Navegando por el Mamoré
martes 16.mar.2010 por RTVE.es 9 Comentarios
Viajar es lo que tiene, que aprendes cosas que jamás te habías planteado. Por ejemplo: Te puedes tirar tres horas remontando un subafluente del Amazonas como el Mamoré en un barco de 16 metros de eslora con un motor de 112 caballos esquivando los troncos que arrastra la gran corriente de chocolate. Puedes almorzar antes de abandonar el "cómodo" Santa Luisa para subirte a una lancha con motor y seguir remontando otro río -en esta ocasión el Isiboro- y pegarte otra horita en una postura nada cómoda y sin moverte demasiado para no convertirte en merienda de pirañas y caimanes. Puedes sortear millones de plantas acuáticas, agacharte para que no te den los ramas y las lianas en la cabeza, esquivar todo tipo de insectos, arañas y demás bichos que no se pueden aplastar en el interior del pequeño bote sin riesgo de caer al agua y que los monos se rían de ti antes de que te dé tiempo a despedirte. Incluso puedes llegar, tras un viaje por carreteruchas de agua, rezando para que el piloto no se pierda más veces, a tu lugar de destino. Y nosotros lo hicimos. Llegamos a la comunidad de San Bartolo. Un poblado de la etnia moxo trinitaria en el que viven ocho familias. La lástima es que estuviera casi vacío.
UNA FAMILIA
Como nuestro objeto era grabar el camino de las misioneras hasta llegar a una comunidad indígena, parecía que habíamos cumplido. Ahora faltaba la segunda parte: grabar a las religiosas trabajando con los nativos. Nuestro gozo en un pozo. Siete de las ocho familias habían aprovechado para viajar a Trinidad (la capital) en sus canoas de tronco de árbol vaciado con el fin de traer al maestro que el Estado ha destinado a su escuelita (no queda menos que quitarnos el sombrero ante el agraciado). Las hermanas no pudieron confirmar que toda la comunidad estaría en el poblado porque, además de estar aislados por carretera y por aire, tampoco tienen cobertura de teléfono móvil y ni siquiera están dotados con una radio para mantener el contacto con la oficina central del EPARU (Equipo de Pastoral Rural dedicado a las comunidades de los ríos).
Sin embargo, la fortuna quiso que la señora Dionisia, la indígena que se había quedado a cargo de la comunidad, fuese la promotora de salud del lugar. Y como con las dos misioneras viajaba la enfermera del Equipo de Pastoral Rural, pudimos grabar una secuencia sobre el funcionamiento de la salud. Además, seis de los diez hijos de doña Dionisia se habían quedado con su mamá. De modo que improvisamos una catequesis en la capilla. Hasta pudimos grabar una de las más de mil bombas de agua potable que las Hijas de la Caridad han ido instalando en las más de 200 comunidades indígenas que hay desperdigadas y aisladas entre los ríos bolivianos de la cuenca amazónica.
PREGUNTAS INÉDITAS
Viajar, ya digo, es lo que tiene. Uno se hace preguntas que jamás habían pasado por su mente y descubre cosas que jamás pensó serían de su interés. Compartimos con los lectores de este blog algunas de ellas: ¿Sabíais que en el río hay olas? ¿Y que se puede navegar por la noche -aunque no haya luna- con la única ayuda de un farolillo? ¿Sabíais que si un tronco choca contra la embarcación por la noche el barco se puede hundir? ¿Y que no es nada común navegar cuando no se ve absolutamente nada, cuando las corrientes son más fuertes por el viento de la tormenta y cuando las ramas navegan incontroladas e invisibles amparadas por la noche? Pues nosotros nos enteramos ayer. Eso sí, encima del Santa Luisa y después de disfrutar de una puesta de sol tan espectacular que, a pesar de las diez horas de navegación y la frustración de la comunidad de San Bartolo casi vacía, hiciera que la expedición mereciese la pena. Qué maravilla de naturaleza.
Mañana visitaremos los campamentos de las familias que han tenido que trasladarse a tiendas de campaña improvisadas por las últimas inundaciones (esto fue hace un mes). Acompañaremos a las Hijas de la Caridad y su equipo de salud para grabar la campaña para desparasitar los estómagos de los niños.
A ver si también os lo podemos contar.
