277 posts con categoría "Ciencia"

Lo mejor sobre nutrición en la red (noviembre)

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Noviembre ha dados bastantes frutos en divulgación de nutrición y ciencia, os dejo un resumen

 

  • ¿Calcio sin lácteos? el eterno dilema. Ahonda sobre ello Boticaria Garcia en este post.

 

 

  • ¿Quieres saber cómo eran algunas frutas y verduras hace siglos? nos lo cuenta la historia del arte.

 

  • No, se pongan como se pongan los fabricantes de zumo, estos no sustituyen a una fruta. Insiste Juan Revenga.

 

 

 

 

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Aitor Sánchez   29.nov.2017 10:02    

Pan y barritas de insectos

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Ha sido
noticia esta semana la comercialización de un pan fabricado con una mezcla de harina de trigo y harina de grillo. Este producto de momento solo se puede adquirir en panaderías de la capital finlandesa, Helsinki, y cuesta 4€.

Dicen que sabe igual que el pan convencional y que cada pieza contiene 70 bichitos molidos.

¿Por qué el uso de insectos?

Los argumentos que se usan para apoyar este ingrediente son varios:

  • Primero, por sostenibilidad: criar insectos consume mucho menos recursos (agua, alimento, tierra) que criar mamíferos o aves. Y también reduce muchísimo los residuos que se producen.

 

  • Contenido nutricional: además, salen muy rentables nutricionalmente hablando, porque su contenido en proteína es alto y también en otros nutrientes como la B12, el hierro o el calcio. Además, son animales de los que se aprovecha todo, ya que por lo general se secan enteros y se muelen, no se desechan partes como sí que sucede con los animales de granja convencionales.

 

  • Todo ello implica el motivo principal: economía: su cría es muy barata, con lo que el rendimiento económico es elevado. Si vendes los productos, claro.

 

¿Y por qué en forma de harina?

Parece que responde a un tema cultural, sobre todo en Europa. En nuestro entorno causa menos rechazo una barrita o un pan, que una bolsa llena de insectos desecados para añadir al estofado, o para hacerse una brocheta.

Además, estos alimentos, se encuentran en Europa con una legislación con muchos vacíos legales al respecto, y con problemas para garantizar la salubridad e inocuidad de dichos preparados, ya que no existen aún demasiadas leyes ni reglamentos que rijan ni el modo de cría, ni el control de calidad o seguridad alimentaria.

En enero de 2018 entra en vigor un cambio legislativo que facilitara la comercialización de estas preparaciones.

 

¿Sólo se comercializa pan?

En realidad no es la primera vez que se vende un producto que lleva como ingrediente harina de insecto, ya teníamos marcas de barritas, aunque parece que en España no han terminado de cuajar.

Vamos, que parece una tendencia en alza. Por eso ahora mismo a nivel europeo, la EFSA está calibrando los riesgos que esto puede tener en el modelo de producción.

Cuando hablamos de evaluar riesgos, no quiere decir necesariamente que comer saltamontes sea peligroso, no lo es. Sino más bien, estudiar cómo su producción a gran escala podría afectarnos. Los piensos, residuos… potenciales riesgos como que se te escapen un millón de saltamontes…

¿No hay otra alternativa?

Aunque las ventajas de la cría de insectos respecto a la cría de animales tradicionales es evidente, y aunque sus propiedades nutricionales son ciertas, estamos, de nuevo poniendo el foco fuera del verdadero problema.

La producción de alimentos de origen animal no necesita una fuente proteica o nutricional alternativa. Principalmente porque ya existe.

Lo razonable, además de reducir el consumo (y por tanto la producción) de productos animales de granja, sería aumentar el consumo de un producto cuyos beneficios para la salud y para el medio ambiente están probados, que está implantado en prácticamente todas las culturas en alguna de sus variedades, que se conserva muy bien, tiene un coste bajo y un perfil nutricional excelente: las legumbres.

Los insectos pueden ser un recurso a tener cuenta como posible solución a los problemas de falta de alimento de zonas más desfavorecidas. Eso sin considerar que, en muchas de esas partes del mundo, culturalmente el consumo de insectos puede suponerles el mismo rechazo que a nosotros. Pero también puede ocultar otro de los verdaderos problemas, que es el injusto reparto de riqueza entre distintos países, y la evitación de asumir que esa hambre podría paliarse si el primer mundo tuviera que alimentar a menos ganado.

Por eso el año pasado, el 2016, fue el Año Internacional de las legumbres, por la FAO-ONU las considera una solución a los problemas de alimentación y sostenibilidad.

