Los huérfanos del sida

La semana que viene, el día 1 de diciembre, se celebrará el Día Mundial del Sida. Ya sabéis, en nuestro primer mundo nos inundarán con lazos rojos recordándonos que, sobre todo en los países empobrecidos, el sida sigue haciendo estragos porque mucha gente no puede acceder a los retrovirales.

En el reportaje de este domingo -y que se repetirá el día 1 en Para todos La2- nos vamos a Mozambique, ese país mágico de gente hospitalaria y que poco a poco intenta salir de los últimos lugares de la pobreza. Allí hemos estado en la casa para huérfanas del sida que tienen las religiosas de los Sagrados Corazones.
“Normalmente, una niña de cuatro ó cinco años debería estar junto a sus padres y recibir sus cuidados y su afecto. Pero ellas no tienen padres. Entonces somos nosotras quienes tenemos que darles ese amor y ese cariño que les falta de los padres que perdieron", nos cuenta la hermana Brigida.
Allí nos encontramos con Regina, Maria, Orlanda, Ofelia o Elina, entre otras, que pertenecen a un colectivo demasiado numeroso, por desgracia. Son parte de los 14 millones de niños africanos que se quedaron sin padres cuando el virus decidió cumplir su sentencia. No hubo para ellos clemencia, ni pudieron recurrir a ninguna instancia aun siendo inocentes…

Campaña contra el sida
Desde hace una década, en Mozambique se ha desplegado una intensa campaña de información sobre el sida. Otra cosa es que los usos y costumbres de las gentes vayan por otro camino. Solo así se explica que no se haya roto la cadena de contagios. “El estilo de vida que la gente lleva para evitar esto depende de cada uno. Es una cuestión de responsabilidad y conciencia frente a la enfermedad. La gente sí sabe que el sida existe, que el sida mata. Esta es la realidad”, me cuenta Brigida.
En África, menos de un 25% de las mujeres embarazadas tiene la posibilidad de prevenir la transmisión del VIH a sus hijos. La conclusión de esta carencia es que muchos pequeños terminan contagiados. En casa de las hermanas ya hay varias chicas que llevan unos años tomando el tratamiento antirretoviral. Ellas son unas privilegiadas porque sólo el 15% de los menores infectados reciben esa terapia.
La casa, recién inaugurada, ya se ha quedado pequeña. Vista la situación, las hermanas ya han pensado en abrir un nuevo hogar que tendrá cuarenta plazas. Ya han llegado ayudas de España y, con alguna que otra aportación más, pronto el nuevo centro será una realidad.

Comments

[Vanessa Guzmán dijo]

Me identifico mucho con este tema, soy salvadoreña y con algunos amigos y compañeros de trabajo visitamos un hogar de niños huerfanos en Zacatecoluca, El Salvador allí tienen niños con VIH y que estan separados del resto de niños que estan sanos... son cuidados por religiosas pero con el presupuesto cada vez mas limitado, el gobierno da un subsidio para alimentación para los niños con VIH, pero para el resto no alcanza viven de las donaciones, que cada vez se hacen menos, entonces a la hora del refrigerio, los tienen que separar porque no pueden recibirlo todos solo se los dan a los niños con VIH y el resto de los niños saben esto y se resignan pero da mucha tristeza porque el hambre es igual y no conoce de diferencias...