La primavera. Vaya, vaya
Seguro que algunos de ustedes recuerdan una canción del verano que decía Vaya, vaya... Aquí no hay playa. Aquí tampoco, pero algo hay que hacer.
Así que los moscovitas cuando llega un día como el de hoy, toman todos los trastos de playa y se van a un parque.
Este año lo han podido hacer poco porque la primavera no ha acompañado. A un día decente, le sucedía una semana fresquita y lluviosa. Pero, desde hace dos o tres días, tenemos veintitantos grados y un sol luminoso desde la madrugada hasta que anochece. Y por estas tierras son muchas horas!
Este último domingo de mayo les he visto llegar al parque Vorontsovsky. Está al sur de la ciudad. Aparece en una película muy conocida por aquí, "Moscú no cree en las lágrimas". Ganó el Óscar a la mejor película extranjera en los setenta. En una escena se ve a un grupo de amigos pasando un día de campo...
El parque Vorontsovsky ha cambiado mucho, pero la costumbre permanece. Ves a familias enteras, niños, grupos de amigos, parejas acarameladas... Todos en bañador buscando el sol. Todos tumbados en toallas, esterillas, o mantas. Se llevan de todo menos la sombrilla. Comen, beben, se divierten...
En el parque hay zona de juegos infantiles, alquiler de bicicletas y un par de lagos minúsculos de aguas sucias y alquiler de barcas donde algunos pescadores intentan el más difícil todavía.
Este domingo ha sido uno de ésos para ensayar las vacaciones.
Aunque apenas hay papeleras, no se ven desperdicios por el suelo. Los moscovitas se los llevan hasta que encuentran donde depositarlos.
Otro rasgo de buena educación, nadie da la matraca con su música. Respetan los oídos de sus vecinos.
Así transcurre un festivo de casi verano. Cuando termina, siguen pensando en las vacaciones y lo cerca que está ya la playa. Vaya, vaya.