La falta de confianza está matando a la prensa tradicional
martes 20.ene.2015 por David Varona 0 Comentarios
La confianza es la base de las relaciones sociales, del márketing, del comercio... Sin confianza, una empresa no puede vender nada a nadie.
En las redes sociales, la confianza es un pilar fundamental: sin ella, es imposible construir comunidades y conseguir cualquier objetivo con ellas. Si la gente no confía en lo que publicas, no conseguirás ningún impacto. Da igual que seas Coca-Cola, RTVE, CNN, Telefónica o mi prima Conchi.
Los medios de comunicación piensan que son ajenos a esta ecuación. O parece que lo piensan. Desde hace décadas, aquí y en cualquier país, arruinan la confianza del público con partidismos (cuando no sectarismos), intereses publicitarios, intereses corporativos, etc. Desde los años 70, en Estados Unidos se estudia el declive de la confianza del público en los medios... Y, sin embargo, los medios de comunicación tradicionales (de cualquier tipo, pero especialmente los periódicos) no han hecho nada que revierta esta situación. En general, siguen maltratando su muy castigada reputación y haciendo cosas que espantan la confianza.
Los grandes medios han creído que eran imprescindibles para encontrar información. Pero esto ya no es así. Internet ha venido a subvertir definitivamente ese viejo orden y la combinación de buscadores y redes sociales está apartando a los medios de su lugar tradicional como prescriptores de información.
Así lo demuestra un estudio denominado 'Trust Barometer' , elaborado recientemente por la empresa Edelman con más de 27.000 encuestados en 20 países. El número de personas consultadas ya es notable como para tener en cuenta el trabajo. Pero, además, va a ser presentado en el Foro de Davos... Parece relevante.
El trabajo, que analiza la pérdida de confianza general de la ciudadanía en todo tipo de instituciones, dedica un importante apartado a la prensa. La conclusión más llamativa es que la gente ya utiliza más los buscadores que los medios de comunicación para informarse. Es decir, antes de ir a un medio on line (y antes de ir a cualquier otro medio), el público va a los buscadores, especialmente a Google. Y, de ahí, salta a una fuente de información que le atraiga, sin pensar en el nombre de esa fuente, sin considerar si es un medio al uso, una red social, un blog...
Es decir, la confianza en los medios tradicionales es tan baja que han sido superados por los buscadores como primera referencia: un 64% dice que los buscadores le parecen confiables y un 62% dice que se lo parecen los medios clásicos. Pero, es más, para la influyente franja de edad de los 'millennials', el hueco se abre a un 72% vs 64%.
Para algunas informaciones, como la económica, las brechas parecen ya insalvables. Un 31% dice que se informa primero on line, muy por encima del 22% que habla de la televisión y el 21% de los periódicos. Además, un 37% dice que la búsqueda on line es su prioridad para confirmar o validar noticias, lejísimos del 18% que prefiere confirmar las noticias con los periódicos...
No debe sorprender. Los usuarios están acostumbrados a que Google y otros buscadores satisfagan sus demandas, algo que no siempre hacen los medios. Es inevitable que, de una manera progresiva, vayamos confiando más en los algoritmos, porque nos parecen más neutrales y, sobre todo, más variados. Los algoritmos de recomendación y descubrimiento de noticias ofrecen un panorama mucho más amplio y colorido que el que plantean los medios.
Los medios de comunicación todavía superan en confianza a las redes sociales como lugar donde informarse. Sin embargo, la fe que el público tiene en estas plataformas crece: un 48% dice que confía en ellas para informarse, frente al 45% de hace un año. La subida es notable.
Al paso que vamos, los medios acabarán de dilapidar su crédito muy rápido. Se empeñan en acusar de sus problemas al cambio tecnológico, la gratuidad de los cibermedios, la competencia de serivicios como Google News, y no se dan cuenta de que el mayor problema es que han perdido la confianza de la gente.
Además, el auge de las redes, combinado con la fiabilidad de los buscadores, supone un frente de batalla que el modelo tradicional no abarca. La tormenta perfecta.
Hablaremos más de esto en los próximos días.