Diabetes de Tipo 1
jueves 19.oct.2017 por Aitor Sánchez 1 Comentarios
Esta semana hemos visto en prensa como perros adiestrados pueden ayudar a los niños con diabetes de tipo 1, pero ¿qué sabemos de esta enfermedad?
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Diabetes tipo 1, ¿qué es? ¿qué implica?
La diabetes de tipo 1 es una patología crónica que afecta a las células beta del páncreas. Esas células son las encargadas de fabricar la insulina y cuando dejan de funcionar, deja de producirse esta hormona en el organismo.
La insulina es imprescindible para que la glucosa pueda entrar en las células, si no hay insulina, ésta se queda en la sangre dando lugar a la hiperglucemia (azúcar alto) típica de la diabetes. Para evitarlo es necesario que las personas que padecen diabetes de tipo 1 aporten insulina al organismo de manera exógena, con inyecciones subcutáneas.
Eso las obliga a estar muy pendientes de sus niveles de glucosa en sangre (tienen unos aparatitos especiales para controlarlo), de la alimentación, de la actividad física que realizan y de la pauta de insulina en sí. Ya que son los cuatro factores básicos para tener un buen control de esta patología.
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Miedos y problemas en el debut
La diabetes de tipo 1 también recibe el nombre de “diabetes juvenil”, porque lo habitual es que se presente durante la infancia o la adolescencia. Cuando la diabetes aparece por primera vez, se le llama “debut”. En ese momento es necesario que tanto las familias como los niños si tienen edad, hagan un aprendizaje de estilo de vida y de control de la enfermedad (glucemias, pauta de insulina…) para favorecer un buen control y que el niño o niña diabético pueda seguir haciendo lo mismo que el resto de niños de su edad y se prevengan futuras complicaciones.
Este proceso de educación diabetológica puede hacerse cuesta arriba en algunas familias, ya que según cuales fueran sus hábitos puede implicar un profundo cambio en sus rutinas de alimentación, horarios y demás. Y puede ser complicado al principio. Aunque en general son cambios positivos que suelen repercutir haciendo más saludable el estilo de vida de esas familias.
También deben aprender a inyectarse la insulina, cómo y cuándo hacerlo, y a regular bien la ingesta y la dosis.
Los profesionales sanitarios acompañan en este proceso y ayudan con su experiencia dentro de programas específicos de educación diabetológica que suelen tener los servicios de salud.
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Recomendaciones básicas que una familia debe seguir con un niño diabético
Un niño con diabetes tipo 1 debe seguir las mismas recomendaciones de estilo de vida que el resto de la población infantil: llevar una dieta saludable y hacer actividad física.
Pero dado que la dieta habitual de los niños deja bastante que desear y está plagada de productos azucarados, cereales refinados y pocas frutas y verduras, el hecho de llevar una dieta sana sin más, a menudo parece un castigo o una alimentación “de enfermo”. Esa es la primera concepción errónea contra la que deberíamos luchar.
Un error habitual en estos casos, es el de cambiar todos aquellos productos azucarados que suele consumir el niño, por productos edulcorados. Es similar a lo que sucede en casos de celiaquía, que se cambian las galletas normales por galletas sin gluten.
Eso no es buena idea, los edulcorantes no son inocuos, y además los productos que los contienen no suelen tener un perfil saludable. Es mucho mejor idea abandonar esos productos y centrarse en una dieta rica en verduras, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales, etc. Es decir, una dieta saludable.
Lo que las familias con niños con diabetes de tipo 1 deben hacer distinto al resto, es aprender junto con el niño, a adaptar la pauta de insulina a la glucemia, la ingesta y la actividad física. Esto no es sencillo, porque además no es una ciencia exacta y las variaciones interindividuales son enormes, e incluso una misma persona no siempre reacciona igual. Pero con ayuda todos llegan a controlarlo, además cada vez hay más facilidades en este sentido, tanto en avances médicos como en recursos útiles.
Tanto el personal de endocrinología, como el de enfermería y los dietistas-nutricionistas especializados pueden formar una red de apoyo que facilitará muchísimo ese aprendizaje necesario.
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La dieta que se debe seguir adaptada a la insulina
Existen varios recursos a la hora de adaptar la dieta de las personas insulinodependientes, la más habitual es usando un sistema de raciones que les ayuda a saber cuánta cantidad de insulina se tienen que inyectar en función de la cantidad de alimento o alimentos determinados que vayan a comer. Esto sirve para las personas cuya pauta de insulina incluya una basal (que se inyecta generalmente cada 24h) y bolos de insulina rápida a lo largo del día, adaptados a la ingesta y las glucemias.
Aunque dicho así parece sencillo, luego es un poco más complicado, porque el cálculo no siempre es exacto (la composición de los alimentos varía), la actividad física influye, así como la glucemia antes de la ingesta e incluso con que acompañemos esos alimentos. Por ejemplo las comidas ricas en grasa o en fibra suelen retrasar el pico de insulina, y eso puede dificultar el calcular bien la dosis y el momento de inyectarla.
También es muy habitual que se usen las llamadas “bombas de insulina”, que son un aparatito que se lleva pegado al cuerpo y con un catéter a través del cual la bomba va suministrando la insulina en función de las necesidades, aunque algunos de los bolos también hay que decidirlos porque la bomba no lo calcula. Aunque cada vez hay más “bombas inteligentes” que facilitan esta tarea.
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No confundir con diabetes de tipo 2
La diabetes de tipo 2, es un caso distinto. Aunque a causa del deplorable estilo de vida que llevamos cada vez es más habitual que haya casos en personas muy jóvenes, lo normal es que sea una patología que aparezca en mayores de 40 años. En este caso, hay un deterioro de la capacidad de las células para captar la glucosa (resistencia a la insulina) que puede derivar en un agotamiento de las células pancreáticas que producen la hormona.
La diabetes tipo 2 se puede prevenir con alimentación saludable y ejercicio, y se puede tratar con estas dos mismas cosas en sus inicios, e incluso puede revertir. Si avanza, necesitará apoyo farmacológico y en última instancia, insulina inyectada.
Para la diabetes tipo 1, aún no conocemos cura, ni tampoco tratamientos distintos a la inyección de insulina realmente efectivos.
mario beluco dijo
Gracias por el artículo muy útil y oportuno.
Tuve diabetes durante 20 años y mi vida fue un desastre, así que definitivamente puedo simpatizar con aquellos que todavía están sufriendo.
La buena noticia es que no tienes que dejar que la diabetes controle tu vida, HAY cosas que puedes hacer.
Intenté diferentes tratamientos y remedios, pero nada me ayudó como este:
http://www.saludesnatural.com/diabetes
Ahora no tengo miedo de perder mi visión lentamente y quedarme ciego o amputarme las piernas. Mi estrés se reduce radicalmente y ahora puedo llevar una vida normal.
¡La vida parece tan emocionante y llena de potencial ahora!