Deshielo, ecología, pingüinos, lápices...
Hoy venimos concienciados y con algunos ejemplos de como la mano del hombre cambia nuestro planeta.
Todo comenzó con una buena idea de Davies Saiyanka, un recién licenciado que quería hacer dinero pero que también estaba muy concienciado con el cambio climático. Tras un viaje a la India dio con la clave: el lápiz ecológico. Una herramienta para luchar contra la deforestación de su país. Hace una décadas los bosques de este país africano ocupaban un treinta por ciento del territorio, ahora no llegan ni al dos.
Es cierto que hay ciertas marcas de lapicería que fabrican sus productos con madera que proviene de árboles de sus propias parcelas de reforestación. Pero esto supone un paso más: no hay que plantar árboles por los lápices que se fabricarán. Lo que se hace en el proceso diseñado por Davies es reutilizar el papel de los periódicos y revistas para, gracias a una simple cadena de pasos, obtener lápices cien por cien ecológicos.
Pese a que ningún distribuidor quería oír sus teorías ecológicas, Davies luchó por sacar su idea adelante y, tras contactar con varias ONGs ligadas a los colegios del país, finalmente los lápices sirvieron para concienciar a mucha más gente, además de luchar de manera directa contra la deforestación.
Gracias a acciones como la de Davis, es posible luchar contra el cambio climático, algo que agradecerán los pingüinos de nuestro siguiente OnOff.
Los pingüinos Adelaida se encuentran en la época de cría en la Antártida. Una época muy importante, según los ecologistas, para el futuro de la especie; una especie cuyo individuos no pesan más de 7 kilos y llegan a alcanzar los 70 kilómetros por hora en las frías aguas en las que se zambullen.
El deshielo está obligando a los cabezas de familia recorrer grandes distancias en busca de alimentos para los recién nacidos. El deshielo provoca numerosas placas de hielo a la deriva que se anclan (poco poco) en un mismo sitio y se convierten así en barreras que han de esquivar los pingüinos mientras nadan en busca de alimentos.
Los expertos señalan que cada vez existen más barreras naturales, provocadas de manera directa o indirecta por el ser humano, que obstaculizan el buen desarrollo del los pingüinos y significan una amenaza a la perpetuidad de la especie.
Esperamos que medidas tan ecológicas y útiles como la de Davis, posibiliten de alguna manera un freno en el cambio climático; no sólo por el bien de los pingüinos, sino por el de todos los animales... incluido el ser humano.
Miguel F. V. F.
P.D. Si creéis que esto nos toca de lejos echad un ojo al siguiente OnOff
Según el delegado territorial de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) en Andalucia la boina no se hubiera producido de haber habido "inversión térmica" un fenómeno que se produce cuando las capas de aire frío están mas cercanas al suelo y las de aire caliente ascienden convirtiéndose en una especie de tapadera que no deja que se evaporen los gases con normalidad. Hasta ahí, de acuerdo, pero lo que es innegable es que independientemente de que se den una serie de causas que los hagan muy visible (como según parece ha sido el caso) los gases tóxicos los respiramos igual, los veamos o no.
Luis Jiménez
Atia dijo
Que simpáticos los pingüinos, parecen torpes, nada de eso, se mueven en el hielo y nadando con soltura, contrasta con la nube toxica que tenemos sobre nuestras cabezas en las grandes ciudades. El vídeo de los lapices ecológicos, demuestra que podemos hacer mejor las cosas para no producir desequilibrios y plantearse otro ritmo de vida, cada vez parece más una utopía.
08 mar 2012
On Off dijo
¡Hola Atia!
La verdad es que con poco que pongamos todos conseguiríamos mucho asi que no debemos dejar de intentarlo por muy utopía que parezca.
¡Gracias por tu comentario!
09 mar 2012