Útimas tardes con Marsé
Hoy me siento feliz. Y no porque sea viernes, que es cuando escribo en este blog con el fin de semana a la vuelta de la esquina, o porque el Barça, mi Barça, vaya viento en popa por esos mundos futbolísticos de hoy en día. Me siento feliz porque le han dado el Premio Cervantes a uno de los escritores que marcaron mi adolescencia lectora, Juan Marsé .
Cuando me preguntan por mis lecturas de infancia y juventud, siempre respondo que soy hijo de Círculo de Lectores y de Marsé. Cierto es que no faltaron los inevitables relatos de Enid Blyton, Salgari, Stevenson, García Márquez, Hermann Hesse y compañía. Pero es que mi padre era socio de Círculo, y para una generación de este país eso tuvo una gran importancia, ya que veíamos como los libros llegaban regularmente a casa todos los meses. En aquella librería del comedor recuerdo La noria de Luis Romero, Edad prohibida de Torcuato Luca de Tena, había novelas de Martin Vigil, y todas ellas y muchas más, fueron alimentando mi pasión por los libros, aunque probablemente algunos no me correspondían por edad. Pero si algún título recuerdo de una manera especial en mi adolescencia, es Últimas tardes con Teresa de Marsé.
Soy hijo de un barrio de la periferia de Barcelona, y ver las andanzas del Pijoaparte junto a Teresa y los suyos, fueron como un espejo vital donde reflejarse. No entraré en disquisiciones técnicas sobre la narrativa de este escritor barcelonés, sobre si dio o no un paso más allá en el realismo social literario que imperaba en aquella época, porque no es lo que me apetece hacer en estos momentos. Yo solo quería hablaros de emociones, de ese sentimiento de pertenencia que uno siente cuando conecta con el alma de una novela, cuando sabes que aquello que te están contando se te clava en lo más profundo, y descubres que ya ni el paso del tiempo logrará robarte esa emoción, esa sensación de que esa historia ha sido escrita para ti. No quisiera parecer cursi pero es así como lo siento.
Luego vinieron otros libros de Marsé, Si te dicen que caí, Encerrados en un solo juguete y muchas, más, pero Últimas tardes con Teresa sigue siendo mi novela marseniana por excelencia. No sé si a vosotros os habrá ocurrido algo parecido con vuestras primeras lecturas. Es lo mismo que pasa con algunas películas, que por mucho que pase el tiempo, recuerdas perfectamente el día en que la estabas viendo por primera vez en aquel cine del barrio, en mi caso, comiendo siempre un bocadillo que me preparaba mi madre. La de películas del Oeste y de romanos (así las llamábamos) que disfruté en aquellas inolvidables dobles sesiones de los sábados y domingos por la tarde.
En fin, que me he puesto sentimental, pero es que la noticia de este galardón me ha regalado un flashback emocional que me apetecía compartir con vosotros. Ahora me gustaría conocer los vuestros, si también os apetece poneros sentimentales, claro. Abrazos.
TERESA dijo
Cuando tenía 15 años, en una fiesta del amigo invisible que hicimos en el Instituto, alguien me regaló "Últimas tardes con Teresa". Por supuesto aún no conocía a Marsé y el título del libro, como me llamo Teresa, me hizo ruborizar ante el alborozo de mis compañeros que se burlaban y reían gritando: "Tienes un admirador, tienes un admirador". Aunque eso no fue lo peor, porque a esa edad y dado que la mayoría leía poco, todos gritaban que el susodicho admirador era el profesor de matemáticas porque ¿a quien sino a un profesor se le iba a ocurrir regalar un libro?. Cuando lo leí me encantó y estuve de acuerdo con mis compañeros en que el regalo procedía de alguién que, jugando con el titulo de la novela y mi nombre, intentó hacerme un regalo entrañable, como así fue. Después de aquel, con el tiempo, he leído otros libros de Marsé ("Si te dicen que caí", "La muchacha de las bragas de oro", "La oscura historia de la prima Monse" y he visto otras tantas adaptaciones de sus obras al cine (la última "Canciones de amor en Lolita's Club"), pero "Últimas tardes con Teresa" siempre ha sido especial y con el tiempo comprendí que la persona que me lo regaló, al hacerlo, me demostró que me apreciaba y mucho.