Así que más allá de promover barritas y panes de grillo caros y exclusivos, las acciones que nos permitirían conseguir más fácilmente esos objetivos serían:

-Reducir el consumo de carne (especialmente de vacuno)

-Aumentar el consumo de legumbres

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Aitor Sánchez   28.nov.2017 19:43    

Gominolas adelgazantes

 

¿Qué dicen hacer estas gominolas?

Ayudarte a perder peso porque se supone que sustituyen el ansia de dulces que “no adelgazan”  y hacerte sentir saciado.

También podemos leer en la web del producto que reducen la absorción de grasas y la ansiedad.

Además las venden en farmacias, lo que las reviste de un halo de salubridad y de producto “serio”. Pero debemos tener en cuenta que esto es una pura estrategia de marketing y que no son un medicamento. Se podrían poner a la venta sin ningún problema en el lineal de chucherías de cualquier supermercado.

El venderlas en farmacia, además, encarece su precio.

¿Pueden afirmar esto? ¿Es “legal” hacerlo?

Cómo suele ser habitual, nos encontramos con afirmaciones que son a criterio de la empresa y no deben atenerse a ninguna especificación legal.

Respecto a las alegaciones sobre la pérdida de peso, es verdad que la EFSA admite desde 2010 la alegación de “ayuda a adelgazar” a los productos que contienen glucomanano. En concreto dice lo siguiente: “El glucomanano, en el contexto de una dieta restringida en energía, contribuye a la pérdida de peso".

Lo que nos llevaría a preguntarnos si esa pérdida de peso no responde más a la dieta hipocalórica que al glucomanano en sí. De hecho un metaanálisis cuatro años posterior a la declaración de la EFSA, no termina de encontrar esa relación entre glucomanano y adelgazamiento.

¿Son saludables? ¿De qué están compuestas?

Su ingrediente principal sigue siendo azúcar, pero la “novedad” que aportan es llevar un tipo de fibra, el glucomanano, que es la que supuestamente nos va a saciar.

6 gominolas tienen 17g de azúcar. Para que nos hagamos una idea, 6 gominolas normales y corrientes de unos 5g de peso cada una tienen…. unos 17g de azúcar (con variaciones según la marca).

El glucomanano, por su parte, es un tipo de fibra soluble procedente de una lanta de origen asiático, que efectivamente al ser capaz de absorber agua en el intestino aumenta la sensación de saciedad y también ablanda y aumenta el volumen fecal siendo de ayuda en casos de estreñimiento. Pero para consumir fibra soluble no es necesario en absoluto recurrir a unas gominolas caras y hechas básicamente de azúcar. Una pieza de fruta nos aportara menos azúcar (y además este no es de los que hay que limitar), más saciedad, más fibra, más nutrientes y es más barata.

E incluso en el supuesto caso de que deseáramos consumir fibra soluble procedente del glucomanano, podemos encontrar en el mercado preparaciones mucho más ricas en este ingrediente, como son fideos o tallarines de konkac (shiratakis), habituales en la cocina asiática, y que podemos prepararlos en comidas mucho más saludables que unas gominolas.

¿Son un buen método para adelgazar?

Por supuesto que no. Son una chuchería rica en azúcar, con un contenido en fibra que podemos obtener fácilmente de fuentes mucho más saludables y baratas.

Además, lo que “adelgaza” es el global de la dieta, junto a la acividad física. Si tenemos una vida activa y una dieta adecuada, tomar esas gominolas no va a marcar ninguna diferencia. O si lo hace, en todo caso será para mal, porque aumentará nuestro consumo de azúcar.

 

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Aitor Sánchez   27.nov.2017 10:28    

Carne de cerdo ¿blanca o roja? y las claves de su promoción

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Últimamente estamos asistiendo a una fuerte campaña de promoción de la carne de cerdo. Anuncios en la TV, actos de difusión e incluido un autobús que recorre España glosando sus bondades.

¿Por qué ahora esta campaña?

Se debe principalmente a una estrategia de marketing, liderada por la corporación Interporc, que aglutina a los principales productores de porcino del país, así como a federaciones relacionadas con la producción y venta de carne.

Es normal que la patronal de la carne ande preocupada. El comunicado de la OMS sobre la carne y procesada y su relación con el cáncer, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, no fue precisamente un impulso para esta industria. Ello tiene mucho que ver con que ahora nos intenten vender la carne de cerdo como carne blanca, lo que la situaría fuera del informe de la OMS y por tanto en terreno seguro y preferible a otras carnes.

Y además, los datos dicen que el consumo de carne está bajando en nuestro país.

Parece que la necesidad de promover el consumo de carne a toda costa, está justificado. Pero ¿se está haciendo bien? ¿Es preocupante que el consumo de carne baje?

Hablemos primero del color de la carne de cerdo:

¿La carne de cerdo es blanca o roja?

