¿Por qué esta gente no sonríe?
Al principio me sorprendía. Luego me acostumbré. Al principio no entendía porqué mis vecinos no me devolvían mi saludo al encontrarnos en el ascensor. Luego dejé de saludar.
Es la costumbre, me informaron amigos y conocidos. Ahora lo encuentro normal.
En esos primeros meses encontraba extraño que camareros o vendedores no sonrieran nunca. Estaba acostumbrado a todo lo contrario. Así son las cosas en este país, volvieron a decirme.
Por fin me he enterado de porqué los rusos no sonríen de buenas a primeras.
Hay estudios universitarios al respecto. No tantos como para explicar el enigma de la sonrisa de Mona Lisa, pero los hay.
Acabo de encontrarme con uno que firma el profesor Sternin de la Universidad de Voroniezh.
En Rusia no existe la tradición de sonreir. Aquí no es un gesto de cortesía, sino una muestra falsa. Sólo se usa con los amigos, los conocidos o los compañeros del trabajo. La dependienta no sonríe porque no conoce al cliente.
La gente rusa necesita una buena razón para sonreir. Tiene que encontrarse en un buen estado de ánimo o en medio de una conversación agradable.
En este país es la máxima expresión de la simpatía. Por eso no la gastan en vano, explica el profesor Sternin.
Así que no se extrañen cuando viajen a este país que ni el taxista, ni el recepcionista del hotel, ni en el restaurante... ni nadie en ningún lugar, les sonría. No es costumbre...
Además en Rusia no se diferencia entre la risa y la sonrisa. Quizá un proverbio lo explique un poco mejor. Dice que la risa sin razón es una señal de estupidez.