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Rumbo a Uru y Para Guay

 

Uru y Para Guay


Ya tengo la maleta abierta sobre la cama. Me voy a Sudamérica. Primero a Uruguay y luego a Paraguay. Una semana a cada uno de estos pequeños países que viven su particular historia entre dos gigantes como Argentina y Brasil. Por cierto, “guai” en guaraní parece que significa “lugar de agua”, lo que viene siendo un río. “Para” y “Uru” hacen referencia a “bonito” y “pájaro”. Lo que nos daría que Paraguay es “río bonito” y Uruguay “río de los pájaros”. Pero hay otras muchas teorías lingüísticas y semiológicas. Esta es la que a mí más me ha gustado.

Es otoño por debajo de la línea del ecuador. Pero está siendo tan atípico y caluroso que ya nos han avisado de que metamos ropa de verano y mucho impermeable. Resulta que las temperaturas están siendo más altas de lo normal y que se suceden los pequeños ciclones con unas tormentas bárbaras que dejan mucha agua.

Total, que uno de los lugares a los que vamos, El Bañado de Tacumbú, se ha vuelto a inundar después de de más diez años sin haber sufrido estas inclemencias del tiempo. Resultado: Trescientas familias han tenido que dejar sus casas para sobrevivir en albergues improvisados. Y allí que nos vamos, con los dominicos de la ong Selvas Amazónicas a documentar esa realidad de inundación, lodo y olvido en la que viven los más pobres de esta barriada de aluvión ubicada en los bordes de Asunción. Esto será en Paraguay, lo mismo que el trabajo de los misioneros con los campesinos de San Roque González formando líderes para acceder así a lo más profundo de la campiña.

En Uruguay la grabación está prevista en dos barrios de Montevideo. Primero iremos al sur que, como el servicio de los bares, suele estar al fondo a la izquierda, con olores nauseabundos y escasas condiciones para lavarse las manos. Iremos al Camino de Maldonado, a una comunidad de la Orden de Predicadores a la que le recientemente les han robado el coche amenazándoles con una pistola. Un lugar donde los religiosos han abierto una guardería para una docena de críos con la intención de que sus madres puedan seguir trabajando. Un barrio con once comunidades eclesiales de base a las que, con todo el sentido del humor, llaman “de quita y pon” porque no tienen capilla fija. Se reúnen en garajes. Sacan antes el coche, colocan una mesa como altar, unas sillas en lugar de bancos, ponen un crucifijo, unas telas y ¡zas! Ya hay lugar para rezar y celebrar la misa en comunidad. Al terminar se recoge todo y se vuelve a colocar el coche en su sitio sin dejar ni rastro.

También iremos al centro de la capital, a la parroquia Nuestra Señora del Rosario. Aquí tenemos previsto contar la resurrección de los que acuden cada semana a las reuniones de “Narcóticos Anónimos” y las de los enfermos de cáncer y sus familias que llegados del interior del “paisito” residen en el hogar San Martín de Porres mientras reciben sus tratamientos de quimio y radio.

Salimos la noche del viernes 4 al sábado 5 de mayo. Tenemos previsto el regreso para el domingo 20. El equipo es de lujo y fantasía. Antonio Urrea llevará la cámara; Felipe Romero, el sonido; Carlos González se ocupará de la realización y yo procuraré enterarme bien de todo apuntándolo en mi cuaderno para contaros lo que me cuenten durante este nuevo periplo. Ah, y si hay wifi iremos contándoos con fotos y algunos comentarios nuestro día a día en las redes sociales de Pueblo de Dios. Seguimos.

Santiago Riesco    3.may.2018 13:39    

Rumbo a Guatemala y El Salvador


Guatemala El Salvador 045De nuestro último viaje a Guatemala (2012). FOTO: Ricardo Olmedo


Me voy a Guatemala, al corazón de la ancestral cultura maya. En realidad me llevan. Nos llevan. La ong de los hermanos maristas quiere que un equipo de TVE cuente en imágenes las pequeñas historias que hacen grande a un pueblo. Para ello los de SED, que es como se llama la organización no gubernamental, han preparado cuatro proyectos de solidaridad, educación y desarrollo en otros tantos lugares.

