Metales pesados en los alimentos
martes 19.sep.2017 por Aitor Sánchez 1 Comentarios
Con la vuelta al estudio de Radio Nacional todos los martes ya está definitivamente instaurada la vuelta a la rutina. Tenía muchas ganas de volver, después de llevar todo el verano mordiéndome la lengua:
¿Qué es lo primero que vamos a aclarar este septiembre?
Una noticia, sobre la cantidad de metales pesados que tienen nuestras infusiones.
Hace un par de semanas supimos que el 96,% de las plantas y hierbas que se usan para infusiones están contaminadas con metales pesados.
¿Eso quiere decir que debemos tomar menos infusiones?
No, no es algo preocupante. Porque aunque suene muy alarmante, las cantidades de esos metales pesados son muy bajas.
Sucede parecido con los pesticidas. El 47% de los alimentos tienen residuos de plaguicidas, pero en un 97% dentro de los límites legales. Esto no quiere decir “ea, pues nada, a seguir contaminando y seguir abusando de pesticidas”. Simplemente es una llamada al sentido común, que es cierto que estamos contaminando mucho y debemos poner medidas, pero este no es el principal problema de nuestra alimentación.
Que haya metales pesados en las infusiones no debería hacer que dejemos de tomarlas, ya que se encontraron en cantidades muy muy bajas.
Ojalá se tomasen más infusiones, y menos refrescos y alcohol.
¿Por qué motivo acaban apareciendo los metales pesados en nuestros alimentos?
Los metales pesados como el arsénico, el cadmio, el mercurio o el plomo están en la naturaleza. Pero mediante acción humana acabamos concentrándolos en el medio, que pasen al agua, al suelo o la atmósfera, y que finalmente acaben en la cadena alimentaria.
Lo más peligroso es que son sustancias persistentes, y que al igual que son estables en el medio ambiente, también lo son en nuestro cuerpo, en los cultivos y animales que comemos, y por tanto pueden propiciar enfermedades.
¿Es el pescado el alimento más preocupante en este sentido?
Sí, porque además es el fiel reflejo de lo que estamos haciendo con nuestros mares.
El pescado es uno de los alimentos más contaminados por metales pesados porque en ellos se bio-acumula el mercurio de los mares. Unos peces se comen a otros, de ahí que tengamos que tener especial cuidado con los grandes peces como el atún rojo, tiburones o pez espada.
Esta restricción hay que hacerla especialmente en poblaciones de riesgo como niños y mujeres embarazadas.
Pero tal y como hemos dicho cuando hemos hablado de programas de niños o embarazo: esto no implica que haya que evitar el consumo de todo el pescado, ya que los beneficios superan con creces esta salvedad.
¿Hay otros alimentos afectados?
Hace muy poco tuvimos la alerta del arsénico, en la que vimos cómo el arroz estaba contaminado con este metal, y que por eso había que restringir las bebidas de arroz en niños.
La recomendación es:
- Dejarlo en remojo durante la noche de antes, (como si fuese una legumbre)
- Lavarlo bien y retirar el agua de cocción
De todos modos, no está justificado lanzar una gran alerta por esto. De hecho, los grandes contribuidores de nuestra dieta para el arsénico son el pan y los lácteos, porque los consumimos en mayor cantidad y frecuencia que el arroz.
Que por cierto, el que está especialmente contaminado es el procedente de Asia, no el arroz nacional. Otro alimento contaminado de ese continente son algunas algas.
Las algas también:
No todas, hay que tener cuidado con el alga hijiki o hiziki que está muy contaminada de este metal. Este peligro no es extensible a las algas típicas que solemos tomar en nuestro entorno como la nori, wakame o kombu, que las conocemos del sushi o de las ensaladas de los restaurantes japoneses.
Eso no quiere decir que podamos tomar algas en grandes cantidades y de manera frecuente. Pero no tanto por los metales pesados, que se encuentran principalmente en esta alga hiziki. Los motivos por lo que no debemos abusar de las algas es por las cantidades enormes de yodo que contienen, que no sabemos qué consecuencias puede tener a largo plazo.
No comamos algas todos los días, y si lo hacemos que sea en pequeñas cantidades. Usando el alga como un ingrediente más, no como el principal del plato
Aquí tenéis el podcast del programa:
María dijo
Entiendo que el atún de lata se puede consumir con tranquilidad porque no es atún rojo, verdad?