En Mozambique, donde los ciegos ven
martes 8.jun.2010 por RTVE.es 3 Comentarios
Estamos de nuevo en Mozambique, ese paìs simpàtico y màgico, donde todo es posible.
Estamos haciendo unos reportajes sobre los misioneros y misioneras de la Congregaciòn de los Sagrados Corazones, religiosos que saben la tierra que pisan y trabajan con sencillez y con eficacia. Y derrochando cariño.
Los dos primeros dìas los hemos pasado en Boane, junto a la capital. Entre otras cosas, las hermanas tienen una casa para acoger a niñas huèrfanas a causa del sida, la gran pandemia que està acabando con el continente. Cada caso es un mundo, cada historia un desgarro en el alma: ya hay varias chicas tomando antrirretrovirales para aplacar el maldito virus.
Por cierto, que estos dos primeros dìas hemos tenido que trabajar sin trìpode, sobre todo Antonio, nuestro càmara, que se ha dejado el hombro en el empeño.
Ahora escribo desde Beira, en el centro del paìs y a orillas del Ìndico. Aquì los Sagrados Corazones llevan las riendas del ùnico centro de educaciòn para ciegos que hay en todo Mozambique, el IDV, Instituto de Deficiencias Visuales. Emociona mucho saber que, poco a poco, las familias van descubriendo que no es una ruina tener a un niño ciego, a los que antes casi abandonaban y ocultaban. Osvaldo, que jugaba esta tarde con Roberto, es una de las alegrìas de la casa. Trucsao, un chico de 16 años que perdiò la vista cuando era un niño, està feliz, quiere seguir estudiando y ser director de una escuela...para niños ciegos. Hemos ido con èl hasta su casa, una medio chabola de barro en la que vive con su padre. Trucsao no ve la miseria en la que està envuelto. Tampoco la belleza de estos atardeceres mozambiqueños. Pero el està contento: "lo importante es estar vivo y tener ilusiòn y ganas de seguir adelante".
Nos despedimos de èl cuando ya es de noche, cuando Trucsao ve mejor que nosotros. Bueno, yo creo que él ve muy bien: lo hace con los ojos de un corazòn agradecido a otros corazones que le ayudan cada dìa.
En la foto, los chicos del cole de ciegos viendo con sus manos còmo es la càmara que lleva Antonio. Se lo pasaron de miedo.
santiago riesco dijo
Ricardo, magistral la crónica de vuestra llegada a Mozambique. Estoy convencido de que los cuatro nos abriréis los ojos a la realidad social del país y que nos presentaréis ejemplos heroicos de misioneros y cooperantes entregados en cuerpo y alma a mejorar la vida de los que nada tienen y casi nadie quiere.
Por aquí estamos aún recuperándonos del viaje a Togo y Costa de Marfil -sin conexión a internet, ya sabéis-.
En cuanto pongamos todo en orden subiremos alguna crónica resumen del periplo por el oeste africano.
Cuidaos mucho y mimar al Rospín, que es su primera salida al "continente de los disparates" (Fernando de Andrés dixit).
Un fuerte abrazo y no dejéis de regalarnos textos y fotos.
Anónimo dijo
Ricardo, la crónica de vuestra llegada a Mozambique es magistral. Gracias por hacernos llegar de primera mano vuestras experiencias. Desde el despacho os seguimos con atención y admiración.
Esperamos que haya llegado el trípode que se extravió en el trasbordo de Lisboa para que Antonio pueda trabajar algo mejor, si cabe.
También estamos deseosos de ver el reportaje sobre el centro de niños ciegos con el que, segurísimo, nos abriréis los ojos a la realidad social del país y, segurísimo también, nos descubriréis algunos de esos héroes anónimos encarnados en misioneros, voluntarios y gentes de bien que tenemos la suerte de encontrar en nuestros viajes.
Por aquí estamos reponiéndonos del periplo por Togo y Costa de Marfil -sin internet todo el viaje, ya sabéis-. En cuanto tengamos todo en orden subiremos algunas fotos y contaremos algunas cosillas de nuestro paso por el oeste africano.
Un fuerte abrazo para los cuatro. Y cuidad a "Rospín" en su primera visita al "continente de los disparates" según la nueva denominación de Fernando de Andrés para referirse a nuestra querida y empobrecida África.
Nos seguimos leyendo.
Kar & tos dijo
Cada historia es un desgarro en el alma...
¡Qué forma tan tierna de escribir!
Me conmueve vuestro trabajo y lo contentos que se ven a los niños toqueteando la cámara.
También enternece la sonrisa de Antonio denjando que todo el mundo acaricie a su querida cámara.
Espero fotos en las que se vea a Roberto a Sergio y a ti, Ritchie, con la gente de allí.
Un abrazo para todos y cuidaros de pillar enfermedades raras...