De barriguitas y corazones

Barriguita llena, corazón contento. Está escrito a modo de grafiti infantil en la pared de este comedor paraguayo. Como un recuerdo de que eso de comer es lo más serio que hay. No hay nada más serio que el corazón esté contento. Vamos, que no se pare por no comer (cosa muy frecuente en esos pueblos de Dios). O que no se entristezca tanto el dichoso corazón que la persona quede irreconocible, apagada, hundida, abismada en el pozo sin fondo de la carencia, en el horizonte oscuro del hambre.

El grafiti, digo, está escrito en la pared del comedor Ikua Lucero, en un barrio donde se acaba Horqueta, donde se acaban las calles de asfalto, donde se acaban las farolas, donde se acaba casi todo menos las angustias de las familias que viven allí.  Al comedor vienen cada día cuarenta criaturas que no teorizan sobre las barriguitas y los corazones sino que se zampan a la velocidad de la luz el plato que le ponen delante.

Esto lo comenzó un grupo de mujeres liderado por Liz Vargas. Esta mujer es de las que, si le dan un punto de apoyo, ponen del revés este planeta. Hace unos años organizó un comedor para los niños en el antiguo lavadero del barrio. La conocieron los maristas, cuando aún los niños comían en el suelo ahuyentando perros. La ong SED consiguió que se levantara un comedor digno y ahora los de la barriguita llena contentan sus corazones sentados en una mesa, con su plato, su cubierto y su dignidad a salvo de perros que olisquean por los alrededores.  Cuando SED envía voluntarios también se pasan por aquí y no solo ayudan en el comedor sino  que también  echan una mano con actividades educativas.

Bien temprano estábamos con Liz recogiendo víveres que le dan en varias tiendas. Lo justito, no se vayan a creer. Porque un  kilo y medio de carne para cuarenta niños llega para darle un toque de color y sabor a los espaguetis. No mucho más. Y, encima, con el desdén de los políticos locales que no se dignan a asomarse por el comedor. Pero ahí sigue Liz y cuando me cuenta todo esto lo hace abriendo mucho los ojos, con la fuerza nerviosa de quien sabe que la razón está de su parte, que la razón reside en el fondo de esas barriguitas y en la calidad de corazones como el suyo.

 

Comments

[jose suarez huerta dijo]

Besos malagueños para todos, y uno especial para Ricardo que creo que esta preocupado porque todavía no he hecho ningun comentario. Que sepas que los he leído como siempre y que me parecen muy buenos, lo que pasa es que estoy un poco baja de animo por la situacion tan triste que vivimos hace muy pocos dias..En fin la vida sigue te prometo que no volverá a pasar jaja... Un abrazo fuerte. Besos para Juan, Félix y el resto del equipo, sois fantásticos.

PD:como siempre cuidarme a Juan(ya se que lo haceis).