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Vivir como hobbits

Los habitantes (adultos) de este reducto de Gales miden más de 1'20 metros y suponemos que tienen menos pelos en los pies que los famosos pobladores de "La Comarca" de J.R.R Tolkien, pero sus casas y su estilo de vida no están tan lejos de la fantasía del autor sudafricano. En un rincón entre las colinas de Preseli, el norte del condado galés de Pembrokeshire, vive un grupo de personas en casas semienterradas que recuerdan a las de los hobbits del universo de El Señor de los Anillos: es el poblado ecológico Tir y Gafel.

Simon Dale tiene 33 años, dos hijos, y entre sus aspiraciones vitales no entraban una hipoteca ni el modo de vida urbano. Con poco más de 5.000 euros, unas pocas herramientas y aprovechando lo máximo posible los materiales que le ofrecía el terreno, la familia Dale se instaló en la comunidad en cuatro meses.

Su casa no tiene agua corriente ni electricidad según los estándares de vida occidentales pero el aprovechamiento eficaz de las fuentes naturales y del agua de lluvia, así como de los paneles solares sirve para satisfacer sus necesidades. Esta familia y todas las del asentamiento comen aquello que cultivan y crían y sacan algo de dinero de la venta de excedentes a poblaciones cercanas. Viven con lo que la tierra es capaz de darles.

Según el informe Planeta Vivo 2012 el ser humano en su conjunto consume un 50% por encima de los recursos que la Tierra puede producir de manera sostenible, es decir, como si hubiera otra Tierra más a su disposición. Este poblado galés y otros como él defienden la idea de que otros modos de vida más ajustados a la capacidad de abastecimiento del planeta es posible y deseable.

Marta M. Mencía

Todo sobre Da Vinci

Poco se puede decir o escribir que no haya sido dicho o escrito ya sobre el Hombre del Renacimiento por excelencia, del polímata italiano más creativo de todos los tiempos, del dueño del pincel que pintó la sonrisa más misteriosa de la historia del arte,  del precursor de la bicicleta o el submarino, del hombre que aplicó las proporciones matemáticas y la simetría en el cuerpo humano... El gran Leonardo Da Vinci.

Una gran representación de su obras, además de algunos de los estudios que se han hecho sobre las mismas, pueden visitarse hasta el próximo 3 de mayo, en el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid. En esta exposición podemos ver los aspectos menos conocidos del maestro. Para ello, han colaborado 29 prestigiosas instituciones nacionales e internacionales que han cedido obras nunca antes expuestas en nuestro país.


 Además de las pinturas, los dibujos anatómicos, los artilugios bélicos, las piezas de ingeniería y otros tantos trabajos, existen algunas curiosidades que llaman la atención a aquellos que se acercan por primera vez a la figura de Leonardo. La utilización de la escritura especular o escritura en espejo para sus notas suele sorprender a los neófitos de Leonardo. Este tipo de escritura es el resultado de otra curiosidad: Leonardo era zurdo. La escritura especular se logra escribiendo la dirección opuesta a la que es usada por la mayoría. Su empleo más común, cuando el idioma se escribe desde la izquierda hacia la derecha, es por parte de personas zurdas.

Por último, y muy conectado con el menú diseñado (basado en el contexto sociocultural y geográfico de la época en la que vivió el genio) por Sergi Arola que se puede disfrutar al finalizar la exposición, existe un último dato singular: Leonardo era vegetariano. La Historia nos enseña que el alimento no hace al hombre, de la misma manera que el empleo de una mano u otra no determina la humanidad de una persona. Posterior a Leonado Da Vinci, exisitió otra figura relevante que era zurda y vegetariana: Adolf Hitler.

Miguel F. V. F.