El cerdo es carne roja. Y así lo consideran todas las clasificaciones oficiales (OMS, EFSA, USDA), salvo un documento de 2004 al que Interporc se agarra como un clavo ardiendo, y que ni siquiera sabemos si fue un error de impresión, ya que nunca se ha vuelto a replicar. Lo explicó en este post Juan Revenga.

Por tanto, como carne roja, le aplican todas las recomendaciones de la OMS.

Es cierto que al cerdo de cría en granja industrial, se le llama “cerdo blanco”, en contraposición a otras razas y métodos de cría como el cerdo ibérico o el porc negre. Pero eso no debe llevar a engaño al consumidor y hacerle creer que la carne de cerdo de granja es carne blanca.

¿Debe alarmarnos que el consumo de carne baje? ¿Es necesario promocionarla?

Si dejamos a un lado los intereses comerciales que cada sector tiene en su producto, lo cierto es que basándonos en criterios de salud pública, que el consumo de carne baje es una buena noticia. En un país como el nuestro en el que el consumo se encuentra por encima de lo recomendado, sobre todo en carnes procesadas, que baje no hace más que acercarnos un pasito más a una dieta mejor. Sobretodo cuando esta bajada va unida al aumento de alimentos saludables.

A pesar de la pequeña bajada en el consumo de carne, los alimentos a promocionar siguen siendo los mismos: frutas y verduras principalmente, legumbres y frutos secos.

No carne, y desde luego no carnes procesadas como está haciendo esta campaña.

Pero ¿tienen derecho a promocionar su producto, no?

Sí, pero deberían hacerlo sin caer en mentiras o manipulaciones (como la de decir que es carne blanca), y sin dar consejos perjudiciales para la salud de la población.

Esta campaña está promocionando tanto la carne fresca como los embutidos y otros procesados, y los pone al mismo nivel, sin alertar en ningún caso de que los segundos son un alimento a reducir , si no a eliminar, de la dieta. Que es lo que dice la OMS.

En su web, proponen menús "saludables" para niños, con ingestas de carne diarias y plagados de carne procesada (lomo embuchado, fuet, jamón york), lo cual es un pésimo consejo, y ninguna marca debería recomendar alimentos insanos solo por motivos económicos

Esta campaña, habría tenido un pase, si se hubiera centrado en promocionar el consumo de carne fresca EN LUGAR de carne procesada. Y por supuesto sin mentir sobre sus propiedades y sin evitar deliberadamente mencionar las recomendaciones de la OMS.

Todo esto, por supuesto, corriendo un tupido velo sobre temas como trato a los animales y sostenibilidad. Atendiendo exclusivamente a factores nutricionales.

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Lucía Martínez   26.nov.2017 10:12    

¿Una dieta poco saludable puede facilitar la aparición de alergias?

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He estado este fin de semana en el Congreso de Seguridad Alimentaria de Canarias, y uno de los temas que hemos tratado ha sido el de las alergias y me parece interesante que hablemos de ello:

¿ESTÁ HABIENDO MÁS ALERGIAS EN LA ACTUALIDAD?

Sí, las está habiendo. También se ha doblado prácticamente en la última década el número de casos de anafilaxis, con lo cual también estamos hablando de más gravedad en los síntomas.

Es muy complicado hacer una estadística mundial, porque los métodos de diagnóstico son bastante diferentes según continentes, pero más o menos podemos afirmar que hay una prevalencia de entre 5-10% en población infantil, y entre el 1-3% de adultos.

¿NO PUEDE SER TAMBIÉN QUE LA MODA DE QUITARSE ALIMENTOS HAGA QUE A MÁS GENTE QUE LE SIENTAN MAL MÁS COSAS?

Eso también, suceden los dos fenómenos: más alergias reales, y también más creencia de que haya alimentos que nos sienten mal.

Entre 1/3 y la mitad de la población refiere que algún alimento le sienta mal y que intenta evitarlo. Además de manera en la que no sería necesaria.

No obstante, y aunque hay mucha “tontería”, el aumento es real, no solo en número de personas alérgicas, sino también en número de alimentos al que somos alérgicos, y alimentos a los que somos sensibles. No es solo una moda.

¿Y SE SABE A QUÉ PUEDE DEBERSE TODO ESTO?

Una de las causas es una dieta poco saludable, una dieta occidentalizada. El típico perfil de dieta con alto contenido en azúcar, sal, productos refinados se está desmarcando como un factor de riesgo de aparición de alergias.

Se empezó a sospechar de ello por datos poblacionales: porque los niños asiáticos o africanos, cuando se mueven a un ambiente occidentalizado aumentan su riesgo de sufrir alergias.