Primero iremos a Santa Apolonia, muy cerca de la capital, a 2.383 metros de altitud. Allí tenemos previsto un primer reportaje en un hogar para menores en riesgo y con problemas familiares. Son niños y niñas de entre 8 y 14 años pertenecientes a la etnia Kaqchikel. Tendremos la oportunidad de conocer cómo viven, de acompañarles a la escuela, de disfrutar de la clase de música en la que tocan marimba, chelo y violín. Tenemos previsto ir con ellos a misa y entrevistar a varios de los pequeños, a los hermanos Xon, a Aura Marina y a Carmen Chub. Muchas ganas de compartir con ellos unos días para contarle al mundo sus sueños y todo lo que van a hacer cuando sean grandes.

De ahí iremos al departamento de El Quiché. Grabaremos muy cerca de Chichicastenango, concretamente en Panimaché, en la falda del Volcán de Fuego, uno de los más activos de América (su última erupción fue a finales de septiembre de 2017). Estaremos atentos a la lluvia de ceniza, los movimientos de tierra y las fumarolas. Pero sobre todo intentaremos contar el bien que está haciendo el Instituto Tecnológico Kiché (ITECK) en las comunidades indígenas. Son más de 400 alumnos que viven en régimen de internado y se preparan en Administración de Empresas, Electrónica, Perito Industrial y Computación. Un emporio educativo de formación profesional al servicio de su propio pueblo. Y creo que han puesto wifi.

Cerca de Cobán, en el departamento de Alta Verapaz, mostraremos la realidad de la pobreza extrema en Samac y alrededores. Cambiamos también de cultura, en esta ocasión será la Kekchí y tendremos la dificultad añadida de que la gente apenas habla español. Se trata de una zona olvidada y marginada en extremo donde la presencia de SED es fundamental para el desarrollo humano a través de escuelas, centros de salud, centro de mujeres y una cooperativa de café… un poco de luz y alegría entre las sombras y la tristeza que en estos ambientes vienen casi de serie.

Y por último pasaremos a El Salvador para intentar empaparnos del proyecto “Tejiendo sueños”. Para ello visitaremos los departamentos de San Salvador, La Laguna, Cuscatlán y Santa Tecla. Un palizón para contar que la ong SED está formando a profesores, administrativos, padres y alumnos de las escuelas públicas ubicadas en los ambientes más difíciles. El último año nada menos que 62 Centros Escolares (insisto: de titularidad pública) se beneficiaron de este proyecto que apuesta en este pequeño país por la educación que les ayude a construir un gran futuro. 

El equipo es experto. Antonio Urrea se encargará de la imagen, Sergio Rodríguez "Rospi" hará lo propio con el sonido. La realización correrá a cargo de Julio Luquero y el que esto escribe, Santiago Riesco, del guión y de preguntar para contar todas estas historias en nuestro programa, Pueblo de Dios, "los domingos a las 11:30 en La2". 

 

Santiago Riesco   31.ene.2018 18:08    

El Papa Francisco, los pueblos indígenas y la casa común

2016-05-16 22.09.11-2

El 19 de enero el Papa aterrizará en la selva amazónica peruana. Un lugar muy cercano y familiar para el equipo de Pueblo de Dios ya que hemos estado allí grabando en varias ocasiones invitados por la ONG ¨Selvas Amazónicas¨, la organización de los dominicos encargada de atender a los misioneros que anuncian la alegría del Evangelio a orillas del Urubamba y el Madre de Dios.

