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Las redes sociales, en su madurez: el público exige calidad y especialización

En los últimos días han menudeado las noticias sobre el mal momento que vive Twitter.  La red social del pajarito azul parece estancada: recibe menos usuarios nuevos, pierde muchos y sus cuentas están pasándolo fatal:  en el primer trimestre de 2014 perdió 132,3 millones de dólares (unos 95,5 millones de euros).

La cosa económica sería pasable si no fuera porque se han disparado varias alarmas que tienen que ver con el uso que el público hace de Twitter.  Y es que la llegada de nuevos usuarios se ha ralentizado de forma llamativa.
Quizá el análisis más profundo lo ha hecho, como muchas veces, The Atlantic, que publica un "panegírico" de Twitter con tintes de necrológica y habla del "ocaso" de la plataforma.  En este artículo se repasan algunos de los problemas que están haciendo que Twitter pierda músculo: exceso de spam, exceso de ruido, exceso de 'fakes' y, peor, una comunidad predecible en su narrativa y en su comportamiento, que muchas veces es agresivo y cruel.

Añade también que hay una tendencia a creer que Twitter es el centro de lo que pasa y que todo el mundo tiene sus ojos puestos en el 'timeline', cuando -esto lo sabemos bien en España- la inmensa mayoría del público no está en Twitter.

Muchos otros medios se hacen eco estos días de la situación que vive esta red social,  tan chispeante en los últimos años.  Ya sabemos que no hay nada que le guste más a la prensa de todo el mundo que derribar ídolos,  así que tampoco hay que hacer mucho caso del tremendismoEsto del ocaso se ha hecho mil veces con Facebook, y ahí sigue, tan pimpante, zampándose lo que se mueve.

Entonces, preocupación, la justa.  Lo que sí me ha llamado mucho la atención -y es más preocupante-, es un estudio que ha hecho la NBC estadounidense durante los Juegos de Sochi. En su análisis, comprobaron que la actividad en Twitter y Facebook no se traducía en audiencia, como han dicho muchos otros trabajos, especialmente los de Nielsen. De hecho, NBC ha tenido una audiencia muy por encima de lo que pasaba en las redes durante los Juegos, y les ha ido mejor con Facebook que con Twitter.

Con muchas precauciones y a la espera de más resultados, el responsable de investigación de NBC, Alan Wurtzel, dispara contra los pilares del futuro de Twitter, que se ha fiado a su matrimonio con la televisión. "El emperador está desnudo", dice Wurtzel para subrayar que ese perfecto maridaje entre Twitter y la tele quizá no sea tan perfecto.

Twitter

Twitter corregirá el tiro

Lo que está pasando con Twitter, y con todas las redes sociales, tiene que ver con la madurez de un medio. Cuando nació Internet, cualquier cosa te hacía  gracia y cualquier web era chula con tal de que cargara. Hoy, con 20 años de experiencia navegando, una web tiene que ser muy buena para que me quede en ella más de 30 segundos. Y en esa guerra ganan los especialistas: YouTube, Instagram, TripAdvisor, AirBnb,  Spotify... Los que saben hacer algo muy bien y barren.

¿Por qué barren? Porque se han especializado en algo y conocen muy bien lo que el público busca cuando llega a su web. Porque saben que el público ha madurado mucho, es exigente y sabe muy bien lo que quiere.

Frente a esto, la experiencia caótica, deslavazada y desconcertate de Twitter es un lastre. Hace tiempo que comentábamos aquí que necesita hacer algo con ese lío que es su experiencia de usuario. Ellos mismos reconocen que tienen que hacer más fácil la experiencia para los nuevos tuiteros. Esta confesión es sintomática: los usuarios menos avezados sufren y abandonan porque no entienden nada.

Y también es un síntoma de madurez: tras los 'early adopter' llegaron a Twitter los internautas potentes, los que navegan mucho y comprenden bien la red. Pero ahora está llegando el gran público, el que no entiende tanto y no explora: y este público rechaza la experiencia de Twitter.

