Cuando el zorro cuida el gallinero
Hace unos días se daba a conocer una noticia que, cuando menos, inquietante. El año pasado en Rusia agentes de Policía cometieron más de 5.000 delitos. La mayor parte de ellos relacionados con pequeños sobornos. También había falsificación de pruebas, robos y hasta asesinatos.
No es mucho suponer que en un país democrático los responsables de los Cuerpos de Seguridad ya habrían dimitido encabezados por el ministro del Interior. Aquí, no.
La historia ha pasado sin más. Sólo ha sido una noticia que apenas ha ocupado espacios y tiempos en los medios de comunicación.
Como siempre que damos noticias de este tipo, aparece la estadística. Los delitos cometidos por los guardias aumentaron en 2009 más de un 11 por 100. Así que no es de extrañar que en argot a los policías en Rusia se les llame basura.
Como a todo se acostumbra uno, pues sabes que el policía que te cruzas por la calle puede ser un chorizo. Confianza por todo lo alto.
Cuando hablas de ello con la gente, nadie se extraña. Se acepta como otro mal de los que azotan al país y ya está.
Pero no se crean que todo está perdido. Aparecen voces denunciando la situación. Son pocas, pero con conocimiento de causa. La más sobresaliente en estos últimos meses ha sido la de Alexei Dymovsky, un oficial del cuerpo en la ciudad de Novosisks.
Colgó dos videos en You Tube pidiendo al primer ministro, Valdimir Putin, que tomara cartas en el asunto. Tal vez las haya tomado, o tal vez no. Pero la semana pasada Dymovsky fue detenido y acusado de fraude y ade buso de poder. Pueden caerle hasta seis años de cárcel.
Hace unos meses, un diputado de la gubenamental Rusia Unida llegó a pedir la disolución de los Cuerpos de Seguridad y la constitución de otros nuevos. Le vinieron a decir que se callara, que éso no era de su negociado.
Y a todo esto el presidente Medviedev cada dos por tres habla de luchar contra la corrupción y de reformar el sistema y de...
Pero, de momento, parece que el zorro sigue cuidando del gallinero.