Memoria del Congo
viernes 25.nov.2011 por Ricardo Olmedo 2 Comentarios
No es fácil entenderlo, no es nada fácil comprender lo que sucede allí, pero cualquier interesado en la realidad africana tiene que intentarlo. La República Democrática del Congo, un país del tamaño de cinco veces España, celebra elecciones este próximo domingo por segunda vez en su historia, tras las de 2006 que dieron la victoria a Joseph Kabila. La democracia, que es un invento europeo, avanza a su manera y con sus ritmos en África. Y si en la tierra que la vio nacer, la democracia presenta múltiples agujeros, ¿con qué derecho exigimos a los africanos que abracen fervientemente y en dos segundos los juegos democráticos?.
Para entender África, hay que entender en buena medida lo que pasa en la RD Congo, el país más pobre del mundo según el Índice de Desarrollo Humano, y uno de los más ricos del planeta. La Iglesia Católica es una de las instituciones más valoradas y que cuenta con una estructura para poder llevar a cabo acciones y desarrollar proyectos. La Iglesia congoleña ha anunciado que pondrá 30.000 observadores electorales para ayudar a regularizar los comicios. El obispo de Tshumbe y presidente de la Conferencia Episcopal del Congo, Nicolás Djomo, ha destacado que se trata de una acción que sirve a todo el pueblo congoleño, sin distinción. La Iglesia no indica criterios para elegir candidatos pero sí que subraya que el buen candidato es el que ve el poder político como un servicio al bien común, y cuya visión política "va más allá de la lógica del clan, la tribu y la provincia".
Los de Pueblo de Dios hemos estado un par de veces en RD Congo. La primera de ellas, en el sur y en la zona de los Grandes Lagos, el gran polvorín africano. Aquel viaje fue poco antes de las primeras elecciones, en uno de los escasos periodos de relativa calma que vivieron las provincias del Kivu norte y del Kivu sur. Aún así, nos tirotearon camino de la inauguración de un hospital a un par de horas de la ciudad de Goma, en el norte del lago Kivu.
Recientemente, hemos vuelto de otro interesante viaje, en este caso a Kinshasa, la capital, que está demasiado lejos, demasiado al oeste del resto de un país inmenso y difícil de recorrer. Allí nos encontramos con los misioneros de los Sagrados Corazones, un par de ellos españoles. Muchos misioneros españoles viven y trabajan en Congo desde hace años, dejándose la vida en el empeño. Ahora, en vísperas de un nuevo día para la historia de ese país, nos acordamos una vez más de ellos.
Basurero mundial dijo
Nada mejor para el camuflaje en Africa que vestirse de santo, utilizar el recurso del misionero observador en donde no hay reglas ni leyes, donde se mata de hambre a un continente lleno de armas y guerras, donde las fronteras las dibujaron delineantes.
Álvaro dijo
Gracias por recordarnos que África esta ahí y que hay gente como los misioneros españoles que sí que son verdaderos ejemplos de entrega y de generosidad.