Ya sé que no es la primera vez que esto ocurre, sé que más de uno ya se ha atrevido antes a posar miles de abejas sobre su cuerpo desnudo, pero a mí me sigue impactando el sólo hecho de imaginar la escena, y qué decir de la imagen que vemos en este OnOff....
Este apicultor de Opole estaba seguro de que el ataque no sería masivo y decidió exponerse, sin apenas ropa, a los miles de aguijones de sus abejas. El resultado final: tan sólo dos picotazos.
Con la duda de por qué las abejas no le acribillaron -yo nunca me hubiese expuesto, sentada en una silla, ni a una sola abeja- recurrí a los conocimientos de un aficionado a la apicultora, Nicolás Mora, quién me explico a qué puede deberse este comportamiento con los siguientes datos:
"Por lo que yo he observado, el comportamiento de las abejas varía según las circunstancias. Cuando hay flores en abundancia y hace tiempo apacible (ni frío, ni viento), la mayoría de las abejas de la colmena están entrando y saliendo en busca de néctar y polen, hay trasiego, y normalmente se puede abrir la colmena y ellas no están agresivas porque están a lo suyo: las que salen fuera, porque están fuera, y las de dentro, porque están alimentando la cría, etc.
Esto, en España, suele pasar en primavera, aunque si hay flor en otras épocas del año, es igual.
Cuando se termina la flor y pretendes sacar miel se producen dos hechos coincidentes: irritación y pillaje. Irritación de las abejas de la colmena a las que quitas la miel, puesto que ellas la habían guardado para cuando escasee la flor (como las hormigas, trabajan para llenar la despensa de cara al invierno); y pillaje porque las abejas de otras colmenas próximas, al olor de la miel, acuden a esa para apropiarse de esa miel. Con lo cual se produce una irritación a varias bandas: las abejas de la colmena se defienden contra el apicultor que les quita la miel y contra las abejas extrañas que también se la quieren quitar y, como en cualquier batalla, es un disloque...
El momento que yo creo que la abeja está más apacible, y que es cuando se ve a los apicultores incluso desnudos y rodeados de ellas, es cuando una colmena enjambra, es decir, cuando, al ser muy numerosa, ha hecho celdas reales (nuevas reinas), y como una colmena sólo puede tener una reina, la o las que ellas deciden que sobran se tienen que ir de la colmena, eso sí, siempre acompañadas de parte de las abejas de la colmena.
Una vez formado el enjambre, que va desplazándose por distinto lugares (huecos en troncos, chimeneas, ramas de árboles...) hasta que encuentra un lugar idóneo donde establecer su hogar, las abejas están, por decirlo de alguna manera, receptivas. Van siempre alrededor de la reina, protegiéndola. Si un apicultor detecta a la reina y se la pone encima, todas las abejas irán a posarse alrededor de la reina. Por eso, cuando queremos coger un enjambre, el misterio está en detectar a la reina, porque una vez que se introduzca en una colmena vacía, todas las abejas irán detrás."
Sara Collado