Jerusalén: el Papa renuncia
martes 12.feb.2013 por Santiago Riesco 4 Comentarios
Había
prometido escribir sobre los cristianos palestinos aislados tras el muro de
Israel y sin voz entre sus compatriotas musulmanes. Pero la renuncia del Papa,
Benedicto XVI, nos ha pillado en mitad de la peregrinación por Tierra Santa, en
la capital de las religiones del libro, en Jerusalén.
Veníamos de grabar el muro de las Lamentaciones. Comentábamos la seguridad que había: los detectores de metales, las preguntas de la policía, la cantidad de militares que había en el interior y los dos israelíes de paisano que nos han impedido grabar y nos han hecho seguirles por un laberinto de túneles, oficinas y rejas de cárceles antiguas hasta que les hemos explicado al detalle quiénes éramos y qué estábamos grabando antes de expedirnos un documento que nos permitía grabar sin trípode y sin posibilidad de entrevistar en la zona.
Pues eso, andábamos todos rumiando y sacando punta a la última experiencia cuando uno de los once sacerdotes del grupo con el que peregrinamos nos enseña su móvil. Tenía decenas de mensajes con la noticia. Enseguida otro cura con los mismos mensajes. Y otro más.
Nos pedían que lo confirmáramos, casi que lo desmintiéramos. Y llamamos a TVE.
Nuestro compañero Ricardo Olmedo no sólo nos confirmaba la noticia sino que nos leía telefónicamente los cinco párrafos que contenía el mensaje del Papa escrito en latín. Y nosotros íbamos repitiendo en voz alta el texto que nos llegaba desde Prado del Rey. Las caras de los once sacerdotes del grupo con el que peregrinamos contenían un resumen de los sentimientos y reacciones que ha provocado en el Pueblo de Dios, en la Iglesia, esta sorprendente noticia.
Poco después nos llamaba la corresponsal de TVE en Jerusalén, Yolanda Álvarez, para posponer la cita que teníamos para cenar porque se le había acumulado el trabajo debido a la renuncia de Benedicto XVI y las declaraciones que aún andaba recabando del Rabinato de Israel y del Patriarca Latino (el obispo católico de Jerusalén).
Entre los peregrinos hay católicos de la diócesis de Madrid, de la de Zaragoza, del Opus Dei, Agustinos, Franciscanos, Franciscanos de la TOR, Legionarios de Cristo y gente de Comunión y Liberación. Una vez confirmada la noticia, la siesta ha sido imposible. El autobús se ha convertido en un hervidero y la conclusión general, a pesar de la sorpresa inicial, ha sido que este Papa pasará definitivamente a la Historia, que es una decisión valiente y de sentido común, un ejemplo de humildad.
La eucaristía en el cenáculo donde Jesús celebró su última cena con los apóstoles antes de su detención, su juicio rápido, su condena y su ejecución, ha sido especialmente emotiva. En el marco de la liturgia, las distintas sensibilidades de la Iglesia se han hecho presentes en las preces. Oración de petición por el futuro Papa, por el actual, por el anterior, por los pobres, por la institución, por los obispos, por las familias, por las misiones, por el diálogo entre fe y cultura, por la paz, por la tolerancia religiosa en esta tierra que comparten con desigual suerte judíos, musulmanes y cristianos de distintas confesiones.
Mañana cruzaremos el muro que separa Israel de Palestina. Pasaremos el día con los árabes cristianos, en sus cooperativas, en sus casas, en su colegio, en su templo. Escucharemos sus testimonios de supervivencia, las dificultades que tienen por su condición de palestinos y por su fe cristiana en una nación mayoritariamente musulmana. Han pasado de 100.000 a 20.000 en poco más de una década. Les preguntaremos también qué es lo que esperan del próximo Papa.
Veníamos de grabar el muro de las Lamentaciones. Comentábamos la seguridad que había: los detectores de metales, las preguntas de la policía, la cantidad de militares que había en el interior y los dos israelíes de paisano que nos han impedido grabar y nos han hecho seguirles por un laberinto de túneles, oficinas y rejas de cárceles antiguas hasta que les hemos explicado al detalle quiénes éramos y qué estábamos grabando antes de expedirnos un documento que nos permitía grabar sin trípode y sin posibilidad de entrevistar en la zona.
