Instinto maternal
Dodo se ha convertido en el mayor reclamo turístico del criadero de cocodrilos y zoológico en el que vive, en la provincia tailandesa de Samut Prakarn. Este chimpancé solo tiene dos años y medio de vida y lleva la mitad de ella perfeccionando el arte de dar el biberón a los cachorros de tigre que le visitan en su jaula.
Suponemos que el chimpancé-niñera no está haciendo que el zoológico ahorre en gastos de personal pero seguro que sí atrae a un buen número de fanáticos del amor entre especies (ya saben: la cerda que adopta al perrito, el pájaro que incuba huevos de algún reptil…). Sin embargo, y sin ánimo de poner en duda el entusiasmo maternal/fraternal demostrado por Dodo, la habilidad del chimpancé poco tiene que ver con el instinto o el milagro de la naturaleza.
Su entrenadora, Sirinaj Nimnoradee, quiso retar al pequeño primate cuando se percató de que no temía a los tigres. Una persistente instrucción diaria para que aprendiera a coger el biberón y se acostumbrara a la felina presencia consiguieron que Dodo se convierta en la viva imagen de la paternidad.
Marta M. Mencía
valentin dijo
Preciosa noticia , para quién tenga instintos maternales o paternales; no se me ocurre nada más que añadir.Un beso Marta.
19 ago 2011