1 posts de noviembre 2009

Para qué estudiar?

Eso dice la chica, que añade, Compra un título!

Este anuncio está sacado de una de las miles de páginas que en Internet venden títulos universitarios rusos.

Sólo es cuestión de tener el dinero suficiente que, por otra parte, tampoco es mucho. Una licenciatura sale por unos 500 euros. Si se quiere con un expediente repleto de sobresalientes, hay que añadir otros 100 euros. Y si el título es de una carrera técnica puede llegar hasta los 1.000.

Así que, como dice la chica, ¿para qué pasarse unos cuantos años en una Facultad o Escuela Universitaria? ¿Para qué ir a calse? ¿Para qué dejarse unas dioptrías a la luz de un flexo?

Como se dice por estas tierras, todo puede arreglarse de una "forma humana".

El procedimiento para conseguirlo es muy sencillo. Primero, escribir en Internet, comprar diploma. Segundo, telefonear a uno de los miles de números que ofrecen el "servicio". Tercero, elegir carrera, expediente, promoción... vamos, los detalles. Y ya está.

Algunas de estas páginas muestran el catálogo de sus "productos".


Naturalmente, es ilegal. Pero se hace. Me cuentan lo que le sucedió una veterana médico. Hace unos cuantos años llegó a su hospital un joven recién titulado. Lo pusieron de patitas en la calle a los pocos días por sus nulos conocimientos. Poco después, visitó a un compañero de otro hospital. Allí se dio de morros con el aspirante iletrado. Acababa de empezar en este segundo hospital. Enseguida lo despidieron. Años después esta médico, hoy ya jubilada, supo que en un centro sanitario de provincias trabajaba hacía tiempo el "aspirante". Y puede que allí siga... La mujer sigue soliviantándose cuando recuerda el caso.

La ley castiga con multas de hasta 2.000 euros la utilización de títulos falsos; y con hasta dos años de cárcel a quien los facilite...

Algunas compañías han empezado a comprobar toda la documentación que les llega en las solicitudes de trabajo. Encuentran que aproximademente el 10 por 100 de los títulos que les presentan son falsos.

Contrastar la autenticidad de un título lleva tiempo. Un empleado debe acudir al centro que lo expidió. Y así uno tras otro. Un engorro. Las empresas se quejan de que no haya un banco de datos unificado. La necesidad ha creado la función. Ya han aparecido empresas que realizan el servicio de comprobación.

En algunas dependencias oficiales aplican el detector de mentiras a los solicitantes de trabajo. Pero ya se sabe que con sangre fría se puede superar la prueba del polígrafo.

La picaresca es universal y suplanta a la cultura del esfuerzo. Cambiarlo es una tarea de titanes a largo plazo, que los gobernantes deben acometer. De momento, hay discursos, leyes, decretos... Pero el fruto tardará en verse.

Carlos Salvador


Creo que llego con retraso. Es algo que me pasa con frecuencia. Creo que debía haber explicado el título del blog al inicio. Pero, bueno, más vale tarde que...
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