Turismo en la "Zona muerta"
Como en Pompeya, la vida se detuvo en Pripiat. Como en Pompeya, un estallido letal puso la ciudad en los mapas y la clavó en el recuerdo colectivo. Lejos de ser Pompeya, no fue un desastre natural el que escribió el destino trágico de esta ciudad de Ucrania, sino una serie de catastróficos errores humanos que condujeron a la explosión de la planta nuclear de Chernóbil. Estos errores la anclaron en la Historia contemporánea como el escenario de la mayor catástrofe nuclear hasta el momento, la anclaron en los años ochenta y en su espíritu soviético, la anclaron como una advertencia para el presente y para el futuro.
La explosión también convirtió a Pripiat en una brecha en el tiempo hacia el pasado por la que se cuelan los turistas. La madrugada del 26 de abril de 1986, hace justo 25 años, una zona de 30 km cuadrados alrededor de la central nuclear de Chernóbil quedó herida de muerte. Agonizó durante diez días, los que tardó en quedarse (casi) vacía. Demasiados. En la "zona muerta" sólo entraban, y sólo quedan, unos pocos valientes, los que trabajan allí y los que han decidido volver a su hogar, en su mayoría ancianos.
La zona de exclusión puede, paradójicamente, presumir de la exuberancia de su flora y fauna debido a que la mano del hombre se mantiene lejos. Una mano que estuvo bien presente, y con poco tino, en la cadena de sucesos que llevaron al desastre. La concienciación de ello es el motivo que esgrimen las autoridades ucranianas para justificar las visit as a la zona.
Hoy, el recuerdo de Chernóbil se alumbra como nunca a la luz de la alarma nuclear en Japón, como consecuencia de los daños en las centrales nucleares provocados por el terremoto y posterior tsunami que el 11 de marzo asoló la costa noreste de la isla. La central nuclear de Fukushima fue la peor parada y aunque los expertos se empeñan en no comparar la gravedad de los dos accidentes, no consiguen amansar el miedo a que la historia se repita.
"A menudo tengo la misma pesadilla: estoy atrapado aquí y no puedo salir porque estoy contaminado", comentaba un antiguo habitante de esta zona, ya desde su posición de visitante.
El mundo entero también tiene pesadillas con Chernóbil. Durante la última semana, diversos miembros de la comunidad internacional, entre ellos la Comisión Europea, han anunciado ayudas para la construcción de una nueva estructura de confinamiento para el reactor 4: un sarcófago donde la momia quede enterrada para siempre y con ella, la maldición del accidente nuclear.
Marta M. Mencía
P.D. Os recomendamos el Informe Semanal del sábado "El fantasma de Chernóbil"
Sofía Ana dijo
¿Te imaginas que se vuelve costumbre esto de que revienten centrales nucelares y tenemos que ir poniendo bloques de hormigón para retener la radiactividad y de repente llegamos al mar? ¿No entraría eso en conflicto con la ley de costas? ¿No pondría el grito en el cielo la industria del ladrillo si le quitan el poco terreno que queda por edificar? ¿Eh? ¡¿EH?
26 abr 2011
Compay dijo
La mano del hombre todo lo puede. Como consecuencia de esta afirmación estan los multiples errores que cometemos , paso a paso, vamos liquidando todo, si seguimos así con el tiempo puede que no haya nada que ver ni que visitar. Cuidemos ahora que aun podemos nuestro planeta.
27 abr 2011
Libra dijo
Estas son las consecuencias de los fallos de seguridad de las centrales nucleares, ¿Merece la pena apostar por ellas?
¿ Y los desechos radiactivos? ¿Qué vamos a dejar a las próximas generaciones?
27 abr 2011
gatito dijo
Sí lo ví el sábado pasado, está en Tve a la carta.Muy buen programa por cierto.Un saludo.
28 abr 2011