Suplementos que engañan más que aportan
jueves 28.sep.2017 por Aitor Sánchez 1 Comentarios
Con el regreso a la rutina se multiplican los anuncios de suplementos para ayudarnos con el esfuerzo que supone la vida diaria. Hoy vamos a hablar de ellos, y especialmente de aquellos que no valen para mucho.
¿Cuáles son los suplementos que más compra la gente y no valen para mucho?
Va por épocas, antiguamente teníamos la moda del Ginseng, Jalea Real… Fósforo. El suplemento de fósforo probablemente sea uno de los mayores timos. Nadie tiene déficit de fósforo ni se beneficia por su suplementación para concentrarse. Es más, hacer una dieta baja en fósforo es realmente complicado…
Y así hasta los más modernos como el colágeno, que mucha gente compra creyendo que así mejorará sus articulaciones cuando en realidad el efecto es similar a consumir cualquier otra fuente de proteína. Vamos, que es mejor hacer ejercicio adaptado a nuestras necesidades y comerse un huevo por ejemplo, que tiene más calidad proteica.
No incluimos aquellos que estén prescritos por un sanitario
Así es. Hablamos toda clase de suplementos o sustitutivos que la gente adquiere porque ve anunciados en televisión.
La prescripción por ejemplo de un multivitamínico no tiene sentido en nuestro entorno. Es extraño que un sanitario formado prescriba un multivitamínico, lo normal es tener un déficit concreto de algo (Fe, Vitamina D, B12) y por tanto lo lógico es resolverlo con una pauta específica para ese elemento en concreto, no dar un batiburrillo de minerales y vitaminas que interaccionan entre ellos y que encima pueden ser pro-oxidantes en exceso. Aunque es cierto que en casos concretos como el embarazo si que hay bastante tendencia a prescribir multivitamínicos caros e innecesarios.
¿Y los quemagrasas, extractos adelgazantes…?
Infusiones que dicen que te depuran…
Estos productos además de no cumplir lo que prometen, se saltan a la torera la normativa de publicidad sobre productos con pretendida finalidad sanitaria ,que dice: “queda prohibida cualquier clase de publicidad o promoción de sustancias o métodos que sugieran propiedades específicas adelgazantes o contra la obesidad”
Obviamente esto es algo que no cumplen los quemagrasas o adelgazantes, como hay otros puntos que se incumplen de manera sistemática, como:
- No poder atribuir mejoras psíquicas
- No poder utilizar el término natural
- Prohibe también que sanitarios o entidades sanitarias los avalen o promocionen
En definitiva, una normativa que directamente no se cumple y que no defiende a la ciudadanía en materia de salud.
¿Hay suplementos que puedan ser contraproducentes?
Sí, hay varios ejemplos:
Como siempre escuchamos que la fibra es buena para el intestino, hay gente que toma suplementos de fibra como extractos vegetales, salvado de cereales… y no siempre vienen bien, de hecho, pueden estar contraindicados en ciertas patologías intestinales como el Colon Irritable o en un brote de Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
También la espirulina, que es un alga que mucha gente recomienda como suplemento por tener mucha B12 y proteína, puede ser contraproducente en dieta vegetariana, ya que su B12 no es activa para humanos, pero en la analítica sale como que estás bien, lo cual es muy peligroso, porque la persona vegetariana o vegana se hace un análisis y puede dar un falso positivo en B12, así que mejor no hacer caso a los gurús de internet que los recomiendan.
La vitamina A también puede ser perjudicial a dosis altas, y hay que ser especialmente prudente en mujeres embarazadas ya que puede perjudicar al feto. Los suplementos perinatales, de hecho, no la llevan.
También depende en ciertos casos del suplemento en sí mismo: la marca, lo bien formulado que esté, la composición…
Sin duda, esto es un buen ejemplo con suplementos donde la conservación o la materia prima es muy importante. Pasa con el omega-3. La suplementación con omega-3 es muy heterogénea, hay productos que tienen una concentración mínima. Siempre me gusta poner el ejemplo de una de las pastillas que se anuncia por la tele ¡y que además está avalada! apenas tiene omega-3. Un filete de salmón tiene tanto omega-3 como 81 de estas cápsulas.
Pero también influye mucho el proceso de conservación, es una molécula que se enrancia fácilmente, si no se conserva bien se puede oxidar y volverse incluso agresiva.
Y por último el principio activo, no es lo mismo dentro del omega-3 suplementarte con ALA, EPA o DHA, que son diferentes ácidos grasos de esta familia.
Por tanto, que la próxima vez que nos vayamos a tomar un suplemento, mejor consultar con un sanitario
Así es, porque los efectos del suplemento no son aislados, están en consonancia con una dieta, con una farmacología, con un estado de salud… es necesario conocer toda esa información para que podamos identificar esa suplementación como:
- Pertinente
- Positiva
Digo positiva, porque aunque un suplemento te pudiera ayudar en cierta condición, si no está integrado en un cambio de hábitos no es garantía de éxito.
Hay mucha gente que toma omega-3, pero deja de comer pescado, de manera que no solo no obtiene beneficios, sino que puede empeorar si en su lugar consume alimentos insanos.
Nos pasa igual con leches enriquecidas, yogures con vitaminas, margarinas con esteroles vegetales… como creemos que mejoran nuestra salud, es común despreocuparse y que no estemos tan pendientes de nuestros hábitos.
Ahí es muy importante el tema conductual, para que no nos pase eso de “bah, pero si ya me estoy tomando lo del colesterol”
Os dejamos con el programa:
Carmen dijo
Hola Aitor, me gustaría que hicieras un post acerca de la diferencia entre ácido fólico y folato.
Gracias