En mayo de 2016 me tocó estar dos semanas en ese Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, entre avionetas y canoas visitando comunidades indígenas de machiguengas y ashaninkas para escuchar cómo ha cambiado su vida. Casi siempre para mal debido a la ambición desmedida de empresas multinacionales dispuestas a conseguir beneficios económicos aunque para ello tengan que reventar el planeta. Y grabamos tres reportajes muy duros, reales y directos.

En aquella ocasión no sólo llevamos la cámara, el micrófono, el cuaderno y el boli. En aquella ocasión, con motivo de los 50 años de “Selvas Amazónicas”, también llevamos en la mochila la encíclica del Papa Francisco que aborda la ecología y el medio ambiente. La “Laudato Si” que advierte sobre la necesidad urgente de cuidar la casa común.

En los tres documentales aparece el joven obispo español David Martínez de Aguirre, un dominico de Vitoria que vivió en Kirigueti y que aprendió la lengua de los machiguengas. Un hombre de su tiempo comprometido con el Amazonas y con los pueblos que lo habitan. El viernes, 19 de enero, el Papa Francisco se encontrará con David y con los representantes de los pueblos indígenas. El viernes escuchará de primera mano lo que nos contaron a nosotros. El viernes, en Madre de Dios, el sucesor de Pedro podrá bendecir al Creador y pedir sobre el terreno un poco de sentido común en la explotación de los recursos de todos para que dejen de llegarnos sólo a unos pocos.

 

 

 

 

 

Santiago Riesco   16.ene.2018 17:07    

Feliz Navidad 2017

Pueblo de Dios

 

Feliz Navidad

Desde el “pueblo”

os deseamos a todos

mucha felicidad

en Navidad

y en el Año Nuevo.

 

Con el “pueblo”

compartimos

lo que pasa en el mundo

y nos gusta

(amor, justicia y solidaridad)

y lo que nos disgusta

(hambre, guerras y exclusión).

 

En el “pueblo”

trabajamos

disfrutamos

y soñamos

un mundo mejor para todos

sin excepción.

 

Este “pueblo”

-nuestro querido pueblo-

es el “Pueblo de Dios”

nada más y nada menos.

 

Equipo de “Pueblo de Dios”

Pueblo de Dios   19.dic.2017 12:46    

La Magdalena que no

Trabajadora sexualHace dos años nació su primer bisnieto a la edad en que en España algunos tienen los hijos. No le importa explicar que ha sido una trabajadora sexual, pero deja bien claro a los hombres que buscan el morbo o las bromas eróticas que por ahí no. Cuando acabamos la entrevista se ríe a mandíbula batiente, como dejándose la vida en una carcajada contagiosa y ronca. De pronto cambia el rostro y el tono para darme las gracias porque no le he hecho las mismas preguntas que los periodistas argentinos de la última vez.

Me gusta más hablar de cómo ayudo a las Oblatas, de cómo voy a las cañadas a buscar a las chicas que no vienen al curso porque han tenido una mala noche. O porque llueve. Lo de contar cómo lo hacía, con quién y por cuánto creo que no le tiene que importar a la gente. Trabajaba en el negocio por necesidad. Porque tenía tres hijos, porque mis parejas me lo pedían, porque consumía drogas, porque no conocía otra vida. Era como un payaso. Aunque estuviera muy triste y con mucha pena por dentro, tenía que sonreír todo el rato. Y eso me dolía más que los golpes que me daban algunos clientes. A mi última pareja tuve que darle una puñalada en el estómago porque casi me mata a golpes. Mira la cicatriz que me dejó detrás de la oreja, mira.

Y en efecto, ahí está el cosido que es un memorial al dolor y la impotencia de las mujeres prostituidas. Y enseguida, sin transición, vuelve a soltar otra de sus contagiosas y sonoras carcajadas para explicarnos que a Magnolia la conoce desde que nació. Que su mamá quenpadescanse, también trabajaba en el puerto. Y que la muchacha siguió en el oficio hasta que las Oblatas se cruzaron en su camino.