40 años de "La fábrica de chocolate"

 Pues sí; Willy Wonka; Charlie; los famosos Oompa Loompa (Umpa Lumpa); Joe, abuelo y compañero de batallas de Charlie y, por supuesto, la mágica y fascinante "Fábrica de chocolate", cumplen 40 años. Por si acaso todavía alguien anda incrédulo o despistado, como fue mi caso al conocer esta noticia, os lo explicaré mejor.

La famosa película Charlie y la Fábrica de Chocolate (2005) del director Tim Burton es, en realidad, la segunda adaptación de la novela infantil con el mismo título escrita en 1964 por el autor británico Roald Dahl. Dicho lo cual, es evidente que existe una primera adaptación cinematográfica: la del año 1971 Willy Wonka & The Chocolate Factory o Un mundo de fantasía según la traducción al español. A esta que es a la que celebra su aniversario es a la que rendimos homenaje con este OnOff.

A esta particular celebración ha querido sumarse la Warner Bros, lanzando una edición de coleccionista de la película Willy Wonka & The Chocolate Factory en formato Blu-ray y por qué no, lanzando a las calles de Nueva York a un puñado de Oompa Loompa que deleiten a grandes y pequeños con sus famosas coreografías y repartan de nuevo suerte con los conocidos "billetes dorados".

El director de cine que llevó por primera vez está historia a la pantalla, Mel Stuart, tampoco quiso perderse este momento y allí estuvo, entre niños y niñas que probaban chocolatinas recién hechas por los mismísimos Oompa Loompa, y acompañado también del actor Rusty Goffe, encargado de dar vida en la ficción a uno de los pequeños seres de piel naranja y pelo verde.

Las últimas tecnologías nos ofrecen la posibilidad de enlazar pasado y presente; podemos volver a ver un clásico de 1971 con la calidad de 2011 y así disfrutar de nuevo de las peripecias de Charlie y el excéntrico Willy Wonka a todo color y con todo detalle.

Sara Collado

 

La fiesta de los alter egos

Con ocasión de la feria Comic-Con de San Diego, en California, Marvel organiza cada año un concurso de disfraces al que acuden decenas de seguidores de comics cuidadosamente ataviados de sus personajes favoritos.

Cuando vemos este vídeo podemos pensar que todas estas personas son “frikis” de los videojuegos, películas de superhéroes o cómics; pero nada más lejos de la realidad. La verdad es que al ser humano le fascina disfrazarse y siempre está buscando la excusa perfecta para ello: carnavales, Halloween… porque en el fondo todos tenemos un alter ego; a todos nos gustaría tener un “otro yo” más fuerte, más guapo y con súper poderes que nos saque de apuros o de la vida que llevamos.

A lo largo de la historia, los alter egos han tenido numerosas referencias en el cine y la literatura, donde el creador los usa para esconder la personalidad del protagonista o para crear conflictos entre la luz y la oscuridad, el bien y el mal.

Referencias reconocibles son casi todos los superhéroes, que usan sus alter egos para salvar el mundo y esconderse, pero también hay otros ejemplos válidos y recientes de la cultura contemporánea: Lord Voldemort -de la saga Harry Potter- es el personaje que crea Tom Riddle, que, aunque siendo joven ya era malvado, necesita otra personalidad para conseguir el poder; Patrick Bateman, el yuppie del libro “American Psyco” -de Bret Easton Ellis- se acaba creyendo su propio personaje psicópata que le ayudaba a lidiar con el día a día.

Precisamente, uno de los ejemplos más ilustrativos del alter ego postmoderno lo creó Chuck Palahniuk con su primera novela, que en 1999 fue llevada al cine por David Fincher: “El Club de la Lucha”. En la trama, Jack es un pobre infeliz que sufre insomnio y que por las noches se convierte en Tyler Durden, un personaje que hace todo lo que él no se atreve a hacer. En el cine, Fincher fue muy gráfico: por un lado estaba el triste, escuálido, ojeroso y tonto del Jack de Edward Norton y, por otro, su alter ego: un Tyler Durden interpretado por Brad Pitt guapo, cachas, brillante, carismático y valiente. Casi podríamos decir que Tyler Durden es el alter ego que todos los hombres postmodernos elegirían crear.