Una de las potenciales explicaciones es que afecta a nuestros procesos autoinmunes, nuestro cuerpo se sensibiliza más, en parte a que a través de un intestino más permeable, estamos más expuestos a más alérgenos y por tanto desarrollar más alergias.

Si la dieta es saludable desde pequeños, no afecta tanto al intestino, la microbiota que tenemos es estable y robusta. Hay menos posibilidad de que esas sensibilizaciones ocurran.

¿QUÉ REPERCUSIÓN TIENE TODO ESTO? ¿ES UN GRAN PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA?

Lo es, porque además también pone en riesgo cada vez a más personas. Y también es un gasto importante. El elevado coste que suponen las alergias a muchos niveles: alimentario, sanitario, social… hace que se esté buscando tanto reducir nuevos casos, como encontrar “curas”, con una desensibilización o mejora de la tolerancia.

Esto también nos da una segunda alerta, y es que en países asiáticos o africanos, también se prevé una mayor incidencia de alergias conforme ese país va adoptando hábitos de consumo más occidentales.

Así que la predicción es que siga incluso creciendo.

¿QUÉ RECOMENDACIONES DAMOS ENTONCES PARA EVITAR ESTE AUMENTO? ¿EL ETIQUETADO PUEDE AYUDAR A ELLO?

Pues ha sucedido una paradoja muy reciente con el tema del etiquetado preventivo: como sabemos, en las etiquetas de los alimentos, si un productor no puede garantizar la ausencia de un alérgeno tiene que declararlo. Es el caso de “puede contener trazas de…” (huevo, frutos secos, cacahuete, lácteos…). Esto sucede en fábricas, donde no tienen líneas de producción diferentes.

Imagina que haces chocolates, pero en tu fábrica tienes también producción de turrón, o de otros dulces. Al tener otros proveedores hay fabricantes que deciden no jugársela.

¿ENTONCES LO PONEN UN POCO PARA LAVARSE LAS MANOS?

Eso es. El problema es que se está haciendo un abuso del etiquetado preventivo. De manera que se pone de manera injustificada en muchos productos. Es un exceso. Si ha pasado una avellana por tu fábrica mucha gente no se calienta la cabeza y directamente lo declara. ¿Qué sucede por tanto?

Que mucha gente alérgica, conocedora de esta práctica, a veces hace caso omiso a algunos “puede contener trazas de…” que son raros. Por ejemplo, un chocolate que pueda tener “huevo”, cosa que es extraña, pero que se encuentra. Dice: “bah, esto lo ponen para prevenir” y se pone en riesgo a las personas.

¿ENTONCES QUE RECOMENDACIÓN DAMOS?

Sobre todo esta situación está causada por una mala práctica de las empresas, y una desconfianza del consumidor. Lo lógico sería hacer una normativa que no por ser tan, tan estricta acabe convirtiéndose en peligrosa, dado que se restringen tantos alimentos para el alérgico que acaba siendo laxo.

 

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Aitor Sánchez   22.nov.2017 08:54    

Castañas y otros frutos secos

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La recolección de la castaña empieza en octubre y es un fruto que nos acompaña durante el otoño.

 

¿SON LAS CASTAÑAS FRUTOS SECOS?

A nivel de agrupación lo solemos poner, pero en realidad tiene unas propiedades muy diferentes al resto de esta familia. La mitad de la composición de una castaña es agua, mientras que en el resto de frutos secos el nivel de humedad suele rondar 10%. Por lo tanto está a caballo entre los frutos secos y las frutas desecadas.

No llega a tener una alta concentración de azúcar como un orejón, una uva pasa o un higo seco. Y tampoco llega a tener una concentración de grasa tan alta como los frutos secos.

 

LOS FRUTOS SECOS, QUE TIENEN MUCHA GRASA PERO ¿ES SALUDABLE?

Sí, sí, completamente. No hay que huir de su consumo ni mucho menos

Hay gente que piensa todavía que los frutos secos engordan, pero no es cierto. Los frutos secos es verdad que son muy calóricos, tienen mucha energía. Pero como también puede tenerla el aceite de oliva. Sin embargo, son factor de protección de sobrepeso y obesidad, porque debido a su composición nutricional son muy saciantes, es decir, nos quita el hambre de alimentos que serán menos saludables. Pero es que además, no se absorbe toda esta energía dado que el fruto seco tiene una gran cantidad de fibra que impide parcialmente esta absorción.

De modo que las castañas no engordan, pero tampoco otros frutos secos si se toman en sus versiones saludables.

 

¿SON BUENAS LAS CASTAÑAS CRUDAS?

No hay ningún problema es tomarlas crudas, pero sucede una particularidad, y es que cuando las haces tostadas o asadas, asimilas mejor su proteína. Esos aminoácidos se vuelven más biodisponibles y los absorbes mejor.

