2014, el año de Instagram
El otro día estaba yo con mi tío Fernando en su academia, en la que da clases de apoyo a chavales de la ESO, Bachillerato, etc. Jovencitos, vaya, de esos que llamamos 'nativos digitales' y que han aprendido a usar antes el smartphone que la bicicleta. En esto que llegó una familia: padre y madre de unos 50 años, niña de 10 y chico de 13. Este último era el 'paciente': según su padre, había bajado mucho su rendimiento académico y había que meterlo en vereda, porque "es un figura, pero muy vago".
Hasta aquí, todo en orden. Lo que me llamó la atención vino después: el padre aseguró que el chico estaba castigado sin su smartphone hasta fin de c...