Fue porque no quería que la primera de sus dos hijas, ya en la adolescencia, se metiese en el negocio. A que las hermanas le echaran una mano para convencerla de que estudiase o se apuntase a algún taller. Hablaron con la psicóloga y acabaron apuntándose las dos: la madre y la hija. Hoy Magnolia se ha sacado el graduado escolar y el título de peluquera y esteticién. Con la ayuda de la Fundación Centro Esperanza y un dinero de Cáritas Donosti ha abierto un local de belleza en su barrio, en el sector Villa Penca, en los Bajos de Haina. El lugar con más prostitución de la ciudad con más prostitutas de República Dominicana. Aquí está el principal puerto del país, la única refinería petrolífera de la isla y el mayor polígono industrial de República Dominicana. Muchos hombres de fuera que vienen a trabajar solos y tienen dinero. Blanco y en botella. La hija de Magnolia estudia en la universidad

Pide pollo en la parrillada. Me encanta el pollo y si sobra, me lo llevo, explica Miladys encendiendo un cigarro al tiempo que nos explica que le da vergüenza fumar en el centro o delante de las chicas. Es consciente de que para ellas es un referente, una mujer fuerte que ha salido del agujero y que está ahí para que se agarren a ella las que decidan dar el paso. Como Magnolia.

Miladys tiene 53 años y un bisnieto, pero no le deja que le llame bisa. Me dice mamá, nos cuenta mientras se le iluminan los ojos. Y cuando nos despedimos, el abrazo es tan fuerte y prolongado que me da tiempo a darle las gracias sin que note que se me ha quebrado la voz porque ha entrado a formar parte de mi pequeño altar de santas y heroínas anónimas. Miladys, la Magdalena que no.

Santiago Riesco   16.oct.2017 17:18    

Buenas noticias de "Pueblo de Dios"

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La primera buena noticia es que “Pueblo de Dios” ha incrementado notablemente su audiencia en los últimos tiempos. Esta feliz circunstancia nos da pie para agradecer a nuestros fieles seguidores de siempre y a las  personas que se van enganchando al programa su elección por “Pueblo de Dios” entre la variada oferta televisiva de los domingos por la mañana (11,30 en TVE- La2). Nuestra propuesta de presentar a personas y obras de la Iglesia en las fronteras de la pobreza y la marginación en todas sus dimensiones, dentro y fuera de España, ha dado credibilidad y audiencia a “Pueblo de Dios”, uno de los programas más veteranos y consolidados de TVE.  

Otras buenas noticias de “Pueblo de Dios” son que, en este final de curso, el programa tiene previstas grabaciones en Soria, Granada, Sudáfrica, Bolivia y Camerún. En Soria, estaremos con los curas rurales y con Cáritas diocesana. En Granada, grabaremos en el centro de discapacitados de las Hermanas Hospitalarias y los Hermanos Maristas nos mostrarán las obras sociales que realizan en barrios marginales de la ciudad. En Sudáfrica, acompañaremos a los misioneros combonianos en sus correrías apostólicas. En Bolivia, haremos un seguimiento de los proyectos que Manos Unidas tiene en el país andino. En Camerún, conoceremos el trabajo de las Hermanas Hospitalarias con enfermos mentales. Llegados a este punto es  obligado por nuestra parte agradecer a las congregaciones religiosas, instituciones  y ONG de la Iglesia la financiación de los programas que “Pueblo de Dios” graba fuera de España. Sin su colaboración “Pueblo de Dios” sería un poco menos “pueblo de Dios” de lo que es actualmente.

