Otra vez el Aurora
Fue la campana que anunció los nuevos tiempos, el trueno que haría temblar y resquebrejarse los cimientos de la corrompida sociedad burguesa... Éso y otras muchas cosas, según la propaganda bolchevique.
Ya saben. Puede decirse que los cañonazos desde el crucero Aurora marcaron el inicio de la Revolución de Octubre. Pero ha llovido mucho desde aquel 1917. Ha llovido, nevado y hecho calor. Han pasado tantas cosas! Hasta la sociedad nueva, aquella que debía dar a cada uno lo que necesitase y recibir de cada uno lo mejor que pudiera dar, se convirtió en retrógrada y esclerotizada, incapaz de dar casi nada y de recibir muy poco.
Pero siempre, amarrado a un muelle de San Petersburgo, ha estado el crucero Aurora. Un símbolo, un mito, un monumento...
Pero los tiempos han cambiado. Ahora se debate que hacer con él. Pasa como con tantos otros emblemas del pasado. Al parecer la Marina quiere dejar de ser la responsable del barco y quiere transferirlo al Gobierno de San Petersburgo o a alguna institución cultural.
Ya les conté como un magnate ofreció a bordo del Aurora una fiesta el verano pasado. Aquello fue muy criticado por los comunistas peterburgueses, que son muy activos en este tipo de cosas... Quisieron poner a un lado de una estatua de Lenin un monumento a su esposa y al otro lado otro a su amante!
Y aquí entran en juego las contradicciones propias, tal vez del capitalismo, y que, a menudo, son la sal de la historia.
Ahora el mismo magnate, Mijail Projorov, ofrece su colaboración para evitar que el buque se convierta una especie de parque temático que sólo sirva para rodar videoclips musicales o, pasménse, "realizar fiestas". En una carta abierta, habla de preservar la memoria de los veteranos y los sentimientos de los patriotas.
De momento, Projorov no ha hecho público en cuanto ha tasado la memoria y el sentimiento. Todo se andará.
Así que ya ven, el capitalismo más salvaje, pero también más tecnologizado puede ser el noray al que se amarre el icono de la Revolución de Octubre. Cosas veredes, Sancho!
PD.- Mijail Projorov, 44 años, se hizo rico, rico en el negocio de los metales preciosos. También se ha dedicado a los fondos de inversión. Su fortuna personal, después de la crisis se calcula en unos 9.400 millones de dólares. Ultimamente se le asoció con ds clubes deportivos. En fútbol quiso comprar el (o la) Roma, y en baloncesto a los Nets de Nueva Jersey. Ésta segunda operación, según creo, sí la ha culminado
zazha dijo
Roman Ibramovish solo quiere petroleo ??
si , pues para eso esta CHUKOTKA
11 dic 2009