¿SE LE ENTIENDE?

Uno de los retos del casting era encontrar al personaje de Wilson, al que en "la biblia" de la serie definíamos así:

45 años. Es el hombre de los recados, el conductor del 4x4 más machacado del centro y el conseguidor por excelencia. (...) Wilson es un hombre sencillo, muy servicial y bienintencionado, aunque chapucero y a ratos ineficaz, insufriblemente parlanchín, amante del aguardiente que destila su madre, incansable aficionado a la cumbia, y devoto de su virgen local hasta la idolatría y la superstición. Está llamado a ser el personaje más cómico de la serie, un tipo optimista que lo ha visto ya todo en la vida y vive todo con paciencia y resignación, siempre a la espera de buenos momentos cuando está en los momentos malos, y de apurar bien los ratos felices cuando estos se dan, acompañándolos con un buen trago, tabaco y música. Su vocación es la de caer bien y ser simpático, puede resultar desesperante en su ineficacia y en sus ganas de confraternizar, pero se aprecia su lealtad, su bondad y su transparencia.

Estaba claro que había que creerse a Wilson, su comicidad debería ser natural y no estilizada ni impostada, su físico, de persona que esperaríamos encontrarnos en cualquier recóndito lugar de Latinoamérica... el único problema en buscar a alguien tan auténtico era que al tipo se le entendiera al hablar. Nos hablaron de un tal Fabio Restrepo , antiguo taxista de Medellín, que había hecho papeles de narcos en la versión original de Sin Tetas No Hay Paraíso y en Sumas y Restas del cineasta colombiano Víctor Gaviria. No sabíamos nada de él, sólo lo que vimos en este vídeo de Youtube, que fue su debut como actor, bien entrado en la cuarentena y sin experiencia previa:

Fabio es el bajito de bigotes que sale a partir del 1:26. Al verlo en youtube nos fascinó, como decía un productor de cuyo nombre no me acuerdo: "ser actor es muy fácil o imposible". Para Fabio, es fácil. Nos pasamos una semana entera imitando sus improperios y su argot, y viendo una y otra vez estos 6 minutos extraídos de Sumas y Restas, que fue lo que nos bastó para convencernos. Luego alguien puso el sentido común e hizo la pregunta del millón: ¿Pero qué está diciendo? ¿A este señor se le entiende algo? ¿Lo van a entender los espectadores españoles?

Nuestra respuesta es sí. Se le entiende sin entendérsele. O quizás no haya que entender todo lo que dice para entender lo que dice. Mi madre no le entiende un pimiento, y sin embargo siempre sabe lo que siente y a lo que está. Transmite sensaciones y sentimientos con el tono, con la mueca, con el cuerpo.

RTVE.es 25.mar.2008 10:56

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