto es que no faltan motivos para justificar ese movimiento, ya que podemos decir bastante alto que consumir menos carne se traducen en:
- Menor consumo de recursos hídricos y de suelo
- Menores emisiones de gases con efecto invernadero
- Menor contaminación de tierra y acuíferos
- Menor cría industrial, que recordemos que implica un trato cruel a los animales de consumo.
Puede que muchos os sintáis comprometidos con estas y otras cuestiones, pero os sea difícil recolocar vuestro día a día para variar un poco vuestra alimentación en busca de esa reducción. Por eso os voy a dar cinco recursos sencillos por los que empezar:
Unete al #lunessicarne:
Esta iniciativa, sobre la que puedes leer más aquí, anima a llevar una dieta sin carne los lunes. Es una idea fácil de seguir, y muchas instituciones y empresas ya se han adherido a ello en sus comedores colectivos. Incluso en países de gran tradición carnívora como Argentina, se están adoptando medidas gubernamentales en esta línea.
Además, el #lunessincarne mueve un sinfín de publicaciones en las redes sociales, con lo que es muy fácil inspirarse y encontrar ideas para ese día (¡y para alguno más!). Puede ser un muy buen comienzo para reducir nuestro consumo.
Pon legumbres en tu vida
Dice el Informe de Consumo de Alimentos en España que consumimos 3’14kg de legumbres al año. Si os digo que de azúcar añadido (el del azucarero, no el que va en otros alimentos) consumimos más de 4’3kg seguro que os hacéis una idea de que algo no está bien en esos datos. Pero además, de carne consumimos 51kg per cápita al año. Hay que compensar un poco esas cifras.
Las legumbres son baratas, versátiles en la cocina, ricas en proteínas (sí, lo suficientemente ricas como para sustituir a la carne en cualquier ingesta) y buenas para el medio ambiente. Lo estuvo contando la FAO durante todo el 2016, que fue el Año Internacional de las Legumbres.
Además, su consumo se relaciones con buenos marcadores de salud. Dadles un lugar bien amplio en vuestra dieta, se lo han ganado.
Hacedlo sustituyendo alguna de las ingestas de carne. Y no tiene por qué ser una comida principal. Si en el sándwich de media mañana cambiamos el jamón york por hummus, ya estamos dando otro pasito.
Prueba el tofu, el tempeh o la soja texturizada
Estos alimentos eran raros y exóticos hasta hace muy poco. En cambio hoy los tenemos en casi cualquier supermercado y en muchísimas tiendas especializadas.
Son ingredientes extremadamente fáciles de cocinar y tienen un perfil nutricional que sorprendería a más de uno. El tofu es una excelente fuente proteica de alto valor biológico, rico además en calcio y hierro, que poco tiene que envidiar desde ese punto de vista a ningún filete.
Si no sabéis prepararlos en casa, pedidlos un día en algún buen restaurante que los cocine. Os vais a sorprender. Luego, es cuestión de lanzarse a experimentar recetas. Os dejo una web llena de tutoriales e ideas para hacerlo.
Saca el embutido y las carnes procesadas de tu cesta de la compra
Si hay un tipo de carne que no deberíamos recomendar consumir, desde el punto de vista de la salud, es la carne procesada. Esto es, todo tipo de embutidos, salazones, salchichas, fiambres, ahumados…
Sabemos positivamente que su consumo habitual incrementa el riesgo de cáncer de colon.
Y si, el jamón también entra en esta categoría. Y aunque un jamón de bellota sea mejor que el chopped, no por ello es un alimento saludable ni a promocionar.
Elige más calidad
Ahora que ya consumes menos carne, la que comas, que sea de calidad y lo más saludable posible. Si puedes, elige carne de animales criados en libertad y comiendo pasto.
No sólo su perfil nutricional es mejor, además es una producción mucho más sostenible y más respetuosa con los animales, que tienen la oportunidad de tener una vida mucho más digna que los de cría industrial.
Y por supuesto, carnes frescas, que las procesadas ya las habíamos dejado en el punto anterior.
¿Te animas a reducir?