Pero no todo son ventajas, ya que cuando las cocinas te cargas por el camino algunos compuestos bioactivos y antioxidantes.

Se pueden comer de ambas formas, cada una tiene sus pros y sus contras. Al igual que sucede con los frutos secos.

 

¿EN LOS FRUTOS SECOS COCINADOS TAMBIÉN SE ABSORBEN MEJOR LOS NUTRIENTES?

Depende, hay algunos que no estaría justificado cocinarlos, como por ejemplo unas nueces, que es mejor comerlas crudas.

Pero en el caso de unos pistachos, anacardos o almendras, al tostarlos se pueden digerir mejor e incluso absorber más cantidad de proteína de los mismos.

Lo que no deberíamos hacer es confundir el tostado con otras preparaciones como los frutos secos fritos o salados. Estas son dos preparaciones que es mejor no priorizar.

Crudo o tostado perfecto.

Frito, salado o caramelizado como los cacahuetes con azúcar: a evitar.

 

UNAS CUANTAS IDEAS PARA INCORPORAR LAS CASTAÑAS A NUESTRA DIETA QUE NO SEA EL TÍPICO CUCURUCHO…

Las compotas caseras: partimos una fruta a trozos y la pones a fuego lento con algo de agua en una sartén . Es una buena manera de acompañar castañas asadas.

La crema de castañas, que nos puede servir para hacer una tostada dulce diferente. O muy parecido y en versión salada, un paté de castañas que se puede acompañar con setas si queremos.

También hay una receta típica extremeña, que es los socochones, castañas cocidas en agua y leche. Para tomarlas en un tazón, mucho mejor que los cereales.

Y un último recurso que podemos hacer en caso de que nos vayan a sobrar, es hacer harina de castaña, que nos puede servir para fortificar platos, y tenemos una opción casera para celiacos por ejemplo.

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Aitor Sánchez   16.nov.2017 08:37    

¿Es el cáncer un goloso, o sólo algunos titulares tendenciosos?

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Cada poco tiempo surgen titulares de cómo el azúcar alimenta al cáncer y es el precursor, según el tema de turno, de o bien su crecimiento, su progresión o incluso su misma existencia. Y las preguntas de siempre inundan nuestros correos: ¿Qué hago? ¿Qué dejo de consumir? ¡Es que no se puede comer de nada! ¿Fruta sí, fruta no? ¿Y qué galletas son mejores? STOP al alarmismo, intentaremos responder a todo ello.

¿Qué hay de verdad en esto?

La realidad es un poco más compleja que una relación unicausal. Lejos de defender el azúcar como una fuente de nada (como ya se ha hecho tiempo atrás), se debe definir cuál es el que nos preocupa; concretamente es el que la OMS califica como libre. Es decir, el añadido (refinado o sin refinar; sea azúcar blanco, azúcar moreno, sirope de ágave o panela: tanto monta, monta tanto) típico de los productos ultraprocesados y los que están presentes de forma natural en productos derivados de un alimento fresco, como pueden ser los zumos (porque se les ha retirad la fibra), bebidas azucaradas o los jarabes de fruta.

Y es que se esconde de muchas y distintas formas:

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Autora: Irina Casablanca. Fuente original.

Pero decir que nos preocupa es quedarse cortos. Su consumo no es excesivo, sino el apartado siguiente por inventar. ¿Por qué decimos esto? Por lo que sí sabemos a ciencia cierta. Y ahora os preguntaréis, ¿qué es lo que sí sabemos? Pues la OMS nos cuenta que su consumo puede conducir a:

  • Mayor riesgo de Diabetes Mellitus tipo II
  • Mayor riesgo de sobrepeso u obesidad
  • Menos saciedad y más ganas de seguir comiendo
  • Mayor umbral del dulzor, acostumbrando al paladar a un sabor irreal en alimentos y la necesidad de endulzar lo que encontremos
  • Mayor riesgo de caries bucal
  • El consumo de bebidas azucaradas ya se ha relacionado con hasta 200.000 muertes en 2010.

Por esta razón la Organización Mundial de la Salud lanzó la recomendación condicional de recomendar menos de un 5% de la energía total ingerida a lo largo del día. Unos 25 gramos como máximo, y mucho mejor nada, ninguna cantidad. Porque fundamentalmente eso es lo que aporta el azúcar libre: montones de nada. Para contextualizar, con 25 gramos estamos hablando de unos cuatro terrones de azúcar. Es un consejo condicional, es decir: aún se necesitan más pruebas internacionales para establecer ese margen como máximo en firme, pero ya se conoce que los efectos deseables de cumplir que “cuanto menos azúcar libre mejor” probablemente compensan cualquier otro efecto indeseable, o bien estos efectos indeseables no existen.

