En avioneta por la selva boliviana
sábado 13.mar.2010 por RTVE.es 7 Comentarios
- "Qué suerte poder trabajar de periodista y recorrer el mundo entero", comentaba el capitán Teddy a los mandos de su Cessna. Una avioneta con capacidad para cinco personas con la que lleva más de veinte años sobrevolando el Oriente boliviano, la selva, los ríos dormidos como grandes serpientes en busca del Amazonas.
- "Usted sí que tiene suerte", replicaba yo dando voces en el interior del pequeño aparato para que me oyese mientras la radio soltaba avisos ininteligibles y veíamos el ganado casi subido a los árboles para evitar la increíble inundación que -un año más- anega la región de El Beni.
- "Eso de enfrente no es bueno, ¿verdad?", continué gritando por encima del ruido de la hélice.
- "No", contestaba el capitán con mucha flema y la tranquilidad de un experto en evitar tormentas.
Estábamos regresando de San Lorenzo de Moxos (léase "Mojos") una antigua reducción jesuítica que hoy dirigen las Hijas de la Caridad entre la etnia de los trinitarios moxos. El viaje de ida había sido tranquilo y a baja altura para permitirnos la grabación. El capitán Teddy colaboró desde el principio con nosotros para facilitarnos el trabajo y permitirnos ver cómo las aguas se han comido parte de la selva. El gobierno de Bolivia ha declarado el estado de emergencia y han tenido que trasladar más de un millón de cabezas de ganado para que no perecieran ahogadas. Las familias afectadas viven en chabolas de plástico improvisado desde hace un mes a la espera de que las aguas vuelvan a su cauce.
En San Lorenzo de Moxos, un lugar inaccesible por carretera y a dos jornadas de camino por vía fluvial llegamos en la avioneta de Teddy disfrutando del paisaje y como si fuéramos turistas. Allí hemos grabado el cabildo indigenal, sus cantos tradicionales en moxeño (léase "mojeño") su propia lengua. Hemos visto cómo las mujeres conservan la cultura del tejido en telares antiguos, nos han dejado participar en un Vía Crucis nocturno lleno de velas que desafían a la falta de luz eléctrica en esta pequeña población de apenas 1.500 habitantes.
Esta mañana, antes de regresar a Trinidad (la capital del estado selvático de El Beni) las Hijas de la Caridad nos han mostrado el internado en el que conviven 82 chicos y chicas indígenas procedentes de las comunidades del interior. Y nos hemos ido de pesca con ellos, en cayuco, alguna que otra piraña para la cena. En total más de dos horas recorriendo ríos y lagunas con arcos, flechas y carne para los peces que ensartaban en sus anzuelos artesanales para lanzar sin necesidad de caña. El sol, otra vez, nos ha vuelto a tostar las orejas, el cuello y las napias.
Antes de regresar a Trinidad también hemos podido ver algunos animales salvajes que una familia cuida en su jardín como si fuesen domésticos. Un jaguar (acá le dicen "tigre") y un jabalí de la selva. Pero sin duda, la experiencia del día, ha sido el vuelo de vuelta en la avioneta de Teddy.
Todo iba a las mil maravillas. La lluvia torrencial que nos despertó en la mañana había dado paso a un cielo despejado perfectamente diseñado para quemar la piel de los blanquitos de la tele. La avioneta llegaba puntualmente a la pista de aterrizaje sin charcos y con la hierba bastante arregladita. Nosotros podíamos grabar a Teddy con su Cessna tomando tierra para completar la secuencia con el plano despegando que tomamos el día que nos dejó en San Lorenzo.
Teddy nos invitaba a desviarnos siete minutos para sobrevolar la misión de San Francisco de Moxos en la que un jesuita español dirige el internado. Les saludamos desde el aire sobrevolando en círculo para grabar las terribles inundaciones que rodean esta localidad, muy parecida a San Lorenzo.
Al llegar a Trinidad, las nubes comienzan a cerrarse, todo se pone negro y los rayos comienzan a caer en una sinfonía de luz y color que no presagiaba nada bueno. Y no lo era.
Desde la torre de control impiden que nuestra avioneta tome tierra en Trinidad y Teddy comienza a dar vueltas y vueltas sobre el río Mamoré esperando que las nubes y la meteorología den tregua a nuestra pequeña aeronave. La hélice ahora parece que va más despacio, el motor suena cada vez más fuerte, toda nuestra atención se centra ahora en el sonido de la radio, en los mensajes que llegan desde el pequeño aeropuerto indicando la velocidad del viento, la visibilidad y las precipitaciones. Entonces el capitán Teddy susurra en su micrófono una indicación a la torre y le conceden permiso para aterrizar. Ha visto un hueco en la tormenta y, rodeando por el sur, consigue posar su avioneta en tierra con el equipo de PUEBLO DE DIOS intacto y recuperando el habla y la sonrisa.
Mañana salimos a recorrer el río Mamoré en el "Santa Luisa", el barco de las misioneras. Estaremos tres días entre caimanes, serpientes, jaguares y monos. Las hermanas nos han avisado: "Cuidado con los mosquitos, son el animal más peligroso".
A la vuelta os contamos.
Ricardo dijo
¡¡¡Enhorabuena, chicos, ya sabéis de verdad lo que es una tormenta tropical dentro de una avioneta!!!!
Ya sabéis que a los de Pueblo de Dios nunca les pasa nada....grave. La Providencia está con ellos.
Un abrazo y ánimo.
Pórtate bien Carlitos
Beita dijo
Muchos besos, amigos!!!!Yo tambien os echo de menos y espero ser testigo que futuras tormentas con final feliz, como vosotros.Cuidaos muchoooo, aunque el "patrocinador",como dice Ricardo,ya os cuida........
Roberto Domingo dijo
¡¡Hola compañeros!!
Qué buenas caras tenéis. Se ve que la tormenta no era para tanto y que la pluma de Santi también es Átlética (ensalza las derrotas hasta convertirlas en gestas).
Sin duda, buen "clima" estáis teniendo. Juan, esa sonrisa te delata (ya estás enganchado). Carlos, cuidado con las panorámicas de Fernando. ¡Ya sabes que sólo tenemos 25 minutos! Fernando, perdona amigo, a ver si repetimos.
Santi, un abrazo. Yo para Perú me estoy haciendo un traje de luces... Para eso del blog, ya sabes.
Un abrazo y... tengan cuidado ahí fuera.
Beatriz León dijo
me da alegria veros tan felices despues de esas aventuras que pasais caminando por esos parajes tan bonitos como se ven en las fotos que mandais, disfrutaria mucho poder estar en vuestra compañia .Un abrazo muy fuerte y deseando verte muy pronto
un cariñoso abrazo Carlos de Beatriz
Beatriz dijo
Las tormentas en avioneta y en las condiciones que contais vosotros no son de mi agrado, pero si hay que pasarlas, con animo y buena voluntad se pasaran y con buen exito, Carlos animo y hasta verte pronto y darte un fuerte abrazo.
Beatriz
maria dijo
no se si sabian pero el capitan teddy desaparecio hace un par de anos, no se l encunetra ni a el ni a su avioneta.
santi dijo
Gracias por la información, María. Algo nos habían contado las hermanas con las que estuvimos por allí. Sentimos su pérdida. Un saludo.