De vuelta a Guatemala
jueves 3.oct.2013 por Ricardo Olmedo 1 Comentarios
Hace casi dos años que estuvimos en el "país de la eterna primavera", como dicen los catálogos turísticos. Pero Guatemala también es el país de la eterna aspiración de sus ciudadanos por vivir en paz y dejar atrás muchos problemas que lastran su presente y oscurecen su futuro. El país comparte con otros centroamericanos la sombra alargada de una guerra civil, unas políticas que mantienen injustas estructuras socio-económicas y un debilitamiento intencionado de la sociedad civil.
Desgraciadamente, la palabra más utilizada cuando se habla de Centroamérica es “violencia”. Esta región se ha convertido en la más peligrosa del planeta con unos índices de criminalidad sorprendentes. La irrupción brutal del narcotráfico, mezclado con los pandilleros, la corrupción y unas instituciones débiles forman un cóctel demasiado explosivo.
Hay también una violencia mucho más sorda pero no menos intensa: la de las grandes compañías agroalimentarias y mineras que avanzan en la conquista de tierras para sus negocios. Léase el cultivo de la palma africana o la extracción de oro. ¿Quién se lleva la peor parte en esta nueva colonización? Pues los de siempre, quienes llevan siglos con el impuesto papel de víctimas: las comunidades indígenas, que forman la gran parte de la población guatemalteca.
Vamos a perdernos por la Guatemala profunda para contar proyectos apoyados por Manos Unidas Como casi siempre llegaremos a tierras que pocos pisan, excepto los protagonistas de nuestras historias: la gente de ongs locales muy comprometidas con la realidad y que intentan apoyar los cambios sociales desde la base. Para ello cuentan, especialmente, con las mujeres, que son quienes tienen el alma grande, el corazón fuerte y la voluntad firme para luchar por la defensa de su tierra y de sus hijos.
Estaremos en la Alta Verapaz, cruzaremos al Petén, iremos hasta la frontera con Honduras, en Chiquimula... el viaje promete ser, como todos, lleno de interés. Procuraré contar desde aquí todo lo que veamos y vivamos. A ver si las tecnologías nos dejan.
Carlos dijo
Con esta introducción al viaje me pones los dientes largos. Estoy deseando leer la primera crónica in situ. Buen viaje. Cuidaros y disfrutad.