Estoy seguro de que en Twitter lo saben. Sus recientes cambios estéticos -cada vez se parece más a Facebook- son una evidencia de que están trabajando en ello. Además, se están replanteando qué hacer con las @, los # y otros elementos de su ecosistema que se están convirtiendo en un problema para crecer.

Espero que pronto veamos un Twitter más ordenado, claro y, por tanto, relevante y útil. Un Twitter que no nos haga perder tiempo entre la broza y el ruido. Y si no lo hacen pronto...

Una cuestión de madurez

 Todo esto que pasa es, como decía antes, un síntoma de la madurez de las redes sociales.  Los 'social media' ya son mayores y sus usuarios han aprendido una barbaridad. Empezamos a ver este cambio cuando, tras la primavera árabe, los disturbios de Londres se organizaban a través de WhatsApp.

Desde entonces, casi no pasa un día sin que surja un servicio social más específico, adecuado y especializado. Algunos, con gran éxito, como Pinterest, Vine, SnapChat o la reciente Tinder, que sirve para 'geo-ligar'.

Era un síntoma: el usuario aprende rápido y se especializa. Igual que en el resto de ámbitos de la vida, en el uso de redes sociales nos vamos sofisticando. Si hubo un tiempo en que Facebook servía para todo, ahora somos muy conscientes de que es mejor utilizar una red o un servicio para cada cosa. Así, puedo utilizar Facebook para contaros que han empezado a salir los enjambres, pero los vídeos los subiré a YouTube, mientras que para el audio me iré a SoundCloud y, si quiero hablar con mis amigos apicultores lo haré por Whatsapp, Tango o Line. 

Facebook, que tiene todo el dinero del mundo, reacciona ante esta situación  de dispersión y complejidad comprándolo todo: Instagram, WhatsApp, Oculus... Lo que compra son dos cosas: una buena posición en mercados emergentes y talento para mantenerla en el futuro. Antes, Microsoft, Apple y Google marcaron esa forma de actuar.

Los que quieran seguir siendo grandes, como Twitter, tienen que reaccionar mejorando. Haciendo su experiencia más sencilla, limpia y útil. Y ahí tiene que aprender de los especialistas, de cómo lo hacen los que son rematamente buenos en algo.

 

 

 

Categorías: Internet , Redes Sociales

David Varona    5.may.2014 14:16    

Agregadores, inteligencia colectiva y robots. El futuro vs los editores de papel periódico

Las abejas, esos pequeños bichos, son responsables de que llegue a nuestros platos un 70% de la comida que comemos. Se encargan de polinizar las plantas que, sin ellas, no darían frutos. Los agricultores, deseosos de ese servicio, pagan a los apicultores por llevar colmenas a sus plantaciones.
Parece normal, ¿verdad? Las colmenas dan un servicio imprescindible, porque sin ellas, la producción de las plantas caería estrepitosamente. A cambio,  el apicultor produce miel y polen.

Bueno, en el mundo de Internet hay unas abejas polinizadoras que se llaman agregadores de noticias. Son, sobre todo, Google News, pero también Meneame, Digg y, en otra medida, las redes sociales.
Como sabéis, en España se está poniendo en marcha una ley para que estos agregadores paguen una tasa a los los editores de periódicos. Es decir, los apicultores pagarán por poner las colmenas en las plantaciones.

A mí siempre me ha parecido un debate absurdo. Cualquiera que vea una estadística y se dé cuenta del inmenso volumen de tráfico que estas páginas agregadoras envían a los medios de comunicación lo entiende rápido: los editores deberían rezar para que Google News no les cobre.

Para demostrar que esto es así, en Menéame han hecho un experimento. Bueno, no los chicos de Meneame, sino su comunidad, una activa, influyente y exigente comunidad de usuarios que comparten, valoran y comentan noticias.

Lo que han hecho los usuarios de Menéame es promover un boicot y dejar de menear noticias de los grandes medios de comunicación que se integran en la patronal de editores. Los resultados saltan a la vista y el tráfico de estas páginas cae de forma notable sin Menéame.

Para ilustrarlo: en un mes, las visitas desde Meneame a las webs de los grandes medios de la Asociación de Editores han caído de 1,7 millones al mes a solo 17.500. Es decir, una bajada del 99%. ¿Imagináis qué pasaría si el boicot, en vez de Menéame, lo hace Google? Exacto: nadie visitaría esas webs.

