Facebook y el anonimato. Rooms y Tor: hacia otra idea de privacidad
martes 11.nov.2014 por David Varona 0 Comentarios
Alguna vez he dicho aquí que Facebook me parece la red con una política más interesante con respecto a la privadidad. Mark Zuckerberg ha apostado siempre por un Facebook abierto, con identidades reales y fotos lo más reales posibles. Ha estimulado siempre el uso de la plataforma sin camuflajes.
En cierta forma, el hecho de que Facebook sea una plataforma en la que la gente muestra su verdadera identidad ha permitido el gran crecimiento de la red. No serviría de nada buscar a alguien por su nombre real si ahora se hace llamar Perico Mix. Y mucho menos si es alguien a quien no ves desde la EGB y cuyo travestismo nominal desconoces...
Sin embargo, Facebook ha dado un golpe de timón en los últimos meses que, al menos a mí, me ha sorprendido. Con apenas unos días de diferencia ha presentado Rooms, una aplicación de puro chat anónimo, y también ha anunciado que permitirá que su plataforma se conecte a través de Tor, la gran puerta de acceso a la internet oscura, ese reino del anonimato y las ip's ignotas.
Con este giro, Facebook completa una estrategia que incluye también la compra de Whatsapp, una aplicación que estos días está otra vez de moda porque a muchos usuarios no les gusta que se informe a sus contactos de si han leído o no sus mensajes (oh, tragedia). Lo cierto es que Whatsapp es una app cerrada, opaca y facilita una comunicación que es todo lo contrario a Facebook.
Ahora, con Rooms, el equipo de Zuckerberg ofrece una aplicación de chat al viejo estilo de los años 90, basada en el anonimato. De hecho, en la presentación de este producto, apelan a ese espíritu romántico de los tiempos del ICQ y el IRC...
Por su parte, la conexión a Tor no deja de ser una verdadera sorpresa, porque, a priori, pocas cosas parecen más disparejas que la muy 'mainstream' Facebook y la absolutamente 'underground' Tor, una red de conexión paralela a Internet donde es virtualmente imposible rastrear el origen de las comunicaciones. "Es importante para nosotros facilitar medios para que la gente utilice nuestro site con seguridad", explican en Facebook.
Lo cierto es que en los últimos tiempos se ha producido un cambio en el uso que la gente hace de las redes sociales. Ya comentamos en algún momento que la mensajería instantánea, con la comunicación uno a uno y sus entornos cerrados es una competencia muy dura para las redes. Y es una tenencia al alza: cada vez se utilizan más las herramientas tipo Whatsapp o Telegram, donde las conversaciones no pueden ser monitorizadas.
Leo al hilo de esto artículos en los que se explica que no solo es una búsqueda de espacios cerrados, sino también una búsqueda de desconocidos en las redes. Quizá porque ya tenemos muy vistos a los conocidos, quizá por esa vieja emoción del "cómo te llamas", "quién eres", "de dónde eres". Florecen así herramientas como Tinder, Happn o redes más complejas como Whisper o Secret.
Para mí, todas estas novedades son un síntoma de madurez. A medida que conocemos mejor las redes, nos especializamos y somos capaces de utilizar más plataformas, herramientas más esepecíficas y entornos más adecuados a nuestras necesidades. Sin embargo, lo reconozco, me molesta que Facebook haya emprendido un camino al lado oscuro, dejando atrás la idea -elegante y poderosa- de que nuestra identidad digital sera un reflejo perfecto de nuestra identidad real y, por tanto, nos sirva para cosas tan elementales como votar en unas elecciones.