El inicio
lunes 16.sep.2013 por La observadora 2 Comentarios
Unas escaleras al infinito. El vacío de un hall cargado de historias que no se ven. Mis nervios. Sus expectativas. El pasado dando vueltas. Una periodista en calcetines con todo por aprender. Ahí está, a la vuelta de cualquier pasillo de la que vuelve a ser “la casa”. Mi casa. En ocasiones siento que soy la misma de hace tantos años que prefiero no cifrarlos. La misma que empezó a andar en esta profesión saltando del Estudio 1 de la tele a la redacción de la segunda planta. “¿Aquel edificio solemne de tu derecha? Radio Nacional”. El sonido de un país que se asomaba al mundo a través de un aparato que no paraba de hablar. Siempre arropando al oyente. “Pero tú a lo tuyo”. No era el momento. Ahora sí.
Compañeros nuevos. Viejos amigos. Las ganas de todos. Es estimulante descubrir que hasta los más expertos viven estos días de estreno como si empezaran de nuevo. Con ese indescifrable vértigo de un micrófono abierto y la voluntad de quebrar el silencio hasta hacer magia.
El olor del maquillaje. Qué pereza, pienso, con lo bien que se vive con la cara lavada. “Hay que ponerle rostro a las palabras”, me dicen. Pues a ello vamos, a unir voces y sentimientos en una madrugada donde está todo por contar. A desentrañar esas emociones que tantas veces se nos adormecen hasta parecer zombis.
Invitados a quienes deseo sentar en el estudio para saber que les cuece en su cabeza cuando son simplemente Pepe, Lola, Adolfo, Esperanza… Nombres propios. Sin apellidos ilustres. Un abanico de sentimientos y muchas ganas de entenderlos. Y al final de esa cadena tú. El oyente, te llamamos, como si no tuvieras otra cosa que hacer en la noche que sentarte y oír. Prefiero que allá donde te encuentres seas nuestr@ observador@. Alguien inteligente y crític@ dispuest@ a preguntarse siempre porqué. Y con la sensibilidad a flor de piel. Pensar sin sentir no nos sirve.
Uno, dos, decenas de segundos de un minutero que encoje el estómago y desbarata el corazón. Domingo noche. Mientras unos tratan de conciliar el sueño, otros dibujamos la madrugada. En septiembre. El mes con los mejores atardeceres del año. El de las vueltas. Los retornos. El curso y los exámenes. Empezar. Empezar.
Así es la vida. Una vuelta de tuerca permanente.
Alfonso Martos dijo
"La palabra es el arma de los humanos para aproximarse unos a otros." ( Ana María Matute ).
Celebes3.wordpress.com dijo
No hay nada como empezar a observar.