Con Luisa, en el basurero
domingo 13.oct.2013 por Ricardo Olmedo 7 Comentarios
Luisa tiene dos semanas, la tez clara, los ojos grandotes, ocho hermanos y una madre. Y poco más. Bueno, sí, toda una vida por delante que no comenzó muy bien. Su padre abandonó a su madre hace unos meses, dejándola tirada en su casa: cuatro chapas grandes, sostenidas por varios palos con vistas al vertedero de Cobán. Dentro, tres camastros, un montoncito de leña y dos cazuelas llenas de hambre. Ahí se quedó Concepción, viéndolas venir. Hablo con ella mientras sostiene con dulzura a la pequeña Luisa: le habría gustado estudiar algo pero a los trece años su padre se la entregó a un joven que se encariñó con ella. El joven terminó por irse y Concepción se quedó analfabeta, llena de niños y vacía de vida.
Mientras hablo con Concepción comienzan a llegar los niños que, a falta de parque, juegan en el vertedero municipal. Hasta aquí hemos llegado para contar el trabajo que hace la gente de Comunidad Esperanza, un grupo liderado por Sergio Godoy que se está dejando la piel por la educación de los hijos de los trabajadores del basurero y de los barrios cercanos. Sergio es un cura que llegó a la parroquia, cansado ya de dar clases en el seminario y en cuanto se dio un paseo por la zona se encontró con la basura hasta las rodillas. Hombres, mujeres y niños viviendo y trabajando en el basurero, recogiendo, reciclando y malvendiendo latas, cartones, plásticos...Se puso manos a la obra y levantó la Ciudad de la Esperanza, un colegio para 400 criaturas, además de una casa hogar para los que están peor. Porque, encima, donde arraiga la pobreza , crecen las maras y los narcos que tienen en la miseria su caldo de cultivo para ampliar su negocio de muerte.
Las fotos que hemos hecho no huelen, tampoco olerá nuestro reportaje. Supongo que es mejor así si no queremos que los espectadores cambien de cadena o apaguen la tele. Pero el bofetón de realidad maloliente ha sido de los grandes. Menos mal que llevo conmigo un equipo con el que se puede ir al fin del mundo... o a un vertedero guatemalteco. El realizador Julio Luquero, el cámara Antonio Urrea y el técnico de sonido Felipe Romero son gente que no miran para otro lado cuando les pido el mal trago de pasar varios días junto a los desheredados de este mundo. Profesionales de una televisión pública más necesaria que nunca.
Aún nos quedan unos cuantos días en esta Guatemala difícil de entender, de violencia alta y miradas bajas. Llena de buena gente como la que nos estamos encontrando en el camino. Hemos estado con las comunidades indígenas de la Alta Verapaz y del bajo Petén. Ahora vamos hacia la frontera con Honduras, tierra dura, seca y caliente. Seguiremos contando lo que hacen ongs e instituciones de la Iglesia para apoyar los cambios sociales. No lo tienen fácil pero les sobran fuerzas y esperanza. Lo esencial.
Roberto dijo
Gracias, amigos y compañeros, por aguantar los bofetones del olor y los de la vida para seguir adentrándoos en realidades ajenas sin que nadie os lo pida. Y mucho menos nuestra tele pública. Gracias por ser nuestros ojos y oídos en esas vidas extrañas que sin embargo, vosotros lo sabéis, podrían ser las nuestras. Gracias por mostrar la ayuda impagable de tanta gente y salpicar así de dignidad los contenidos de nuestra televisión pública. Buen trabajo y... Ánimo, ánimo!
juan antonio heredia dijo
Cuando lo has visto y convivido, te das cuenta lo ingrato que es el MUNDO y sobre todo con las MUJERES, basta ya de machismo, hay tomar medidas como dice el PAPA FRANCISCO, menos servidumbre en las MUJERES y mas conciencia SOCIAL, el futuro es de ellas y para ellas, estoy viendo vuestro PROGRAMA y he tenido que "cortar", solo lo que falta la verguenza de TARRAGONA, dejar a los muertos tranquilos, porque siempre habrá ASESINOS.
ana dijo
Gracias por llegar hasta allí y contárnoslo. Desde aQuí nos podemos hacer una idea pero seguro que cualquier parecido con la realidad...
Efectivamente se necesita esta televisión pública de TODOS y para TODOS.
Gladys Altamirano dijo
Muchas Gracias por ser grandes personas. Gracias por informarnos la cruda realidad, de la vida, gracias por tener tanta Fe, tanto amor a los demás. Dios los bendiga. Los tengo presentes en mis oraciones. Muchas gracias.
Idoya dijo
Vertedero, hambre, analfabetismo y niños... qué vida, qué difícil sobrevivir. La lotería de donde te toca nacer.
Alberto dijo
Y se verán afortunados por poder encontrar sustento en el vertedero mientras otros no tiene ni eso... Hay que ver con qué poco se puede conformar el ser humano.
Gran labor la vuestra aquí y allí, necesaria para mostrar lo que otros ni imaginan.
Carlos dijo
Para que gente como Concepción no se quede analfabeta, llena de niños y vacía de vida.
Para que los niños no tengan que jugar en el vertedero municipal.
Para que gente como Sergio no tenga que dejarse la piel por la educación de los hijos de los trabajadores del basurero y de los barrios cercanos.
Para que no sea necesario vivir y trabajar en un basurero...
Para que la miseria no se convierta en el caldo de cultivo de maras y narcos.
Para que la realidad maloliente no impregne con su hediondo dulzor a las personas.
Para luchar contra la dictadura del dinero.
Para intentar ser dignos, para que nos abran los ojos frente a las injusticias sociales, tenemos una televisión pública más necesaria que nunca.
Ánimo, compañeros, sabemos que no lo tenéis fácil pero os sobran fuerzas y esperanza. Tal y como tu dices, Ricardo, lo esencial.