Esto, por si solo, ya prueba la importancia de estas empresas de agregación de contenidos. Pero, además, prueba lo importante que es el filtro social, la recomendación, para generar tráfico y audiencias de calidad.
Las multitudes organizadas a través de los medios sociales son un poder enorme para organizar la información, darle relevancia, descartar lo que no tiene interés y dirigir el interés del público. Vamos, los "influencers" de toda la vida y la vieja  y muy viva teoría de los "Two steps".

Negarse a ver esto es no querer comprender cómo ha cambiado la sociedad. ¿Alguien se imagina a los editores de enciclopedias exigiendo un canon a Wikipedia? No: han comprendido que el trabajo colectivo, el saber distribuido y organizado, es mucho más potente que un equipo de autores encerrados en una redacción. Incluso Diderot se habría dado cuenta de esto si alguien se lo hubiera explicado.

El futuro de los medios de comunicación, como el de las enciclopedias, los discos o los vídeos, cada vez tiene menos que ver con los modelos que hemos conocido. El cambio va tan acelerado que se lleva por delante las estructuras industriales, pero eso al público le da igual: impone su ley.

Hoy leo con una mezcla de ilusión y asombro una noticia que dice que un periódico de Los Ángeles publicó hace unos días una noticia sobre un terremoto apenas tres minutos después de producirse. ¿Cómo lo hicieron? Con un robot. Mientras los redactores andaban debajo de las mesas pesando si el edificio se caería, un algoritmo tomó los datos del centro de información sísmica y publicó una en la web noticia perfectamente válida. Ningún ser humano escribió nada, sino que lo hizo todo una máquina.

Antes de que los neoluditas y los defensores del periodismo mesiánico se me tiren al cuello, debo señalar que no creo que un robot sirva para escribir todo tipo de información. Que tardarán mucho tiempo en darle un Pulitzer a un algoritmo.

Pero sí creo que un robot, o una máquina de este tipo, pueden descargar a una redacción de infinidad de tareas de "picapedrero": información sobre tráfico, sobre el tiempo, sobre la bolsa... Incluso pueden lanzar la noticia (breaking news) con el resultado de un partido y los cuatro datos básicos, mientras los periodistas dedican su tiempo a cosas más interesantes, como hacer una crónica más profunda, una galería de fotos o un vídeo. Bueno, esto ya se ha probado, la verdad, y funciona bien. De hecho, la empresa Narrative Science ya lo demostró en 2011.

Robot-periodista-experimento

En el futuro (es decir, mañana mismo), el proceso de las noticias será otro. Y, por tanto, el papel del periodista debe repensarse en ese contexto. Por ejemplo, cada vez habrá más periodistas dedicados a filtrar el contenido de las redes sociales, a decirnos qué es lo interesante de ese río de información útil y trivialidades que es  Twitter.

Y habrá robots escribiendo noticias, sin duda. Y habrá una comunidad de usuarios que recibirá esas noticias, las valorará, las etiquetará, las completará con datos, aportará el valor de la capa social y las volverá  a poner en circulación.  (Aquí, mi compañero y amigo Luís Pinheiro diría que "alguien pondría por encima una capita de RDF" para hacer de esa noticia una pieza de contenido con sentido semántico y, por tanto, enlazable en un entorno de linked data). Pienso que el resultado final será mejor que ahora. ¿No creéis?

Hay quien no se quiere dar cuenta de esto. Avestruces vs abejas.

 

 

David Varona   19.mar.2014 13:05    

Sociedad-crowd. ¿Nos harán mejores las redes sociales?

El trabajo distribuido, en red, es una de las características que definen al enjambre. Allá donde esté, cada abeja sabe qué tiene que hacer en cada momento para contribuir al bien de su colmena, de su sociedad. No importan que nunca les toque estar en el centro, cerca de la reina y su corte: ellas colaboran unas con otras por el bien común.