Las personas que acuden cada año al Comic Con disfrazados buscan dos cosas: huir de su verdadera identidad -que les permite más licencias- y meterse en la piel de alguien al que admiran. El problema viene cuando, como le pasó a Jack o a Patrick, dejas de distinguir entre realidad y fantasía.

Virginia Vega

Héroes de ayer y de hoy

Los grafiteros y artistas callejeros se definen por su libertad de expresión y el carácter vandálico para todos los públicos  de sus efímeras obras… y también por su sinvergonzonería.
 
Eso debió pensar el ministro de cultura búlgaro, Vezhdi Rashidov, que llamó vándalo al que se atrevió a transformar la famosa escultura de los soldados soviéticos de Sofía en personajes de las revistas de los comics yanquis y la cultura popular.

Hace unas semanas, un artista anónimo convirtió un monumento dedicado a la liberación búlgara del nazismo por el Ejército Rojo de la Unión Soviética en una burla al alineamiento actual de la derecha populista del gobierno de Bulgaria.
 
El Bansky búlgaro, como lo llaman, hizo que los heroicos soldados grises soviéticos amanecieran coloridos y convertidos en superhéroes, villanos de cómic e iconos del consumismo occidental.
 
El frío bronce comunista estalló de color para convertirse en los occidentales Superman, El Joker, Santa Claus, Robin, Capitán América o Ronald McDonald sobre la frase "avanzando con el tiempo" escrita en negro.

Estatua

Esta atrevida incorrección política es una obra en toda regla que no desea ofender al tributo de la liberación búlgara de 1944 sino más bien resaltar la invasión que sufre Bulgaria: se acabó la URSS y llega EEUU.
 
Como todo buen arte callejero, la efímera obra fue restaurada por las autoridades, pero la ironía con la que se pintó hizo reflexionar a muchos sobre las contradicciones de la sociedad mundial actual.

Virginia Vega

Torre de Babel

En sus letreros lleva el apellido de un general pero el nombre de la Plaza de San Martín de Buenos Aires se va ligando poco a poco al de la literatura. Ha sido inspiración de grandes de la literatura como Borges o Benedetti y ahora es, no sólo pasto de creación poética, sino refugio de obras. Alrededor de 30.000 libros de todo el mundo, de todas las épocas y en cientos de idiomas forman la Torre de Babel, que se yergue con sus obras distribuidas en una espiral con 28 metros de altitud divididos en seis plantas.

 

La excusa de la instalación es el nombramiento de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011. Justifica su existencia el desasosiego que experimentó su creadora, la célebre artista pop argentina Marta Minujín, cuando no pudo encontrar ningún libro en español en determinadas partes del mundo. De vuelta en Buenos Aires, contó con la colaboración de 54 embajadas que donaron ejemplares de libros de sus respectivos países hasta formar un mosaico del pensamiento, la lengua y la cultura globales.


Lejos de pretender alcanzar el cielo como la bíblica Torre de Babel, la obra se ha constituido como una creación perecedera que se vendrá abajo el 28 de junio. Antes de su desaparición definitiva, se irá diseminando por los cientos de hogares de sus visitantes, invitados a llevarse un libro el último día de exposición. Con las obras restantes, se creará la primera biblioteca multilingüe de la ciudad y así seguirá la cadena trófica del arte: la arquitectura hecha de paredes literarias que vuelven en forma de pedazos a la biblioteca para ser contemplada, manoseada, digerida y quién sabe si no servirá de inspiración para nuevas obras y pensamientos.

Marta M. Mencía

OnOff


On Off es una sección de vídeo realizada por el Área de Intercambios de TVE. En este departamento visionamos, controlamos, oímos y advertimos al resto de la redacción de todo lo que pasa en el mundo.
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