02 dic 2008
Esther Liras García dijo
Un gusto conocerte en las ondas y ahora aquí. A estas horas de la noche, por casualidad, he caído en tu blog (aún no sé cómo), y me he puesto sentimental contigo. Con lo de Marsé, desde luego. Menudo trabajo hice de la novela "Si te dicen que caí" en 1º de BUP (1979-80). Luego vinieron todasas demás, porque me las he leído todas- Así que yo también me alegré con el premio. Y ahora me voy a la cama contenta de encontrar un alma casi gemela. Yo, barcelonesa por nacimiento y por devoción, madre de gemelas (y otro niño), oyente de la SER, lectora precoz con el Círculo de Lectores, del que mis padres también eran socios y que venía puntualmente cada mes a casa (La noria, Los cipreses creen en Dios, ....), Enid Blyton, Martín Vigil, Luca de Tena, Hesse, El Principito.... Te visitaré más veces. Bona nit
03 dic 2008
Conchi dijo
Yo a quien le debo la pasión por la literatura es a mi padre que un día me llevó a su biblioteca y me dijo: "Mira, todos estos libros -señalando una leja- son para que los leas puedes venir cuando quieras y coger uno" Me aficioné a Julio Verne, después vendría Martin Gaite. Y muchos más. PAra mi Martin Gaite es la que conecta ese mundo interior del lector con el universo infinito del autor y de la novela. Cuando leo algo de ella es como si el tiempo ya no existiera y como si escribiera para mi.
Por cierto, a la sugerencia que nos haces en el último programa como despedida, para mi ya sois un icono de un programa excelente de libros, autores, literatura...
05 dic 2008
xhandra dijo
Últimas tardes con Teresa también ha marcado parte de mi vida. Sin duda alguna es una de las lecturas que más admiro; la belleza de las descripciones hiladas con los adjetivos más sutiles han creado imágenes en mi cabeza que tal vez serán imborrables. Compañero infatigable, este libro me ha acompañado en mis viajes dentro y fuera de España. He repetido la lectura de todas sus páginas y en ocasiones de algunos pasajes al azar: Teresa en la playa..., Teresa corriendo fugaz en su auto..., las escenas en el dormitorio..., el calor de la fiebre...
Marsé consigue transportar y más aún, transmitir; transmitir imágenes, sonidos, olores... con toda la sencillez de la realidad.
Enhorabuena por ese merecidísimo premio.
07 dic 2008
Eyre dijo
pues sí, qué grande es Marsé y qué poca justícia le ha hecho el cine...
11 dic 2008
Esteparia dijo
Lamento no haber leído aún nada de Juan Marsé.
Sin embargo, sí hay una Teresa en mi imaginería literaria, la Teresa de "La insoportable levedad del ser", con quien conecté de manera única cuando leí por primera vez la novela, hace años, y que me llevó a devorar el resto de la obra de Milan Kundera hasta el día de hoy. Curiosamente, creo que ahora soy más Sabina. :)
También me he sentido Tom Wingo en "El príncipe de las mareas", de Pat Conroy (mi identificación más plena), Isabel Archer en el "Retrato de una dama" en Henry James, y, por supuesto, Harry Haller en "El lobo estepario", de donde procede mi nick.
16 dic 2008
joaquin dijo
poemas del Mundo
novela.. el Embrujo de Alhambra
DOS GRANDES OBRAS NOVELA EL EMBRUJO DE ALHAMBRA DE MARIA VILLAMAYOR Y POEMAS DEL MUNDO POETA JOAQUIN SARRION
17 jun 2011
Anouka dijo
Tuve ocasión de conocer a Juan Marsé cuando trabajaba en la Biblioteca Pública del popular barrio barcelonés del Carmel, -donde transcurren varias de sus novelas- y que, en honor a él, lleva por nombre El Carmel-Juan Marsé.
