Y ahora.... Montmeló
Conversación de Dovizioso y Rossi
Dani se ha operado. Al final ha optado por pasar por el quirófano para colocar una nueva placa de titanio, esta vez en la clavícula derecha, y fijar la fractura. Aún así, seguimos sin saber si estará o no en Montmeló. Ojalá la respuesta sea sí. Ojalá podamos ver a Dani pilotar en casa y frente a su afición.
Sea así o no, lo que está claro es que esta caída lastra, y mucho, una temporada en la que Pedrosa era claro favorito al título. Bueno, quizá todavía lo es –esto es muy largo–, pero las cosas se han puesto muy difíciles en el que es, por muchas razones, un año clave para él. El último título de 800cc antes de la llegada de las 1000cc que, seguro, igualarán y complicarán todavía más las cosas.
Seguramente por eso, porque este año hay varios pilotos que pueden aspirar a la última corona de 800cc –y algunos más a ganar carreras– la lucha por el Mundial no se queda solo en el asfalto. La tensión se ha disparado también en las ruedas de prensa y otros rincones del paddock. La pregunta ahora es: ¿hasta cuándo?
En mi opinión, la respuesta es “hasta ya”. Parece claro que en Le Mans tocamos techo y ahora nos toca a todos rebajar la temperatura… Por eso, me gustaron las palabras de Jorge Lorenzo. Nada más salir de la clínica móvil –recién acabada la carrera– le pregunté por el incidente entre Simoncelli y Pedrosa. Jorge contestó que no tenía nada más que decir.
Y es que, todo lo que tenía que decir, ya lo había dicho antes. Lamentablemente, la caída de Dani le dio la razón.
El campeón del Mundo ha pedido también perdón por el adelantamiento que le hizo a Dovi. Una acción de la que, por cierto, las cámaras de nuestros compañeros de Paddock GP pillaron hablando con “ironía” a Rossi y Dovizioso en la “trastienda” del podio (si todavía no lo habéis visto, echad un vistazo aquí y comentad qué os parece).
A calmar los ánimos contribuiría también, tal vez, que un puñetazo como el de Stoner a De Puniet no saliera tan “barato”. No sé qué opináis vosotros.
En cualquier caso, creo que, en estas dos semanas, todos –pilotos, equipos, organizadores, FIM y periodistas incluidos– deberíamos aprender de lo que ha pasado, poner los medios para intentar que no se vuelva a repetir y rebajar tensiones, para que en Montmeló de lo que más se hable sea, por ejemplo, de que un español lidera el Mundial de MotoGP.
O que, con tan solo 18 años, Marc Márquez consiguió su primera victoria en Moto2. O de que ya tenemos otra joven promesa como Maverick Viñales, el español más joven en ganar un GP, haciendo historia.
Para eso, para lo bueno, también fue “explosivo” el circuito de Le Mans.