Pues eso, andábamos todos rumiando y sacando punta a la última experiencia cuando uno de los once sacerdotes del grupo con el que peregrinamos nos enseña su móvil. Tenía decenas de mensajes con la noticia. Enseguida otro cura con los mismos mensajes. Y otro más.
Nos pedían que lo confirmáramos, casi que lo desmintiéramos. Y llamamos a TVE.
Nuestro compañero Ricardo Olmedo no sólo nos confirmaba la noticia sino que nos leía telefónicamente los cinco párrafos que contenía el mensaje del Papa escrito en latín. Y nosotros íbamos repitiendo en voz alta el texto que nos llegaba desde Prado del Rey. Las caras de los once sacerdotes del grupo con el que peregrinamos contenían un resumen de los sentimientos y reacciones que ha provocado en el Pueblo de Dios, en la Iglesia, esta sorprendente noticia.
Poco después nos llamaba la corresponsal de TVE en Jerusalén, Yolanda Álvarez, para posponer la cita que teníamos para cenar porque se le había acumulado el trabajo debido a la renuncia de Benedicto XVI y las declaraciones que aún andaba recabando del Rabinato de Israel y del Patriarca Latino (el obispo católico de Jerusalén).
Entre los peregrinos hay católicos de la diócesis de Madrid, de la de Zaragoza, del Opus Dei, Agustinos, Franciscanos, Franciscanos de la TOR, Legionarios de Cristo y gente de Comunión y Liberación. Una vez confirmada la noticia, la siesta ha sido imposible. El autobús se ha convertido en un hervidero y la conclusión general, a pesar de la sorpresa inicial, ha sido que este Papa pasará definitivamente a la Historia, que es una decisión valiente y de sentido común, un ejemplo de humildad.
La eucaristía en el cenáculo donde Jesús celebró su última cena con los apóstoles antes de su detención, su juicio rápido, su condena y su ejecución, ha sido especialmente emotiva. En el marco de la liturgia, las distintas sensibilidades de la Iglesia se han hecho presentes en las preces. Oración de petición por el futuro Papa, por el actual, por el anterior, por los pobres, por la institución, por los obispos, por las familias, por las misiones, por el diálogo entre fe y cultura, por la paz, por la tolerancia religiosa en esta tierra que comparten con desigual suerte judíos, musulmanes y cristianos de distintas confesiones.
Mañana cruzaremos el muro que separa Israel de Palestina. Pasaremos el día con los árabes cristianos, en sus cooperativas, en sus casas, en su colegio, en su templo. Escucharemos sus testimonios de supervivencia, las dificultades que tienen por su condición de palestinos y por su fe cristiana en una nación mayoritariamente musulmana. Han pasado de 100.000 a 20.000 en poco más de una década. Les preguntaremos también qué es lo que esperan del próximo Papa.
Antonio Urrea dijo
Ricardo te lo leía en latín, y tu lo transmitías,apasionante el documento...enhorabuena.
Espero que las medidas de seguridad, no os rompan demasiado el ritmo de trabajo...jeje.
Saludos para todos y ....animo, animo!!
Txomin Pérez dijo
Cuánto me he acordado de vosotros estos días. Allí tenía que estar yo... pero estas cosas de las huelgas en las compañías de aeroplanos...
¡Qué sana envidia! No todos podrán contar con orgullo que os pillo un hecho Histórico en aquellas tierras... y ¡qué ganas de ver el programa!
Un tremendo abrazo.
Santi Riesco dijo
Txomin, una auténtica pena no haber podido compartir contigo alguna jornada en Jerusalén. No sólo nos tocó allí la gran noticia de los últimos siglos en la Historia de la Iglesia, sino que tuvimos la suerte de pasar un buen rato conversando y grabando las sabias palabras del Patriarca Latino de Jerusalén: te encantará oírle. A mí me sorprendieron sus palabras de denuncia; casi tanto como la renuncia de Benedicto.
Un abrazo.
Santi Riesco dijo
Antonio, ya estamos en Prado del Rey, estrenando despacho. Ahora cuando vengas a vernos vas a ver que hemos pasado de las catacumbas a un espacio chic de diseño acristalado. Sólo falta el hilo musical y alguna azafata sirviendo bebidas de colores imposibles.
Lo de Israel y Palestina terminó bien. Pero en el aeropuerto echamos un buen rato. Ahora veremos qué tal es el material que hemos traído para montar dos buenas historias.
Un abrazo.