Nuevos casos de lepra en España
viernes 27.ene.2012 por Ricardo Olmedo 1 Comentarios
Se cura con facilidad y es difícil de contagiar. Sin embargo, la lepra sigue siendo de esas enfermedades míticas que han quedado grabadas- para mal- en el subconsciente colectivo. El próximo domingo, último de enero, es el Día Mundial de la Lepra. La buena gente de la Asociación Fontilles vuelven a recordarnos que la lepra existe y que es importante hacer visibles a las personas que no figuran en las estadísticas oficiales de la enfermedad.
En España, se diagnosticaron 11 casos nuevos en 2011. Sólo uno de ellos es de una persona española. Pero en el mundo se diagnostican cerca de 230.000 casos nuevos de lepra cada año. India, Brasil e Indonesia encabezan un año más la lista de países con mayor prevalencia de esta patología. El problema es que las cifras oficiales sólo mencionan los nuevos casos y los que reciben tratamiento, pero no el total de personas discapacitadas, ni las que sufren las consecuencias sociales de la lepra.
Según la OMS, entre uno y dos millones de personas viven con discapacidades permanentes como consecuencia de la Lepra. La Federación Internacional de lucha contra la lepra (ILEP) de la que Fontilles es miembro, calcula que pueden ser 3 millones de personas y si sumamos las que sufren las consecuencias sociales de marginación y rechazo son muchas más.
En India siguen vigentes, en diferentes Estados, más de 16 leyes que clasifican la lepra como enfermedad incurable y muy contagiosa, motivo de despido, divorcio o de separación de los niños de sus familias; que prohiben a los afectados ocupar cargos públicos y no reconocen a los discapacitados a causa de esta enfermedad. Los de PUEBLO DE DIOS tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano esta realidad. Estuvimos en India, viendo el trabajo del Damien Institute y comprobando la durísima realidad de los enfermos y sus familias. Son de esas experiencias que no se olvidan.
Iris dijo
El auge de enfermedades del medievo, en países con sistema sanitario que abarca a todos los estratos sociales, supone un fallo en la inspección en detectar su origen, o algún interés mas allá de la propia salud.