Dos pescadores junto al lago Niassa despues de una jornada de pesca. Estela L.
Salimos de Malawi acompañados por la orilla del lago Niassa como si de una pintura a óleo se tratara. Estar frente a semejante creación de la naturaleza te hace sentirla y defenderla con mayor entusiasmo. Sin el humo y ajetreo de la ciudad, el hombre vive junto a ella. Es una convivencia de respeto mutuo.
Con el gran convoy en el que viajamos, compuesto de seis vehículos y dos camiones, nos sentimos intrusos al adentrarnos en las orillas del gran lago. Es la hora del almuerzo y que mejor lugar que este.impresionante su magnitud, la gran cantidad de agua dulce que bañan unas pequeñas barcas de madera. Justo nos encontramos junto a una minúscula cabaña de pescador dónde un joven descansa apoyado sobre redes después de una jornada de pesca.
Un joven pescador junto a su hermano pequeño. Estela L.
Empiezo a entablar una conversación con él pero, entre mi ignorancia hablando Chichewa y su poco inglés, se convierte en un intento fallido. Lo único que llego a entender a través del idioma de los gestos es que se dedica a la pesca. No consigo retener su nombre. Debe tener unos 16 años y como para muchas familias de la zona este es su mayor medio de subsistencia.

Pequeños de familia pesquera nos acompañaron en el almuerzo del dia. Estela L.
Necesidades que pueden ser creadas
Con la curiosidad de una veintena de niños alrededor disfrutamos de las vistas del lago Malawi. Probablemente seamos su entretenimiento del día. Sin pedir nada a cambio, ni comida ni dinero. Todavía no están contaminados por el turismo. El turista acostumbra a dar sin ser consciente de las consecuencias que puede suponer.
En realidad, el debate está en la mesa. Te puedes encontrar amplio abanico de opiniones al respecto. ¿Te gustaría que tus niños esperaran en las carreteras a la espera de que musungus o blanquitos les dieran limosnas, cuando en realidad deberían estar en el colegio?, ¿Hasta que punto llegamos a crearles necesidades que ni se plantearían? ¿Va a sacarles de su situación un dólar o un caramelito?
Un acto de buena voluntad se puede convertir en algo contraproducente a largo plazo. Por su propio bien, puede que la mejor solución sea jugar a su mismo juego. Una fina linea de lo que es correcto o incorrecto.
Aquí en África los trueques están a la orden del día. Incluso en los mercados prefieren cambiar sus pulseras y esculturas artesanales por comida o ropa, antes que por dinero. Hasta un pequeña acción por parte de ellos es una oportunidad para obsequiarles con algo, como gesto de gratitud.
Mujeres curiosas en nuestra breve parada en Mozambique. Estela L.
Un paso fugaz pero con huella
Seguimos con nuestra ruta para dirigirnos hacia Mozambique. Un país que se convierte en mero tránsito para llegar hasta Zimababue. Muy a mi pesar y al de muchos pero aquí los tiempos son oro. Muchos países en pocos meses. No podemos abarcar todo lo que nos gustaría.
Entramos por el corredor de Tete. A las puertas... Mozambique y el titánico río Zambeze.
Un país ligado a nosotros. Primos nuestros, como antigua colonia portuguesa. Una herencia ibérica rodeada de países con historia británica.
Nada más pisar tierras mozambiqueñas se aprecia esa pobreza que le sitúa entre los diez países más pobres del mundo.
Como estrellas fugaces cruzamos Mozambique pero nuestras ansias por conocer más provocó una parada inolvidable en un pequeño mercado dónde nos hablaron de la situación de su país y como está surgiendo de las cenizas después de la dura guerra civil que los dejó bajo la miseria más absoluta.
Un amable lugareño nos cuenta esas oportunidades que se van dejando asomar cada vez más . Una luz de esperanza se refleja en esa orgullosa mirada de ser mozambiqueño.
Una pequeña mozambiqueña cuidando de su hermano, como si de una mujer se tratara. Estela L.