Televisión social, un retorno a la tele
lunes 23.sep.2013 por David Varona 0 Comentarios
Hablar de televisión social a estas alturas es una algo bastante obvio, lo sé. Pero creo que es importante hacer algunas reflexiones sobre la forma en que está cambiando nuestra relación con la televisión y sus contenidos. Y, sobre todo, en cómo esos cambios en los hábitos de la sociedad están arrastrando -arrastrándonos- a las empresas.
Creo que en este caso la función hace al órgano, y las redes sociales han dado lugar a una forma totalmente nueva de consumir televisión y, por tanto, han propiciado la aparición de herramientas que facilitan y complementan ese consumo.
Durante un tiempo pareció que la televisión iba a encajar muy mal en el ecosistema de Internet. Frente al PC, la caja tonta era tontísima. Pero poco a poco, fabricantes y broadcasters han sabido darle la vuelta a la ecuación, se han apropiado de Internet y ahora nadie duda del enorme potencial de la televisión conectada: ¿quién mejor que nuestra vieja amiga la tele para terminar de cerrar la brecha digital y conectar a todo el planeta? Como muestra, ahí está el reciente éxito de 'House of cards' y Netflix.
La tele es fácil de manejar, es una tecnología con la que todo el mundo se siente a gusto y permite navegar por contenidos digitales con gran facilidad. Y, quien no se lo crea, debería conocer el Botón Rojo de RTVE, que permite acceso inmediato a la Televisión a la Carta, noticias, deportes y contenidos interactivos simplemente con el mando a distancia.
La excepcional acogida del público al Botón Rojo de RTVE demuestar que hay muchas ganas de hacer del televisor algo más. Que la prometida intereactividad es una demanda real del público y de que la gente quiere tomar realmente el control de su televisión.
Pero el fenómeno va mucho más allá. Ver la tele y utilizar las redes sociales (en cualquier dispositivo) es ya una actividad habitual, común y multitudinaria. A nadie se le escapa que millones y millones de personas ven sus programas mientras los comentan en las redes sociales, o en aplicaciones de tipo 'second screen'.
El movimiento es tan fuerte que está haciendo que los grandes de las redes se muevan. Por ejemplo, Facebook ha anunciado un mayor grado de apertura de su API, pensando en capturar mejor la conversación instantánea. Vaya, lo mismo que hace Twitter, pero con post de Facebook. Lo interesante es que lanzan este cambio pensando en las televisiones, y hacen su 'roll-out' con las grandes teles americanas.
Está claro lo que piensa Facebook: "se nos escapa la conversación inmediata sobre televisión, que es lo que le gusta a la gente". Y reacciona construyendo nuevos feeds que las televisiones podrán utilizar en sus webs para mostrar la conversación que sus programas generan en Facebook.
La conversación, el ruido... Ese inasible concepto que rodea a los programas de televisión es, ahora mismo, objeto del deseo de todos los actores de este juego. Twitter ya anunció hace meses una alianza con Nielsen, el gran experto en medir audiencias de Internet, para poner en números comerciales ese "buzz". Su Nielsen Twitter TV Rating es una de las novedades más esperadas, tanto por el sector de la tele, como por el de Internet.
Ambas compañías quieren que se convierta en un estándar para medir el impacto social de un programa, y, de alguna forma, tratar de agregar ese impacto a la tradicional medición de audiencias televisivas.
La experiencia, siempre es la experiencia
Con todo, lo más importante -para mí- no es sumar unos miles de usuarios/espectadores de una forma más o menos científica. Lo importante es que las televisiones se han dado cuenta de que las redes sociales hacen que la gente vuelva a ver televisión en directo. Y eso es el Santo Grial, porque en directo la publicidad vale más y (por ahora) se gana mucho más con un programa en vivo que con uno 'on demand'.
Si las redes sociales hacen que la gente quiera ver la tele en directo para compartirla con sus amigos no es casualidad. Es porque la experiencia de un contenido, muchas veces, es más importante que el propio contenido. Queremos vivir las cosas, sentirnos parte de ellas, "estar" en ellas. Y contarlo, claro.
Muchas veces, cuando doy clase y los chavales me preguntan cómo se puede fidelizar al usuario cuando todas las webs dan la misma información, suelo responder: "que vivan una experiencia".
Los americanos son maestro de esto: han convertido tomar un café en la "experiencia" de ir a un Starbucks... La gente tiene que sentir que consumiendo nuestros contenidos está viviendo algo único. Pero, claro, esto no es fácil y puede que nos haga perder el punto de vista de hacia dónde va el negocio: más allá de Facebook, Twitter y los tróspidos, la televisión tiene un futuro en Internet. (Al respecto, un interesante artículo del Guardian).
Sin perder el norte, hay que luchar por conquistar esa experiencia y hacerla más y más atractiva. Creo que las redes sociales tienen la clave y los medios tenemos que aprovecharnos de ellas: en RTVE anunciaremos muy pronto una herramienta decisiva a la hora de construir esa experiencia. No te la pierdas...