Elecciones en tierras muy lejanas
Millones de ciudadanos rusos estaban convocados a las urnas el domingo 4 de marzo para elegir al presidente del país. El 73% de la población rusa, según el censo de 2010, vive concentrada en zonas urbanas. Sin embargo, otra pequeña parte de la población de Rusia, el 1% vive en los vastísimos territorios del Lejano Oriente, la Rusia más septentrional y Siberia, que representan el 60% del total del país. Allí la densidad de población llega a ser inferior a los 3 habitantes por kilómetro cuadrado pero también votan.
Estos lugares son, frecuentemente, inhóspitos. Las durísimas condiciones de vida están condicionadas por un clima que no da tregua y esto hace que algunas zonas se acerquen al desierto demográfico, y sólo algunas bases militares o científicas poblen de humanos la zona.
¿Tienen derecho a votar? Sí. En 37 demarcaciones territoriales de la Federación Rusia, la Comisión Electoral Central ha preparado votaciones anticipadas que comenzaron a mediados de febrero y concluyeron un día antes de la fecha oficial de los comicios. Representantes de la Comisión han llegado a las zonas más remotas equipadas con censo electoral, papeletas y urnas y para acceder a estos territorios han tenido que viajar en helicóptero, vehículos especiales para la nieve o trineos. Sus objetivos estaban incluso más allá del Círculo Polar Ártico.
Las autoridades insisten en que con la iniciativa tratan de asegurar el derecho constitucional de estas personas al voto. Pero no podemos evitar preguntarnos cómo se habrá vivido desde el aislamiento unas elecciones en un país que ya de por sí no tiene una dilatada experiencia democrática, dónde la independencia de los medios de comunicación está más que cuestionada. ¿Cómo se habrá vivido aquí el debate electoral? ¿Conocerían bien a los candidatos opositores? ¿Qué información recibirían de las protestas a favor de unas elecciones justas? ¿Se habrán enterado de los debates, de las polémicas, de los rumores?
El lunes 5 de marzo el mundo se desayunó con la noticia de que Putin había sido reelegido como presidente de Rusia con casi un 64% de los votos entre las denuncias por irregularidades de observadores internacionales como los de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y las protestas de la oposición, que cree que han sido unas elecciones injustas.
Marta M. Mencía