Y mientras esta directriz se actualiza en 2020...

¿Cuánto azúcar libre se consume en España?

Pues unos 111.2 gramos por persona y día. Ahí es nada, 40.5 kilogramos al año; aunque ya se empieza a hablar de hasta 70 kilogramos por habitante al año: 191 gramos al día. ¿Recordáis los cuatro terrones máximos de arriba? Pues multiplicadlos por 8: 32 terrones de azúcar.

Pero, ¿dónde interpreta la población que está el azúcar? Desde luego, en los cereales de desayuno no, ni en el azúcar que se le echa al café por las mañanas. La gran damnificada es la fruta, y no podemos permitirlo. Por varias razones:

¿Queda claro cómo hay que hacerlo?

¡Comed fruta! ¡No comáis ultraprocesados!

Mirad la etiqueta de los productos, ¡pero mejor escoged alimentos que no tienen etiqueta!

¡Un momento! ¡No has dicho nada sobre los titulares del azúcar como alimento del cáncer!

Es cierto. Ya son varias las ocasiones que nos encontramos con titulares como “el azúcar, que alimenta al cáncer” y es necesario contextualizarlo.

Bien, el azúcar se relaciona con obesidad, sobrepeso y otros tantos factores que sí se relacionan con la aparición de cáncer. El azúcar se relaciona con mayor adiposidad, contribuyen al exceso de grasa corporal, y estos factores están relacionados positivamente con el cáncer. Pero en cuestiones relativas a la alimentación no podemos ser tan simplistas, como ya ocurriera con el titular de que la grasa aumentaba el riesgo de metástasis. ¡Si al final sólo vamos a poder comer proteínas! Dirán algunos.

El estudio que está generando tantos titulares es este. Peeters y colaboradores describen un efecto similar en unas levaduras al que se genera en una vía de uso de la glucosa en las células cancerígenas, concretamente unas señales glucolíticas (de rotura de glucosa) ya descritas en los años 30 por Otto Warburg: la respiración celular en el cáncer está alterada, y parece que hay más fermentación láctica (que es una fermentación como la que haría cualquier levadura).

Y, ¿es viable este mecanismo? Bueno, el mecanismo existe, pero trasladar los resultados de unas levaduras cultivadas a un cuerpo humano se antoja complicado. A pesar de que se han hecho estudios sigue siendo controvertido hablar de este cambio metabólico como una causa o síntoma de cáncer, sino más como una consecuencia cuando la enfermedad está establecida. Más hablando del cáncer como una generalidad; nuestro conocimiento sobre el metabolismo tumoral está en pañales (e in vitro, poco sabemos in vivo) como para lanzar una cuestión tan general, y puede ser tan distinto según tipo de tumor: algunos comen más grasa, otros utilizan también glutamina,…

Pero, ¿el azúcar alimenta el cáncer? Son eslabones de una cadena que cada día vemos de manera más clara y firme. Pero hay mucho más detrás, y muchas más prioridades, centrarnos en la progresión-del-cáncer-azúcar-mediante es saltarse de golpe otras tantas recomendaciones que sí sabemos efectivas:

¿Azúcar y cáncer? Sí. Sobre todo porque consumimos demasiado (25 gramos al día incluso ya parecen demasiado, imaginad cuando lo multiplicamos por 4 o por 8). Pero también alcohol y cáncer, obesidad y cáncer,… Y mucha Salud Pública por hacer.

Luka

 

Luis Cabañas Alite es Dietista-Nutricionista, Máster en Nutrición Personalizada y Comunitaria e Investigador Predoctoral en la Unidad Mixta de Investigación en Endocrinología, Nutrición Clínica y Dietética del Instituto de Investigaciones Sanitarias La Fe (Valencia). Autor del blog Como Cuando Como. Colegiado CV-00410 en CODiNuCoVa y miembro de Dietética Sin Patrocinadores.TwitterFacebookInstagram

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Aitor Sánchez    9.nov.2017 11:05    

La dieta blanda

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Casi nunca hablamos de nutrición clínica ni de dietoterapia, pero hoy vamos a hacer una excepción y vamos a hablar de la que es posiblemente la dieta terapéutica más pautada. La herramienta dietética que más se usa contra problemas intestinales leves, o recuperaciones. Y también la que más errores de pauta suele conllevar, ya que por su frecuencia está sujeta a falsos mitos y a ideas obsoletas. Hablamos de la dieta blanda.

¿Qué es una dieta blanda?

Es una dieta terapéutica. Es decir, no se trata de un modelo dietético para tomar como estilo de vida, si no que se aplica en situaciones específicas y durante un corto periodo de tiempo. Por eso sus características no coinciden con las indicaciones de dieta saludable, porque es un tratamiento, no un modelo de alimentación.