Ricardo dijo
¡Qué bien escribes, Riesco! Este de Bolivia va a resultar el viaje de tu vida. Un abrazo a todos ¿cómo estás Carlitos?
Silvia dijo
Voltaire decía que "El verdadero viaje de descubrimiento no es buscar nuevas tierras, sino mirarlas con nuevos ojos"... Gracias a tu pluma (literaria, por supuesto :P) por un momento, me has hecho viajar por el Mamoré y por el Isiboro, sacudirme todo tipo de bichejos tropicales de la camiseta, rezar para no caer al río con los caimanes y pirañas, saludar a Dionisia y a sus 6 hijos y hasta saborear esa espectacular puesta de sol a bordo del Santa Luisa... Así que no me queda otra que suscribir las palabras de Ricardo... Bonito cuaderno de bitácora!!
P.D. Cuidadme al barbas, ;)!!
BERTA dijo
Bueno chicos, qué maravilla de trabajo que estais realizando. Os estamos esperando en España para que nos lo conteis todo, todo y en persona. Ya veo que además de trabajar, os realizais como personas. ¡No me extraña! ah por cierto, Carlos, ¡que bien se te dan los niños! Disfruta de ellos que cuando llegues a casa, tienes unas cuantas monstruas... Muchos besos a todo el equip de una compañera de torrespaña
Ángela dijo
Hola papito. Te estoy echando mucho de menos. Quiero que vuelvas muy pronto. Sabes que las notas van muy bien? El sábado día 13 gané en el concurso de patinaje una medalla de bronce.Oye el viernes ya vienes a casa te quiero muchisisisimo un enorme beso te mando mmmmmmmmmmmmmmmua adios abu .
jose suarez dijo
leyendo tus aventuras me parece que estoy viajando con con vosotros pero comodamente desde casa. Menos mal porque los bichejos no me gustan nada¿verdad juan? .Santiago gracias por trasmitirnos tantas cosas y por las fotos asi veo a mi hijo. Besos para todos y como siempre uno especial para Juan.
Carl & tos dijo
Hola a todos los que nos leéis y nos escribís, especialmente a mis hijas, Celia, Elisa y Angela, a mi mujer Carmen y a mi madre, Beatriz.
Nos encontramos en la recta final de nuestro viaje a Bolivia. Estamos cansados pero bien de salud. Al llegar a casa recuperaremos fuerzas.
El calor y la humedad nos tienen sudando todo el día, pero no os preocupéis, bebemos mucho.
Roberto, vas a tener que dividirte en tres, después te cuento, ja, ja.
Julián, ponte bueno y a currarrrrrrrrrrrr.
Ritchie, tranquilo, todo va bien. Te echamos de menos cantando la carta de pinchos del bar: "... y el jueves, arró"
Un beso muy grande para todo el mundo con un gran abrazo para mi pequeña Ángela.
Carmen dijo
Yo también quiero desearos suerte en la recta final de vuestro viaje.
¡Qué interesantes experiencias estais viviendo!.... Experiencias físicas (por las condiciones meteorólogicas, los mosquitos y demás bichejos, digo) y humanas, porque al final es lo que queda, el contacto con la gente. Con lo que nos contais, todos nos acercamos un poco a otras realidades muy distintas de la nuestra, y qué falta nos hace!!!
Muchos besos y abrazos para todo el equipo, y en especial para Carlitos de todas sus mujeres, incluida nuestra americana particular
Alicia Riesco dijo
¡¡¡Ya os queda menos para volver a casa!!!!.A traves de vuestras crónicas yo también he surcado el Mamoré,es más he descubierto que existe un río con ese nombre. Estoy deseando ver esta aventura.Un beso para todos,en especial para mi hermano Santi y ,por supuesto,GRACIAS A TODOS.
jose suarez dijo
Estoy completamente enganchada a a vuestras aventuras, me encanta leer todos los comentarios que escriben tanto familiares como amigos y compañeros.Cuando volvais a España voy a echar de menos conectarme con vosotros, aunque estoy segura de que estais deseando terminar esta (maravillosa) aventura,seguramente estareis muy cansados pero seguro que os recuperareis rapido para volver a empezar en cualquier otro lugar del mundo.Buenas noches y felices sueños para todos.Juan tu postal ha llegado antes que tu es preciosa gracias un beso.