 

Julian del Olmo    4.may.2017 10:01    

En Guadalajara

Infantado Guadalajara

Un equipo de “Pueblo de Dios” ha estado  en Guadalajara grabando un programa sobre Cáritas Diocesana de Sigüenza-Guadalajara. La grabación se ha centrado en los programas de Cáritas que hacen realidad las Obras de Misericordia: dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y acoger a los “sin techo”.  La grabación ha tenido su epicentro en “Casa de Nazaret”, en Guadalajara capital, donde tienen su sede los servicios sociales de la diócesis. En “Casa de Nazaret” están las cocinas donde se prepara diariamente comida para más de 300 personas que se distribuye en el “restaurante solidario”  (70 familias recogen la comida a media mañana para tomarla con sus hijos en casa y  otras 40 personas comen en el comedor social) y  “comida sobre ruedas” que consiste en el reparto de comida caliente a personas mayores enfermas o con problemas de movilidad. Dos “furgonetas de la caridad” reparten  200 comidas por las casas.

La cámara de “Pueblo de Dios” ha grabado el “Economato Económico” de Cáritas donde pueden comprar, un 20 por ciento más barato que en el supermercado, las familias cuyos ingresos no les permiten llegar a fin de mes, previo informe de las trabajadoras sociales. Más  500 familias hacen la compra básica en el economato de Cáritas.

“Pueblo de Dios” ha seguido paso a paso el proceso que hace  Cáritas con la ropa de segunda mano: recogida, selección, lavado y planchado para posteriormente  ponerla a la venta en su tienda de “Reciclamoda”  (en el centro comercial “La Llanilla”).  La cámara de “Pueblo de Dios” estuvo en el desfile  organizado por  “Reciclamoda”, en el hotel Try-Meliá de la capital, que resulto tan novedoso como exitoso.  El equipo del programa (Julio Luquero, Fernando de Andrés, Sergio Rodríguez y Julián del Olmo) pasamos una tarde en  “Betania”, el albergue para personas sin hogar que tiene Cáritas en la barriada del Alamín. 

Julian del Olmo   30.may.2016 11:07    

A la selva amazónica

Selva-amazonia
Con ¨Selvas Amazónicas¨. La organización de los dominicos encargada de atender a los misioneros que anuncian la alegría del Evangelio a orillas del Urubamba y el Madre de Dios. Dos tremendos ríos de 750 y 1.100 kilómetros de longitud que discurren por la selva peruana para acabar desembocando, de una u otra manera, en el padre de todos los ríos, en  el Amazonas.

Estaré dos semanas en el Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, entre avionetas y canoas visitando comunidades indígenas para escuchar cómo ha cambiado su vida. Para mal. Con la ambición desmedida de algunos codiciosos empresarios dispuestos a conseguir pingües beneficios aunque para ello tengan que reventar el planeta. Y en eso andan, en acabar con el pulmón de la Tierra cortando maderas sin control, en acabar con el agua vertiendo sin pudor el veneno con el que limpian el oro que arrancan de las entrañas de la selva en minas a cielo abierto, en acabar con el aire puro explotando el gas que genera diferencias obscenas entre los poblados artificiales de los obreros y los oriundos del lugar. Donde los que han venido de fuera tienen agua, luz, teléfono y parabólica mientras los que aquí estaban, los propietarios legítimos de las materias primas que están siendo explotadas continúan en las mismas condiciones de pobreza y abandono.

Esta vez no sólo llevamos la cámara, el micrófono, el cuaderno y el boli. En esta ocasión, con motivo de los 50 años de “Selvas Amazónicas”, también llevamos en la mochila la encíclica del Papa Francisco que aborda la ecología y el medio ambiente. La “Laudato Si” que este 24 de mayo cumplirá un año de vida advirtiendo sobre la necesidad urgente de cuidar la casa común.

Nuestro objetivo es contar con imágenes los desmanes y atentados que se están cometiendo en Sepahua, Kirigueti, Camisea, Cashiriari y Nuevo Colorado. El dolor y la muerte que trae consigo la codicia. La falta de respeto a un mundo que es de todos, también de nuestros nietos. Iremos de la mano de los dominicos. Estaremos atentos a lo que nos muestren los líderes indígenas. Escucharemos a los empresarios que quieran contarnos su versión. Y cuando regresemos, os contaremos lo que hemos visto y oído. Lo que hemos sido capaces de entender. Y sobre todo, lo que no.

