Volvemos a la selva amazónica peruana

A veces, comentamos que parece que el programa se las pinta solo para ir al lugar de la noticia en el momento justo. También es verdad que a los sitios a los que vamos es normal que salten cada dos por tres: desgraciadamente, en los países más pobres siempre hay motivos para conflictos, revoluciones e incidentes de todo tipo. En Sudán, coincidimos con el líder del sur del país, John Garang, al que mataron a los pocos días. En el barrio marginal de Korogocho, en Nairobi, los vecinos junto con los misioneros estaban en pie de guerra contra el gobierno local. En Bolivia, en la selva del Beni, unas inundaciones recibían al equipo el mes pasado. El año pasado, cuando recorrimos las misiones de la cuenca del Urubamba, en la selva peruana, nos encontramos con los nativos cortando la navegación del río y en actitud de lucha contra el gobierno de Alan García. Y sucedió la masacre de Bagua, donde la policía mató a varios manifestantes indígenas.

Pues bien, estamos haciendo las maletas para volver a Perú, en este caso a la cuenca del río Madre de Dios, y salta la noticia del paro y las revueltas organizadas por los pequeños mineros que buscan oro en los ríos de la región. Puerto Maldonado, la capital del departamento, está bloqueada. Y ya van seis muertos y una veintena de heridos. Miles de mineros quieren echar para atrás unos decretos que restringen su actividad.

Como siempre, vamos a contar la vida y el trabajo de los misioneros en ese lugar tan bello como masacrado que es la selva amazónica peruana. En este caso, vamos con los dominicos españoles. Esta Orden llegó a principios del siglo XX a esta región del sudeste peruano. Decenas de compatriotas dieron lo mejor de sí mismos en la liberación de los nativos, esclavos siempre de los depredadores de la selva: los caucheros, los del oro, los del petróleo...

Os iremos contando

Hasta pronto

Comments

[Arturo dijo]

Que os vaya muy bien, ¡tened cuidado con los mosquitos! y a ver si hacéis otro montón de buenos reportajes

[esteban dijo]

esto es una porqueia carajo guebadas nomas escriben