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Angola: memoria de guerra, tiempo de esperanza

    domingo 9.oct.2011    por Ricardo Olmedo    3 Comentarios

IMG_2803 Llueve sobre Cubal. Cae el agua sobre la tierra sedienta de Angola, donde las gentes miran estos días al cielo que se resiste a regar los campos. Los truenos se oyen cercanos, tan cercanos como los llantos de los niños y las conversaciones de las familias de los enfermos del hospital. Se trata del Hospital de Nuestra Señora de la Paz, un oasis de calidad asistencial en esta región de Angola. El hospital forma parte de la misión que llevan un grupo de mujeres valientes que parece que no conocen el cansancio. Esta noche pasada, Milagros Moreno y Teresa López, médicos y misioneras, durmieron bien poco: un accidente, una cesárea, un niño que no quería nacer bien… Este es el viaje de los nombres, de los que no están escritos en ninguna placa de bronce ni a los pies de ningún monumento. De los nombres que, quizás, nunca reciban condecoraciones ni medallas. Pero son los nombres que pronuncian los enfermos, las parturientas, los huérfanos, los que no tienen nada ni a nadie. Y se pronuncian para, a continuación, darles las gracias. ¿Por qué? Por cosas tan cotidianas como salvar las vidas de muchos africanos que siempre deambulan sobre la débil frontera a cuyo otro lado está la muerte.

Teresa, Milagros, Generosa…son los nombres que se escriben cada día en el aire cálido de la misión de Cubal, en las voces de los enfermos, en los pasillos donde se cruzan la angustia de los enfermos y las risas de los que sanan. Estas religiosas, de la Compañía de Santa Teresa, han creado una gran unidad de infecto contagiosos. Desde España, la ong Manos Unidas les ha echado una mano importante. Ayer compartimos la tarde con un centenar largo de tuberculosos. Esta enfermedad fantasma se trata tarde y mal en otros sitios. Aquí lo hacen pronto y bien. Eso sí, luchando contra viento y marea. Y supongo que estas misioneras se cansan y me pregunto de dónde sacan esas fuerzas que no parecen de este mundo. No huyeron durante la guerra, aguantaron los bombardeos, soportaron meses de secuestro. “No teníamos tiempo de tener miedo”, dice Generosa Iturri, 54 años en Angola, incluyendo una guerra que duró casi treinta. Ahí es nada. Ahí está todo. Son nombres para no olvidar. Por cierto, en la foto, el niño al que Teresa ayudó a nacer. Aún está sin nombre.

Ricardo Olmedo    9.oct.2011 17:44    

3 Comentarios

De veras que lo se está haciendo en este planeta es INFAME, inaudito,,, vaya que no se encuentran palabras que se acerquen a describirlo.
Realmente hacen falta unos procesos como los de Núremberg, vienen muy ad-doc.
Y para más colmo de males, Los Presidentes de Alemania y Francia quieren volver a rescatar a los bancos con cientos de miles de millones de euros...!!!
http://www.youtube.com/watch?v=M-BQf8cZtkc

martes 11 oct 2011, 12:17

...nada....pues nada, Amig@s, que no se si ya había puesto anteriormente éste enlace del tetris de la deuda...¿ya?...;!
http://www.vidasencilla.es/el-tetris-de-la-deuda/

martes 11 oct 2011, 12:21

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