El equipo es joven pero experimentado. Sergio Casas y Alberto F. Collantes van como responsables de imagen y sonido. Roberto Domingo como realizador y el que esto escribe como periodista. Si el wifi y el cansancio nos lo permiten, os iremos informando de nuestras aventuras en este mismo espacio. Seguimos en contacto.

Santiago Riesco    3.may.2016 10:27    

Heroínas de frontera

Pisiga selfie

He estado apenas dos semanas en Bolivia. En el altiplano. La primera semana en la frontera con Perú, en Mocomoco, a 3.600 metros. La segunda en la frontera con Chile, en Pisiga, a 3.800. Las experiencias han sido brutales, como los paisajes. Pero nunca me cansaré de repetir que lo mejor de estos viajes, siempre, son las personas. Las de esta última aventura han sido especialmente especiales.

En Pisiga he convivido con tres mujeres fantásticas. Una española, una peruana y una boliviana, como si fuera un chiste, pero muy en serio. Viven de la providencia y de lo que les manda la gente buena desde España a través de la ong COVIDE-AMVE. Se dedican a dar techo, comida y orientación a los migrantes que vienen huyendo de la violencia y la pobreza desde Colombia, República Dominicana y la propia Bolivia buscando una vida mejor en Chile. A cien metros de la casa donde les dan acogida.

El lugar es inhóspito. A las dos de la tarde el viento se hace insoportable. La altura te quita el hambre y la falta de oxígeno te provoca un sueño que no es fácil explicar. El sol quema incluso con una protección 50 (aquí usan protección 100) y las noches de invierno la temperatura llega hasta los 20 bajo cero. María José, Fanny y Zenobia llevan apenas tres meses entregadas a la causa. Visitando algunas familias de un pueblo con 72 personas censadas pero con más de 600 habitantes. Las tres son heroínas de frontera en un lugar donde el principal entretenimiento es contar la ingente cantidad de camiones que pasan mercancías de un lado al otro de la cordillera andina. En el desierto. Donde no hay un solo árbol, donde las llamas y los perros son los únicos animales que resisten la dureza climatológica, donde casi todos los vecinos profesan el pentecostalismo, donde las Hijas de la Caridad tienen que rotar para no morir de frío, de tristeza, de dolor de cabeza y de impotencia.

Cinco días y cuatro noches hemos pasado en un rincón celestial dentro de este infierno. Las hermanas nos han abierto las puertas de su casa acogiéndonos como si formásemos parte de la comunidad. Nos han sentado a su mesa y nos han ofrecido de lo bueno, lo mejor. Unas hermanas que viven de alquiler en una casa sin agua corriente. Entre una y dos horas al día se pasan acarreando cubos desde un pozo o llenándolos con una manguera que suben con una cuerda desde el patio del vecino hasta su ventana. Con el frío que hace. Y el sol de justicia. Y un viento que uno no sabe cómo contar y que no se entiende en las imágenes.

El último día vino Margarita. Una chilena que ha batido el récord de permanencia en esta complicada misión de altísima rotación. Llegó desde Iquique, en la costa chilena, donde ha puesto en marcha una guardería para los hijos de los migrantes que atendió durante los tres años que pasó en Pisiga. Nos contó cómo habían denunciado racismo, clasismo, malos tratos y algunas irregularidades en la frontera chilena para con los migrantes más pobres y de color. Y que el Salvados de la principal televisión chilena se había hecho eco del asunto. Y cómo desde entonces las cosas estaban más normalizadas y había menos migrantes “rebotados”. Vimos cómo fotografiaba con su celular la última denuncia de un colombiano fechada dos días antes de nuestra llegada y entregada a las hermanas para su tramitación. En ella narraba la paliza que dos policías le habían infligido antes de no dejarle pasar la frontera. La hermana Margarita envió el documento fotografiado por wasá a la responsable chilena de migraciones dependiente del Ministerio. Enseguida recibió respuesta: “Mándeme todos los datos por correo electrónico. Abriremos inmediatamente otra investigación”. Y a pesar de la locura del viento, del frío entrando por las rendijas, del sol que no te deja abrir los ojos, del ruido de los camiones a 3.800 metros, de la falta de agua corriente, de la arena en la boca y de la falta de sonrisas en un punto caliente para el tráfico de drogas… a pesar de todo, uno siente en el pecho esa inexplicable sensación de satisfacción y bienestar mirando a los ojos de estas mujeres valientes, de las heroínas de Pisiga, de las Hijas de la Caridad.