Aunque el nombre nos pudiera llevar a pensar que es una dieta en la que se consumen solo alimentos blandos o tiernos, no es así. En ese caso nos referiríamos a un dieta de “fácil masticación”, aplicable a personas con problema dentales (por ejemplo que se están recuperando de una intervención odontológica) o a personas con dentaduras deterioradas como es habitual en la población geriátrica.

La dieta blanda, también llamada de “protección gástrica” es una dieta de fácil digestión, y está pensada para momentos en los que queremos que nuestro sistema digestivo trabaje lo menos posible, generalmente para recuperarse de algún problema, o durante brotes de algunas enfermedades intestinales o digestivas.

¿Cuándo debemos seguirla?

Es importante señalar que es un tratamiento que debe estar pautado por un profesional sanitario competente, y que aunque tiene unas generalidades, puedes comprender una horquilla amplia de alimentos en función de la tolerancia de la persona. Así mismo, es habitual que sea una dieta progresiva, que se empiece en un punto más estricto y avance en la incorporación de alimentos a medida que se va mejorando y tolerando. Por eso debe estar bien pautada, personalizada y supervisada.

No es habitual que se mantenga durante más de tres o cuatro días. Al menos no en sus fases más restrictivas, aunque una dieta blanda sí que puede ser completa en su versión menos estricta

¿Qué se puede comer?

En general, se elegirán comidas con poca fibra y poca grasa, que no sean ácidas, sin irritantes como el alcohol o el café, y sin temperaturas extremas. Por ejemplo, este es un caso en el que recomendaremos cereales refinados, por contraposición a las recomendaciones de dieta saludable en las que siempre preferimos los integrales. Será buena opción el arroz blanco (incluso el agua de hervir ese arroz a modo de sopa), la pasta, el pan blanco tostado, etc. También la patata hervida o el boniato al horno.

Verduras poco fibrosas y no ácidas como el calabacín o la zanahoria hervidas o al vapor. Frutas cocidas como la compota de manzana y el plátano maduro.

Fuentes proteicas magras como la carne natural hervida o el pescado blanco. También la clara de huevo, y la yema solo cuando se tolere.

Opciones proteicas vegetales como el tofu blanco, o la lenteja pelada también puede ser bien toleradas.

En cuanto a los lácteos, puede ser buena idea suprimirlos en las fases más estrictas, y luego incorporar las versiones naturales y sin azúcar. Mejor empezar por fermentados como el yogur natural, seguir con queso fresco o requesón y dejar la leche para cuando estemos recuperados, ya que su digestión es algo más difícil.

Usaremos aceite de oliva en poca cantidad, y agua. O bien suero de rehidratación o limonada alcalina (suero casero) en el caso de que solo se toleren líquidos.

Errores habituales

Es muy habitual que las pautas de dieta blanda se hagan con alimentos insanos, como por ejemplo carnes procesadas como el jamón de york o los fiambres, refrescos de cola o bebidas para deportistas, lácteos azucarados como los flanes o las natillas, e incluso con galletas o bizcochos.

Si esos alimentos no son recomendables cuando estamos sanos ¿por qué vamos a introducirlos cuando estamos enfermos, teniendo tantas opciones a mano cómo tenemos?

Esos malos consejos se dan incluso en consultas médicas, y obedecen a una falta de actualización del profesional, y la falta de recursos lógica cuando falta en sanidad pública la figura del dietista-nutricionista y otros compañeros deben suplir esa carencia como buenamente pueden a pesar de muy a menudo no tener ninguna o muy poca formación en nutrición.

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Aitor Sánchez    8.nov.2017 10:08    

Día Mundial del Veganismo

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Día Mundial del Veganismo

Desde 1994 se celebra cada primero de noviembre el Día Mundial del Veganismo, la iniciativa partió inicialmente de la Vegan Society de Reino Unido y pronto se implantó en los países de mayor presencia de este estilo de vida como Australia, EEUU o Alemania. A día de hoy es un evento mundial, y muchas webs y organizaciones realizan durante el mes de octubre todo tipo de iniciativas informativas y actos, que culminan en este día.

El objetivo principal es dar a conocer este estilo de vida y ahondar en los motivos para rechazar el consumo de productos de origen animal, tanto en alimentación como en otros ámbitos como son el ocio (tauromaquia, caza, acuarios, zoos, ponis en ferias…), la vestimenta o la cosmética, y las alternativas existentes a todo ello.

¿Por qué la gente se hace vegana? ¿En qué ayuda?

