Unas historias de miedo
Vaya por delante que a mí esto de Halloween me resulta ajeno, y más que miedo me da risa, pero no así todo aquello que tiene que ver con el terror y, sobre todo, con la literatura de terror. Sin ser un especialista en la materia, debo reconocer que en mis años de juventud disfruté como un bellaco de algunos ilustres escritores de los que os quiero aconsejar algún título, por si tenéis a bien acongojaros un poco durante estos días donde los cementerios se convierten en un paisaje recurrente. Por cierto, abro digresión: aprovecho para recomendaros una lectura terrorífica en cualquiera de ellos. Lo hice en varias ocasiones y la experiencia fue increíble. Cierro digresión. Así que me vais a permitir que os recomiende la lectura de una historia de la que sin duda bebieron autores como Poe o Whitman. Se trata de La leyenda de Sleepy Hollow de Washington Irving, donde un jinete sin cabeza aterroriza a la gente de un pueblo, y que muchos recordaréis con Johnny Deep subido a caballo. Valdemar tiene una estupenda edición en la calle que podéis leer. Pero casi os diría que el autor que de verdad me las hizo pasar canutas fue H.P. Lovecraft. Es el escritor más aterrador con el que me he enfrentado nunca. Su producción literaria suele dividirse en tres periodos y yo os recomiendo especialmente el que se refiere a los Mitos de Cthulhu. Encontraréis un montón de relatos, todos ellos terribles. Claro que también Poe tendría su lugar en este post del terror con La máscara de la muerte roja, como Henry James con sus Historias de fantasmas, o Robert L. Stevenson, de quien Nórdica acaba de publicar un precioso libro ilustrado de las aventuras del Doctor Jeckyll y Mr. Hyde. De hecho, incluso Oscar Wilde debería aparecer aquí ya que consiguió inquietarnos a muchos con su Retrato de Dorian Gray. Pero me vais a permitir que avance en el tiempo y os recomiende otro clásico moderno que siempre reivindico por la calidad de sus textos. Me refiero a Stephen King, injustamente tildado de autor menor y comercial, cuando tiene en su poder obras de la talla de Misery, que me sigue poniendo los pelos de punta. Actualmente son varios los escritores que representan muy dignamente este género. Ahí está Anne Rice de quien acaba de aparecer