Errores dietéticos que se cometen en casa
jueves 12.abr.2018 por Aitor Sánchez 0 Comentarios
El Aitor del pasado tuvo sobrepeso, básicamente porque tenía una dieta sostenida en el tiempo que no era saludable.
Recuerdo concretamente que en mi familia no se percibía como que yo comiese mal, a nivel de calidad. Se decían las típicas frases de que yo comía mucha cantidad (que eso era completamente cierto), pero los comentarios iban más encaminados a decir "Aitor se hincha a potaje" en lugar de señalar a que todas las mañanas desayunaba una gran cantidad de azúcar.
El desayuno del Aitor de 10 años
Un bol de leche con cacao azucarado acompañado o por dos tandas de cereales con azúcar o medio cilindro del paquete de galletas.
Recuerdo además que, en verano, como el desayuno me lo hacía yo solo más tarde , que ni siquiera preparaba la leche con cacao y que directamente me volcaba en el bol el batido de chocolate ya preparado.
Y eso era solo el inicio del día.
Qué me llevaba al colegio
Todo lo que fuese susceptible de llevar un regalo infantil:
- Los bollicaos por los cromos
-Las bolsas de patatas o fritos por los tazos...
Todo eso con algún zumo.
Cuando era más pequeño sí que llevaba bocadillo, pero luego se puso de moda la bollería... Así que los niños ya no querían llevar el bocata. Eso es un problema porque se convierte en aburrido lo que es saludable.
Llevar frutos secos o fruta al recreo es de "raritos" y eso no ayuda.
¿Mejoraba algo en la comida o la cena?
Realmente sí, porque yo comía con mi abuela y pasaba algo muy típico en familias españolas, que es la de comer bien, comer comida de verdad, pero acompañarla de un refresco y de un mal postre.
Yo podía tomarme perfectamente entre 2-3 vasos de Fanta de naranja por comida, y eso no se identificaba como que ya estaba triplicando todo el azúcar que como mucho se puede tomar en un día.
Más luego de postre o merienda las copas de chocolate, las natillas, los panes de calatrava, las copas de chocolate...
Aún así, en mi casa se pensaban que "comía bien"
La cena si la hacía con mi madre, y ahí era mejor, pescado con verduras normalmente.
Pero esas situaciones engañan, muchos padres conviven con sus hijos en el día a día con la parte más aceptable. Mientras que las peores ingestas parecen normalizadas: "es lo que desayuna todo el mundo" "es lo que toma de mediamañana todos los niños".
Sí, pero también el 48% de los niños españoles tienen sobrepeso u obesidad, a lo mejor no hay que tomar lo que hace la mayoría.
Para las familias
Lo primero que hay que ser conscientes de que algo falla , es decir si tenemos una situación de sobrepeso , la cual no está mal , que son indicio de que hay que hacer correcciones.
Y que no le estemos haciendo bien no es sinónimo de despreocupación por la salud de nuestros hijos. No nos tenemos que sentir culpables ni flagelarnos. Porque muchas de las cosas que hacemos mal las mantenemos creyendo que no son tan importantes.
Así que todo empieza por identificar cuáles son esos problemas (que normalmente son más de uno) y ahí hay margen de mejora.
Qué podemos comenzar a cambiar
Un ejemplo de pasos a seguir en un niño que tengo unas habitas parecidos a los míos de pequeño serían primer lugar cambiar los refrescos por agua en todas las comidas. A la vez que introducimos fruta de postre. Con este pequeño cambio ya nos quitamos:
30 refrescos y 15 postres lácteos a la semana. Es un gran cambio. Y ya de ahí mejorar desayunos, media mañana, pero fijaos cómo un cambio pequeño al día, puede suponer una gran diferencia semanal. Todo es cuestión de empezar.