Este comportamiento ha sido estudiado a menudo por los científicos que trabajan en inteligencia artificial, en robótica y también por los sociólogos. Fruto de esos estudios es, por ejemplo, el llamado 'algoritmo de la colmena de abejas', que permite explicar lógicas de exploración y explotación de recursos.

Las redes sociales de Internet reproducen en buena medida comportamientos como los que describen las teorías del enjambre. El trabajo distribuido, lo que se denomina 'Crowd-sourcing', es un ejemplo típico. Y estos días asistimos -yo, con asombro- a un fascinante trabajo colaborativo a escala planetaria. Se trata de la iniciativa lanzada por la compañía DigitalGlobe para trabajar en equipo en la búsqueda del avión desaparecido en Malasia.

Lo que han hecho es recoger fotos recientes de satélite tomadas por varias empresas y agencias especializadas en fotografiar el mundo desde aparatos en órbita. Después, han puesto ese material en una web y lo han publicado para que todo el mundo, incluso tú y yo, pueda ayudar a rastrear esas fotos del ingente pedazo de mar en que supuestamente desapareció el avión.

Es difícil, claro, porque hay que armarse de paciencia y escudriñar cada centímetro de medio océano. Pero, entre todos ¿por qué no podríamos hacerlo?

Foto_malasia

Sociedad-Crowd, camino de algo mejor

 Esta nueva sociedad conectada para colaborar, que en buena medida podríamos denominar 'sociedad-crowd', es muy prometedora. Ya hemos hablado aquí en otras ocasiones de la enorme importancia de estas tecnologías para activar el capital social. Una vez puesto en marcha, el capital social transforma a las sociedades y a las personas: produce cambios irreversibles.

Estamos muy al principio de esta revolución. Hoy mismo hace 25 años que Tim Berners Lee puso las bases de lo que ahora conocemos como web. Fue el pistoletazo de salida de esta carrera hacia el futuro en la que vivimos. Pero estamos solamente en la primera recta. Vendrán muchas curvas, subidas, bajadas y la meta siempre estará un poco más allá.

¿Quién podía pensar hace 25 años que hoy manejaríamos aparatos informáticos simplemente agitando una mano en el aire? ¿Quién puede saber cómo será la sociedad dentro de solo 10 años?

El Pew Research Center, siempre interrogándose sobre estas cuestiones, acaba de presentar un trabajo en el que pregunta a grandes mentes cómo ven ese futuro y cómo creen que será la sociedad digital dentro de una década. El estudio, que no tiene desperdicio, analiza el porvenir desde diferentes ópticas y deja algunas perlas llamativas.

Por ejemplo, Carolina Haythornthwaite, de la Universidad de British Columbia, considera precisamente que "el impacto más significativo se producirá en la capacidad de trabajar, socializar y mantener las conexiones familiares a través de la distancia"

Otros son más pesimistas. Como un profesor anónimo que ha respondido a las preguntas del Pew alertando sobre el peligro de que Internet, lejos de ser el "ecualizador que soñamos", sirva para acentuar las diferencias entre las personas, sobre todo en lo que respecta a las ideologías. "Hay un lado oscuro en el que las personas aumenta sus conexiones con las que piensan igual que ellas y se disocia de aquellas que piensan diferente. Aumentará la necesidad de una educación en medios de comunicación y debería preoucuparnos que nadie haga nada al respecto".

Como digo, un trabajo muy interesante que habla de un mundo lleno de posibilidades y también de zonas de sombra que habrá que ir iluminando poco a poco. De momento, que miles de personas de  todo el mundo, un verdadero enjambre, puedan colaborar para encontrar un avión perdido en el Golfo de Tailandia, ya me parece suficiente motivo para celebrar la existencia de esta nueva sociedad crowd.

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David Varona   12.mar.2014 11:14    

Facebook: 10 años que nos cambiaron a todos

El 4 de febrero, Facebook cumple 10 años. Sorprendente, ¿verdad? Lo cierto es que en España empezó a popularizarse a finales de 2007, con lo que para nosotros no es tan "viejo". Pero sí: nació en el ya remoto 2004.

