600 suicidios
viernes 16.sep.2011 por Santiago Riesco 0 Comentarios
Tailandia está sufriendo las inundaciones más graves de su historia con 87 muertos, 30.000 desplazados internos y 600 suicidios.
El equipo de Pueblo de Dios estuvo grabando en Tailandia hace apenas unos meses. Allí conocimos la ingente labor de la ong española PROYDE y el trabajo de los hermanos de La Salle en el país de la sonrisa. A lo largo y ancho de nuestros viajes no hemos encontrado ningún país que supere a Tailandia en amabilidad, hospitalidad, acogida y facilidades para con los que venimos de fuera. El eslogan turístico dice que es "el país de la eterna sonrisa" y nosotros tuvimos la suerte de comprobarlo. Muy pronto emitiremos los reportajes que grabamos allí. Pero hoy no podemos menos que compartir con vosotros la triste noticia que nos llega a través de la agencia "Fides News" con el trauma posterior a las inundaciones y el suicidio de 600 personas.
Lo que está ocurriendo en Tailandia es "una tragedia dentro de la tragedia", explica uno de los misioneros al hablar de los más de 600 suicidios provocados por las inundaciones más graves de su historia. Después de una semana de fuertes lluvias han sido 21 las provincias afectadas en el centro-sur del país. Las cifras son alarmantes. Por el momento ya son 87 muertos y cerca de 30 mil desplazados internos.
Suicidio
El 2% de las personas desplazadas, unas 600 personas, se han suicidado, como resultado de una catástrofe que les ha privado de todo: familia, casa, bienes y trabajo. Como informa el Ministerio de Salud, cerca de la mitad de las personas desplazadas (13.000 personas), están sufriendo problemas psiquiátricos, depresión y síndromes post-traumáticos, que han contribuido a aumentar la tasa de suicidios. Algunos refugiados se han dejado morir de hambre y sed, mientras que otros se dejan llevar por el agua que ha inundado pueblos enteros. "Según las previsiones, las inundaciones continuarán. El agua casi llegó a Bangkok y la gente de la ciudad está muy preocupada", explica el padre Peter Watchasin, sacerdote de Bangkok y Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en Tailandia. "La ayuda ha comenzado - añade -, el gobierno ha lanzado un llamamiento a toda la población. Veo que hay un gran esfuerzo colectivo de solidaridad: la gente corre para ayudarse. Incluso la Iglesia ha lanzado una colecta especial de ayuda humanitaria. Esperamos que este trágico evento pueda ayudar a restaurar la unidad del país, dividido por los conflictos sociales y grupos políticos: todos nos vemos afectados por la misma catástrofe". Sobre el preocupante fenómeno de suicidio, el padre Pedro dijo: "El único remedio es demostrar inmediatamente a los desplazados una gran prueba de solidaridad, para hacerles entender que no están abandonados. Lo más urgente es conseguir alimentos, medicinas, ropa, tiendas de campaña, y también equipos de médicos y psicólogos especializados para abordar el impacto del trauma".