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A Enriqueta le pesa la vida

    martes 29.may.2018    por Ricardo Olmedo    4 Comentarios

Monja MozambiqueEnriqueta tiene 30 años y pesa 29 kilos. O al revés: le pesan sus 30 años y tiene 29 kilos. Y tiene algo más: tres hijos de once, ocho y tres años. Michel, el mayor, hace de padre/madre de familia. Lo mismo corta las hojas de la mandioca para hacer una salsa, va a por agua, lava al pequeño o trae la leña para cocinar. A Michel se le ha ido la infancia por el sumidero de la pobreza, demasiado deprisa, demasiado ferozmente, sin darse cuenta de que cada año que cumplía valía por dos.

A Enriqueta le pesan sus años y ese cuerpo que transparenta el sida y la tuberculosis. Por eso tiene la mirada tan viva y una sonrisa que saca del suspiro del alma que le va quedando. Sentada en una estera ante su casa hablo con ella de cómo se las va a apañar para ir mañana al hospital a que le curen una herida rara, un bulto extraño, con mala pinta, que tiene en el pie. Se llevará a Michel, a que le ayude luego con un saco de comida y algunas cosas más que le darán allá. Y a ver cómo llega, porque son dos horas de caminata amarga. El pequeño, Wilson, se quedará a cargo del mediano, Sifisio, mientras van y vuelven del médico.

A Enriqueta le pesan cada vez más los años porque Sifisio también es seropositivo, como ella. Y porque Wilson también tiene tuberculosis, como ella. Y mientras cae la tarde sobre este barrio de Chokwe y el sol se anaranja para la foto del turista, las verdades van saliendo a borbotones, como parece que se le va la vida a Enriqueta mientras me mira, ojos brillantes, sonrisa clara, atardecer amargo.

Y el peso de todo esto no aplasta a Enriqueta porque no está sola en la desigual lucha contra tantos elementos: el padre de las criaturas no volvió a aparecer, la miseria se quedó a vivir como uno más de la familia, la breve casa se le llena de agua cuando estas nubes mozambicanas descargan y el frío, ahora que llega, entra sin llamar por las ventanas huérfanas de cristales. 

Y digo que no está sola porque tiene detrás a todo el equipo médico y social del hospital del Carmelo, llevado por un grupo de misioneras lideradas por María Elisa Verdú, que llegó a África en 1975 y que piensa seguir aquí hasta el final, como las demás, como Magdalena, como Manuela, como Aurora, como Fernanda. Mujeres que conocí en mi primer viaje a Mozambique y que siguen, pese a los achaques de los años, entregando su vida por esta gente.

El hospital hace un seguimiento médico y social a más de 10.000 enfermos de sida y un millar largo de tuberculosos. Cifras que pocos médicos europeos creerían si no viesen cada día las consultas atiborradas y una asombrosa organización que gestiona y resuelve la situación.

Las misioneras, Hijas de la Caridad, no paran de cumplir sueños. El penúltimo, un impresionante laboratorio gracias al apoyo que vino de España con la ong Manos Unidas. Pero continúan soñando. La hermana Magdalena me dice: “ojalá podamos crear un centro de formación de profesionales sanitarios, sería nuestro último gran proyecto antes de que se nos agote la vida”. No dudo que lo conseguirán, como tantas otras cosas. Superaron inundaciones, años de guerra civil, agresiones, robos y muchos malos ratos. ¿No van poder levantar una escuela de ese calibre ahora? Qué más da que vayan camino de los ochenta, qué más da que cojeen o vayan con muletas por la vida, qué más da que se les hayan desgastado las caderas y  las rodillas.

“Haced lo que él hizo”. La frase del evangelio de Lucas sobre la parábola del buen samaritano preside la entrada al laboratorio. Pues en eso andan. Y quien no lo crea, que venga a este rincón mozambiqueño herido de sida pero aliviado por la esperanza.   

Ricardo Olmedo   29.may.2018 08:37    

4 Comentarios

Verdaderamente, amigos, estás señoras comprenden.

martes 29 may 2018, 12:30

Preciosa y esperanzada lectura de la realidad mozambiqueña.Gracias

miércoles 30 may 2018, 15:35

DOS MUNDOS EN UNO
... la vida religiosa es dura, ...a veces ... muy dura y sufrida, ( ... soy consciente, no por haberlo vivido; sino porque algunos hemos tenido, algún miembro de la familia lejano casad@ con el Padre), aunque para todos ell@s , .. él es el reconstituyente natural y universal y " supongo " ...que el principal "argumento", ..el let motive que les invita a CONTINUAR en su empeño, ...su labor para con los más necesitados. Una labor que aunque uno no sea devoto, ..., su sentido y sus fines son comprendidos y aceptados por la mayoría; ..¡ por supuesto !.Es hermosa profesión con un alto coste físico. Es la MENTE, preparada y culta, junto a un Dios ...la que les confiere LA FUERZA y les señala EL CAMINO a seguir, ...a insistir,...hora a hora, ...día a día, ...vida a vida.
...y en este sentido, ...a todos nos deja " pensativos " y perplejos, cuando percibimos el CONTRASTE entre los que pueden y los que no, ...los que "sobreposeen " y los que carecen, ...los que SON y ...los que no "LO" SON,...los ACOMODADOS de nuestras grandes urbes y los MOJADOS, ( ...como ejemplo, ...muchos mozambiqueños ).
La HISTORIA, ..siempre está ahí y ...siempre se repite : ...unos se mueren de hambre, cansancio y pobreza y otros de diabetes, .. unos a tempranas edades y otros tardías, ..unos llorando y otros sonriendo.
Si, .... dos MUNDOS en UNO MISMO.

viernes 1 jun 2018, 16:01

Para todos pesa.La vida no es fácil.
Pero hay formas de contar, este es el ejemplo aunque sea artístico.

https://www.rogerebert.com/reviews/the-orphanage-2007

https://www.rogerebert.com/reviews/a-monster-calls-2016

Vean y comparen cuál es mejor y obtuvo mayor recepción.Un saludo.

sábado 16 jun 2018, 16:06

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