Los hijos de Elvira ya existen
viernes 7.jun.2013 por Ricardo Olmedo 5 Comentarios
Llegó al barrio huyendo de la pobreza, como tantos. Vino del interior a los suburbios de la capital sin saber que esa pobreza se le había pegado al cuerpo. Como una segunda piel. Llegó huyendo del consejo de su madre, que quería que se desprendiera cuanto antes del niño que crecía en su vientre a sus quince años. Huyó y vino a refugiarse al Bañado Caracará. En una chabola de este barrio mísero a orillas del río Paraguay se escondió bien escondida. Porque no tenía papeles y porque cuando quiso inscribir a su hija recién nacida escuchó que le iban a quitar a su bebé. Y se escondió más aún, hasta que nacieron otros dos.
Pero llegó un día que no pudo más porque su obsesión y su sueño era que los tres niños estudiaran. Que aprendieran, lo que nunca pudo hacer ella. Y se acercó a la Escuela de la Salle, que un misionero español fundó cuarenta años antes en este barrio de Fátima para atender a los que nadie quería ni tenía intención ninguna de educar. Ninfa Pereira, una educadora todo terreno, se puso manos a la obra y consiguió inscribir a los tres pequeños en el Registro Civil y tras muchas horas de peleas con funcionarios y varias ayudas económicas consiguió todos los papeles. Imaginaros el día que se matricularon en la escuela. Dicen que las lágrimas de alegría de esa madre llegaron a las orillas del cercano río Paraguay.
Esta tarde hemos estado con Elvira, que así se llama nuestra protagonista. Y con Ninfa, esa educadora que se dejó la piel en el empeño de rescatar del anonimato, de la no existencia oficial a los hijos de Elvira. También estuvimos en la escuela de la Salle que es algo más que una escuela. Es una casa grande donde todos se preocupan de todos, especialmente de los alumnos que peor lo pasan. Que son muchos porque hay demasiado sufrimiento y demasiada violencia y alcohol en las familias de este barrio paraguayo.
El trabajo social y educativo de los Hermanos de la Salle está apoyado con ayudas que llegan desde España. La buena gente de la ong Proyde se encarga de encauzar esa ayuda. Y aquí estamos, dando fe de ese trabajo bien hecho.
Anochece en Asunción y mañanaY
mujer dijo
l los felicito por esa ;labor ke hacen....
Jose Suarez Huerta dijo
Hola a todos!!! ya veo que no perdeis ni un minuto... a trabajar nada mas llegar,eso esta bien,Ricardo seguire tus cronicas,espero que esteis todos bien un abrazo para todos y especialmente para mi Juan.
Alfonso Vadillo dijo
Que ilusión leer este inicio. Desde la propia experiencia puedo asegurar que La Salle en aquellas tierras hace mucho bien. La profe Ninfa es una bendición para el bañado.
Desde España todos los que hemos pasado por allí nos acordamos mucho de ustedes!
Animo amigos con el reportaje.
Rosa Suárez dijo
Mira qué profesional sale Juan en la foto! :-D
Idoya dijo
Las pequeñas historias que nos reconcilian con el género humano, menos mal que hay gente como Ninfa.