Pisiga equipo

Santiago Riesco   19.mar.2016 12:42    

Vuelvo a Bolivia

Río Mamoré (19)

Regreso al país que me sorprendió hace seis años. Al lugar donde tuve la suerte de conocer a una de las heroínas de Cochabamba, a sor Adelina ("Otra heroína de Cochabamba"). Una Hija de la Caridad navarra que nos llevó con la lengua fuera recogiendo gente tirada en la calle, atendiendo enfermos terminales, escuchando a los toxicómanos y dejándose la vida a jirones por los descartes, los invisibles, los nadies ("La infancia amanecida"). Vuelvo a Bolivia dispuesto a que sus pueblos y sus gentes me vuelvan a conquistar. Aunque esta vez no iré en avioneta hasta las entrañas de la selva desde la capital del Beni, Trinidad. Ni caeré en la cuenta de que las Cesna de seis plazas no tienen limpiaparabrisas, ni navegador, ni gps, ni más instrumental que el móvil y la pericia de un piloto capaz de aterrizar guiado por su intuición en medio de una tormenta. Tampoco tenemos en el planning grabar una reducción jesuítica ni cómo los jóvenes indígenas cantan como los ángeles, juegan al fútbol descalzos y cazan pirañas con arpón metidos hasta las rodillas en el agua ("Así en la selva como en los Andes"). Ni siquiera hay prevista una larga jornada en barco remontando uno de los principales afluentes del Amazonas, el impresionante río Mamoré. No hay organizado un regreso nocturno en el que la luz de las estrellas se refleje en los ojos de los caimanes en medio de un silencio espeso mientras nuestro barco, salido de un cuento de Mark Twain, esquiva los troncos que arrastra la corriente. “Ustedes están acostumbrados”, me animaba preguntando a los que llevaban el timón. “Nosotros nunca viajamos de noche porque es muy peligroso. Esta es la primera vez”, me respondían ocultos por la oscuridad y navegando a la luz de una miserable linterna después de pedirnos que apagáramos las nuestras porque les distraían. No sé si volveré a ver a sor Geralda, la misionera norteamericana patrona del Santa Luisa ("Bolivia por tierra, río y aire").

Vuelvo a Bolivia y lo hago de nuevo con la ong española de los Paúles y las Hijas de la Caridad, vuelvo con COVIDE-AMVE, aunque cambiamos de paisaje, de región y de proyectos. Del 1 al 15 de marzo el padre Diego Plá será nuestro guía, tutor y anfitrión para conocer dos misiones de altura. La de Mocomoco, en la frontera aymara con Perú, a orillas del Titicaca, a 3.500 metros de altitud. Y la misión de Pisiga Bolívar, un lugar de migración en la frontera con Chile, a 4.000 metros de altura. Iremos abrigados y preparados para el soroche. Vuelvo a Bolivia que es la misma y muy distinta.

Santiago Riesco    1.mar.2016 08:39    

Pueblo de Dios

Bio Pueblo de Dios

Los de PUEBLO DE DIOS no somos los de la misa. El programa es uno de los más veteranos de la casa. Llevamos en la parrilla desde octubre de 1982. Ahora podéis vernos los domingos a las 11:30, justo después de “El día del Señor” (la misa); y desde marzo de 2010 también salimos los miércoles a las 11:00, también en La 2.
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