Asilo y soledad, la vida de 7.000 menores refugiados
martes 14.jun.2016 por Santiago Barnuevo 0 Comentarios
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Imagínate que tu vida es tan miserable que sólo piensas en huir. Que en plena infancia todos los días te pegan, te violan, te obligan a trabajar de sol a sol, y que incluso es tu propia familia la que te entrega a un señor que te esclaviza.
Esta es la vida que sufren miles de niños y niñas que intentan llegar a Europa pensando en una vida mejor, y que según el informe 'Un peligro en cada etapa del camino' presentado por UNICEF, pone de manifiesto la realidad que han vivido más de 7.000 menores no acompañados que han llegado a Italia a través de la ruta marítima desde Libia en lo que va de año. Es el doble de los registrados en la primera mitad de 2015 y casi todos, nueve de cada 10, llegan solos.
El fondo de Naciones Unidas para la Infancia ha recopilado varios testimonios de jóvenes llegados desde países como Siria, Irak, Afganistán, Eritrea, Gambia o Nigeria. También de Somalia, desde donde Omar arrancó un camino a través de media África para huir de Al Shabaab y que por poco estuvo a punto de acabar en el fondo del mar.
No es el único. Peace, nigeriana de 17 años, se marchó lejos por que su tía quería casarla con un hombre mayor cuando sólo era una niña. Se negó. De Benin City fue hasta Agadez, en Níger. Y de ahí a Libia cruzando el desierto de la mano de las mafias. Hoy, ya en Sicilia, asegura que "si llego a saber lo duro que iba a ser esto, me habría quedado sufriendo en Nigeria".
"Han tenido que atravesar tres o cuatro países", asegura Sara Collantes, especialista en políticas de Infancia de UNICEF, que explica que estos menores están totalmente a merced de los traficantes. "Para pagar el trayecto, les obligan a trabajar como esclavo y hasta que no reúnen el dinero, sufren todo tipo de abusos", añade antes de recordar a dos hermanos de Gambia, que contaban las brutales agresiones que sufrían si paraban de trabajar. No se olvidan tampoco de cómo les encerraban en una habitación al acabar la jornada. Y que no se les ocurriera intentar escapar porque les dispararían.
Después, hay que subirse en una lancha condenada al naufragio. Al menos 2.500 personas han muerto este año en el Mediterráneo. Otros lo pueden contar gracias a los equipos de rescate.
Una vez pisan de nuevo suelo firme, sus sueños no acaban de cumplirse. UNICEF critica que los sistemas de acogida de los países europeos están completamente saturados, y de media, según Sara Collantes, "tardan un año en resolver una solicitud de asilo, un tiempo en el que cientos de niños y niñas permanecen en un limbo administrativo, totalmente desprotegidos y absolutamente inaceptable. Los Gobiernos tienen que recordar que han firmado las convenciones sobre Derechos de la Infancia, y están obligados a dar una respuesta apropiada". La organización asegura que actualmente hay 23.000 menores bloqueados en Grecia que llegaron a través de las islas griegas en busca de algo mejor. En estos momentos, la gran mayoría de ellos, todavía no lo ha encontrado.
Las fotos son de UNICEF.