Doña María también quiere la paz
viernes 17.feb.2012 por Ricardo Olmedo 1 Comentarios
"No quiero que mis nietitos vayan con malas compañías, que luego se malean", me dice doña María, viuda desde hace 25 años, madre desde hace 50, abuela desde hace 20, pobre...desde siempre, desde que nació en los arrabales de la ciudad de Guatemala. Desde ahí me habla, desde los barrancos de Chinautla- abajo el río de las Vacas- donde se arremolinan las casuchas de lata, donde se cuece a fuego rápido el caldo de cultivo de la violencia. Doña María sabe que esos ambientes son demasiado peligrosos para sus nietos. Abuela-madre, como tantas, porque una de sus hijas abandonó a sus pequeños y otra trabaja en el centro planchando y no vuelve hasta la noche.
Para educar a sus nietos, doña María cuenta con la ayuda de la Escuela Marista, un colegio de la zona 6, levantado sobre los barrancos, nacido para los habitantes de los barrancos. Aquí sólo entran los que menos tienen. Los responsables del colegio dejan las clases durante un par de días al año y visitan, una a una, a todas las familias que quieren matricular a sus hijos. Se aseguran así de que sólo quienes no tienen recursos puedan entrar en esta isla de calidad enmedio del desastre socio-educativo de la zona.
Hoy hemos recorrido las callejuelas de los barrancos con la ayuda de dos alumnos de la escuela. Nos hablan de robos, de tiroteos, de que lo extraño es encontrar a alguien que no haya sufrido algún episodio violento. Desde el patio de la escuela casi se ve la prisión donde los jefazos mafiosos coordinan las extorsiones. No hay pequeño comercio que se libre de pagar y miles de personas reciben llamadas exigiendo dinero. "En caso contrario, aténgase a las consecuencias", dicen al otro lado del teléfono. Las pandillas, el narcotráfico, algún que otro policía en sus horas libres... Hace unos días le pegaron seis tiros al marido de una empleada de los maristas. Era revisor de un autobús. El crimen organizado tiene completamente extorsionado a los buses de la capital.
¿Cómo educar en la paz y en valores de convivencia y respeto a los más de novecientos alumnos de la escuela? Los maristas de Chinautla, con la ayuda de la ong SED que financia libros y becas, hacen lo que pueden. Doña María, también. Suspira a la puerta de su chabola. Está preocupada porque uno de sus nietos ya no le hace mucho caso. Se teme lo peor. Doña María está demasiado cansada para tener sueños. Si pudiera, seguro que sueña con un mundo en paz. Claro que para eso tiene que haber pan, justicia, empleo, distribución de la riqueza...demasiadas cosas para que doña María pueda soñar.
Eyes dijo
Se nota sufrimiento en su cara, la vida allí deja surcos profundos. La mujer hace lo que puede, por lo visto es poco el margen, un barrio olvidado, narcotraficantes campando a sus anchas, ofreciendo el crimen organizado como una salida a los chavales, rematando el cuadro del barrio, policía corrupta trabajando para el crimen, poco horizonte para soñar, pobre mujer. La ong marista SED, parece que da un poco de luz.... podía haber combinado las letras, DES, Desarrollo, Educación, Solidaridad.
http://www.sed-ongd.org/spip/