África y el Franco CFA
miércoles 1.feb.2017 por Santiago Barnuevo 0 Comentarios
Los cambios tecnológicos y la explosión de las redes sociales han permitido una nueva oleada de movilización en los colectivos africanos. En lugares donde los medios de comunicación, generalmente controlados por Gobiernos y oligarquías, no daban acceso a voces discordantes, Twitter, Facebook o Instagram se han posicionado como soporte para las grandes aventuras. Es el caso del #FrontAntiCFA que desde Senegal ha lanzado una campaña de protesta para que los 15 estados africanos que tienen como moneda oficial el Franco CFA puedan recuperar su independencia monetaria.
Para entender que es el CFA, hay que remontarse hasta la década de los 40. África fue un lugar importante para Francia durante la Segunda Guerra Mundial, Brazzaville llegó a ser la capital de la Francia libre e incluso el General Charles de Gaulle llegó a tener allí su cuartel general, que hoy acoge la Embajada de Francia y un pequeño museo sobre el paso del militar que ejerció de líder frente a la invasión nazi.
Una vez finalizada la contienda, se creó el Franco CFA como moneda para las colonias africanas francesas, con un tipo de cambio vinculado directamente al Franco. Las independencias que arrancaron a finales de los 50 y durante los 60 en todo el continente, no fueron motivo suficiente para que aquellos Estados tomaran completamente las riendas de su propia soberanía. A través de dos bancos centrales que se ocupan de la gestión de la moneda, Francia ejerce de autoridad monetaria y garantiza un tipo de cambio estable con el euro, situado hoy en 655,957 CFA por cada euro. En África Occidental, adoptaron esta moneda como oficial en Senegal, Costa de Marfil, Malí, Burkina Faso, Níger, Togo y Benín, países a los que se unió posteriormente Guinea Bissau, antigua colonia portuguesa. En África Central es la moneda de Camerún, Chad, Gabón, República Centroafricana y Congo-Brazzaville, además de Guinea Ecuatorial que en los ochenta se sumó al club. Igual ocurre en las Islas Comoras, que de la misma forma funciona con el franco comorano.
Fuente: Tesoro de la República Francesa
Los defensores del franco CFA aseguran que es muy positivo para los países africanos, pues tienen la fortaleza derivada del euro, prometen una inflación controlada y facilita los intercambios comerciales con Europa y entre ellos. Pero esa estabilidad es para Kemi Seba, promotor del Frente Anti CFA, una muestra del neocolonialismo que impide a África tomar su propio camino. “Cuando un esclavo trabajaba en las plantaciones también tenía estabilidad. Sabía que su vida iba a ser igual cada día. Nosotros preferimos coger otro camino aunque tenga más riesgos, pero al menos seremos dueños de nuestras decisiones”, aseguraba en Cinco continentes de Radio 5. Este comunicador, que desde la ONG Urgences Panafricanistes, ha organizado protestas simultáneas en varias ciudades, asegura que no es sólo un tema económico.Asegura que es también una manera de perseguir “de verdad ese proceso de independencia por el que se levantaron nuestros padres y por el que muchos murieron. Ahora tiene que avanzar en la eliminación de esta moneda para monos, así hay que llamarla, para arrancar un camino sin retorno hacia la soberanía política, intelectual, cultural y económica de todo el continente.”
Kemi Seba, promotor de Urgencias Panafricanistas.
Para garantizar esa estabilidad, el tesoro francés exige que los estados africanos que participan en la zona CFA depositen la mitad de todas sus reservas en divisas como garantía, lo que según Kemi Seba es la renuncia a toda soberanía y la sumisión a los dictados de Francia, la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. “Es curioso que se convoque una cumbre de Jefes de Estado africanos sobre Economía y por allí aparezcan el ministro francés de Finanzas y la directora del Fondo Monetario Internacional. Casualmente la conclusión es que, en países con muchos recursos naturales y grandes bolsas de pobreza, la solución es la aplicación de la austeridad presupuestaria”, afirma el economista y profesor universitario congoleño Noël Magloire Ndoba, antaño decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Marien Ngouabi de Brazzaville. La realidad es que cada seis meses, los ministros de finanzas de la zona CFA se reúnen con su homólogo francés. Y lo cierto es que asomarse a las pequeñas tiendas de ciudades como Brazzaville o Cotonou, muestran que prácticamente todos los productos de alimentación manufacturados importados proceden de Francia. Aunque la visita también depara sorpresas al ver que el vino en tetrabrick que se vende en las estanterías africanas es español.
El movimiento ha cogido fuerza en los últimos meses y el siguiente paso a dar para Kemi Seba es la creación de una moneda africana que anime la unidad económica y política de África, pero Noël Magloire Ndoba señala que hay que actuar con cautela. “Una posible solución, más prudente, sería crear dos monedas subregionales aprovechando las ramas actuales del CFA y sumar a otros países potentes como Nigeria en África Occidental para reforzar las nuevas divisas. A partir de ahí, y según avance la integración comercial africana y la eliminación de visados, se podría plantear una moneda única para todos. Pero hay que tener muy presente el ejemplo del euro y no lanzarse a unificar mercados sin antes establecer políticas comunes e instituciones federales para evitar colisiones o desequilibrios internos”.
Los dos reconocen que con una moneda distinta al Franco CFA no se van a solucionar los problemas. Seba relaciona directamente la corrupción gubernamental con un control teledirigido de la economía, asegura que “la mayoría de los jefes de estado en la zona del franco actúan mal por sus propios intereses, sólo piensan en sus bolsillos. En este juego, las empresas francesas se llevan la barra de pan, los presidentes se quedan con las migas para vivir como pachás, y los africanos se mueren de hambre”. “El principal problema es la gobernanza, hay que pasar página a los Gobiernos malos, que a pesar de contar con recursos naturales, gestionan mal, roban y obliga a los países a asumir deuda externa que al final adquiere tal tamaño que condena para siempre a los ciudadanos”, señala Ndoba.
El próximo 11 de febrero, el Frente Anti CFA ha convocado protestas en hasta 30 países, para exigir soberanía monetaria y económica pero también para reclamar a sus gobernantes que piensen más en la gente que en sus propios bolsillos.