Los motivos para optar por un estilo vegano son varios, y cada persona tiene los suyos. Pero si hiciéramos una lista de aquellos motivos más comunes, serían los siguientes:

  • Ética en el trato a los animales: el actual modo de producción industrial de productos de origen animal es cruel a todos los niveles. Muchas personas no quieren apoyar este tipo de industria que trata a los animales como objetos, sin ninguna compasión y obligándolos a vivir vidas de dolor y encierro. Por ello rechazan los productos que provienen de esa industria y creen que no tenemos derecho a disponer de las vidas de los animales a nuestro antojo.
  • Sostenibilidad: la industria cárnica es una de las más contaminantes y una de las principales responsables del cambio climático y la deforestación. Igual que la industria pesquera lo es del arrasamiento del fondo marino y la pérdida de la diversidad de especies.
  • Solidaridad y soberanía alimentaria: el alto consumo de productos de origen animal en el mundo desarrollado, hace que se use tierra de países en desarrollo para cultivar grano y legumbre para alimentar al ganado, grano y legumbre que podría alimentar directamente y de forma mucho más eficiente a la población. Así mismo se pierden cultivos tradicionales y biodiversidad en esas zonas. Y del mismo modo, se acaba con la pesca tradicional de muchas zonas, siendo los países ricos quienes esquilman aguas que no le corresponden.
  • Religión: hay religiones, como algunas facciones del budismo, o los sij en India, que tienen el veganismo entre sus preceptos. Otras son ovolactovegetarianas como el hinduismo, o los Adventistas del Séptimo Día.
  • Salud: muchas personas ven en la alimentación vegana una manera de comer más saludable. Aunque para que esto sea realmente así, debe tratarse de una dieta vegana bien diseñada. No obstante, al contrario de lo que se suele creer, esta no es en general la principal motivación de las personas veganas.

 

¿Cómo deberían afrontar los sanitarios esto?

Tal y como propugnan los Códigos Deontológicos de todas las profesiones sanitarias, es obligación del profesional respetar las creencias del paciente, así como su estilo de vida.

Por tanto, deberíamos ser capaces de dar consejo a las personas veganas, respetando su opción, sin aleccionarlo, juzgarlos o intentar convencerlos de que están en un error, si es lo que creemos, ya que esa decisión no nos corresponde.

Si tenemos que dar consejo nutricional, hay evidencia científica a raudales para hacerlo sin entrar en conflicto con la dieta vegana, salvo en casos muy muy concretos o en situaciones de poca disponibilidad de alimentos, especialmente en países en desarrollo.

Del mismo modo, si se receta un medicamento o suplemento, deberíamos buscar si existe una opción que no contenga productos de origen animal (muy a menudo, es suficiente con cambiar a una marca que no use cápsulas de gelatina o lactosa como excipiente). Aunque en este caso, muchas veces es imposible, y cuando así sea, se lo comunicaremos al paciente para que sepa que simplemente no tenemos otra opción, pero no hemos ignorado su estilo de vida.

 

¿Cómo se afronta realmente?

En general, en España, el consejo nutricional a las personas veganas es inexistente, ya que los sanitarios no tienen formación en este tipo de alimentación, o la que tienen corresponde a ideas obsoletas y equivocadas que no se han actualizado.

Por extraño que parezca, aún es habitual que los pacientes encuentren rechazo e incluso burlas al expresar que son veganos. Cosa que ningún profesional haría ante una cuestión religiosa (por ejemplo un musulmán que hace ramadán, o alimentos prohibidos en la dieta de un judía ortodoxo), y sin embargo si sucede, incomprensible e intolerantemente, con una opción ética.

Otros países como EEUU, Reino Unido, Alemania, Portugal, Australia, India o los países nórdicos, dan consejo a esta población de manera totalmente normalizada y rutinaria, sin que exista por ello ninguna alarma social o de salud pública. En España, a pesar de que es un grupo de población cada vez más numeroso y en aumento, aún nos queda un largo camino que recorrer de cara a esa normalización.

 

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Aitor Sánchez    3.nov.2017 09:54    

Recopilación: la actividad de las últimas semanas (octubre)

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Y como cada mes, aquí tenéis el resumen de participaciones en medios y colaboraciones del mes de octubre:

 

 

 

 

 

 

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Aitor Sánchez   30.oct.2017 10:32    

Aitor Sánchez García

Bio El blog de Aitor Sánchez #NutriciónRTVE

Creo que la alimentación es la manera más placentera de ayudarte a estar sano y disfrutar. Desgraciadamente lo que nos dicen que es saludable no siempre se corresponde con lo que realmente lo es. En este blog aprenderás a identificar qué comida es realmente saludable con un punto de vista global y sentido común. Las dietas aburridas son un insulto a lo que hacemos los dietistas-nutricionistas, que es acercarte a un disfrute sano de esta maravilla que es la alimentación. Me puedes encontrar también en @Midietacojea
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