Estoy de acuerdo con los comentarios anteriores, creo que el premio es merecido! Enhorabuena!
17 jun 2011
Niño Burbuja dijo
El año pasado leí "Últimas tardes con Teresa" y me gustó tanto tanto que me da miedo ir a por otro libro de Marsé, por si se rompe el hechizo.
17 jun 2011
Jaime dijo
Por fin hay justicia. Por fin...
17 jun 2011
Marian dijo
Alguien me puede informar a qué hora y qué día podemos ver el programa en el canal internacional. Antes lo veía los domingos pero ahora no lo dan, vivo fuera y no tengo otra forma de seguiros.
A mi también me gusta Marsé.
17 jun 2011
Carlos dijo
Estimado Oscar: Comparto sus mismos deseos sobre Juan Marsé, porque ya se lo merecía. Ante todo, se ha quedado el premio en España, que es lo más importante, y por otro, que el galardón ha recaído en uno de los escritores de la Generación de los 50.
Le sigo todos los domingos en Página2, que me parece un programa espléndido, aunque se me hace muy corto, porque soy un gran amante de los libros, que por eso será.
Un abrazo y enhorabuena por el programa y por su blog.
17 jun 2011
Pilar Cantarero dijo
Hola Oscar, yo tambien leí hace mucho "Últimas tardes con Teresa" y me gustó. De Martin Vigil tambien lei mucho sobre todo en el colegio y despues. Recuerdo que una vez compré en una libreria que había en las Ramblas el último publicado y no me puede esperar a llegar a casa para empezar a leerlo y me metí en la iglesia que hay en las ramblas esquina cr. del Carmen y allí lo empecé. El circulo de lectores formaba parte de la vida y de la historia , pero llegó un momento en que descubrí que desde el momento en que pienso en comprarme un libro en concreto ya empiezo a vivir la emocion del mismo, me gusta ir una vez y otra a la libreria ojearlo, tocarlo, convencerme de que me gusta, que no me defraudará , en fin... todo un protocolo que hace que sea más meditada su compra, pues no hay nada que me fustre más que comprar un libro de manera impetuosa y me decepcione.
Espero que no hagais vacaciones por Navidad. un abrazo y hasta el domingo
17 jun 2011
Amaya dijo
He de confesar que no he leído a marsé, a pesar de que también me he criado con el Círculo de lectores. Pero prometo hacerlo. Acabo de terminar un libro que me ha provocado esa sensación que describe de plena conexión con el autor, en este caso Murakami. Gracias por su estupendo programa
17 jun 2011
Ana dijo
Me identifico plenamente con esas sensaciones que también despertaron en mí el libro de Marsé "Ultimas tardes con Teresa". Cuando leí la noticia de la concesión del premio Cervantes lo primero que vino a mi memoria fue el recuerdo de la lectura del libro, y el descubrimiento de la lectura para "mayores". Lo recuerdo con mucho cariño y como hizo que me sumergiera en una historia maravillosa, y eso que ya han pasado algunos años. Bueno no quiero ponerme sentimental y gracias a Dios sigo emocionándome con algunos libros que cuando los termino se quedan formando parte en mi vida.
17 jun 2011
Anónimo dijo
Comparto plenamente tus sensaciones al rememorar a Marsé, ahora felizmente premiado. Recuerdo cuando cayó en mis manos un ejemplar de "Si te dicen que caí". Luego vinieron los demás, y sus artículos en la inolvidable revista "Por favor". Llegué a la universidad marcado por sus lecturas, y aún recuerdo que muchos me miraban con cara rara cuando lo citaba como uno de mis escritores favoritos (hace más de 30 años). No he podido superar la tentación de hacer un guiño a Marsé en mi blog. En el tuyo me confieso abiertamente, para eso es un templo de la Literatura.
Un abrazo desde Londres.
17 jun 2011