En estos años, Facebook se ha convertido en algo más que una herramienta de creación de redes sociales en Internet. Su presencia planetaria, con más de  1.200 millones de usuarios únicos, convierte a la red de Marck Zuckerberg en un fenómeno fascinante: la aplicación informática más grande del mundo y nexo de unión para uno de cada seis habitantes del planeta.

Y no solo eso: ha cambiado nuestra forma de hacer muchas cosas: relacionarnos con amigos, jugar, viajar, ligar, comprar, informarnos, estudiar... Todo lo que toca Facebook se transforma, para bien o para mal. Y ha estado en el epicentro del terremoto tecnológico que hemos vivido en estos últimos años, cuando todo se ha conectado a la red y a las redes sociales. También ha estado en el lado oscuro, colaborando -a la fuerza o de  grado- con la entrega de datos privados a la NSA, en lo que es, posiblemente, la mayor trama de espionaje a los ciudadanos de la historia.

 

Datos_facebook
                                                            Fuente: datos oficiales de Facebook.


Mala ciencia y mal periodismo

Pero ser tan grande supone levantar muchas ampollas: cada pocos meses se suceden las noticias que hablan de que Facebook pierde usuarios, que los jóvenes ya no quieren estar en esta red, que ya le pisan los talones otras redes... Ya he escrito antes  sobre este eterno 'ritornello', y todos sabéis que no me creo esos augurios.

Aun así, me voy a permitir volver sobre el tema, porque lo que ha ocurrido recientemente es de auténtico esperpento.  Aprovechando la cercanía del décimo aniversario, aparece un estudio firmado por estudiantes de la Universidad de Princeton en el que se vaticina que Facebook perderá el 80% de sus usuarios para 2017. El trabajo utiliza un paralelismo entre la difusión de las enfermedades y la difusión de las ideas, y analiza la progresión de la búsqueda "Facebook" en Google.

Bueno, como propuesta teórica tiene su interés. Pero hay que tener en cuenta que el "paper" no ha pasado proceso de revisión de pares, con lo que no está validado científicamente y no se puede considerar ciencia de primera. Por increíble que parezca, medios de la categoría de la revista Time o de El País dieron pábulo al artículo con titulares apocalípticos. Mal periodismo, me temo, y muy extendido.

Por su parte, Facebook se lo tomó a broma y respondió con bastante sorna. Aplicando rápidamente el mismo análisis sobre las  búsquedas en Google, la gente de Facebook se  burló de los investigadores de Princeton y vatición que se quedarían sin alumnos en 2020. Por supuesto, hilaridad general.

Apisonadora de números

Poniéndose más serios, los de Facebook lanzaron el día 29 de enero un comunicado que deja en pañales toda la rumorología sobre su presunto declive: la empresa de Menlo Park cerró sus cuentas de 2013 con más de 1.000 millones de euros de beneficio neto, muy por encima de los 38,7 millones con los que cerró 2012. Y todo, gracias a su acertado viraje hacia el móvil y a la explotación de la publicidad. Los que decían que, tras salir a Bolsa, iba camino del desastre, deben de estar muy contentos con su talento adivinatorio...

 Solo en el último trimestre de 2013, las impresiones de publicidad en Facebook crecieron un 50,79 por ciento,  los clicks en anuncios subieron un 68,87 por ciento y las ventas de publicidad aumentaron en casi un 60 por ciento con respecto al trimestre anterior. Para ver con más detalle estas cifras, recomiendo echar un ojo a esta infografía ampliada:

Info_facep

 Poco que decir: Facebook siempre habla con números y suelen ser aplastantes. Pero es cierto que tiene que estar siempre renovándose, porque si no mantiene la atención y el interés, los usuarios más activos se aburren y prueban otras cosas.

Por eso, ahora presentan una nueva aplicación para móvil llamada Paper, que pronto estará disponible para todo tipo de soportes, pero que se estrena con iPhone. Es una aplicación completamente nueva que está pensada para utilizar Facebook como un periódico, un consumidor de noticias. Es la idea de Mark Zuckerbeg de convertir "Facebook en un periódico personal".

Pero, además, Facebook da un paso con 'Paper' en la transformación del 'storytelling', la forma de contar las historias, y avanza en su intento de competir con los sitios de noticias.

Fieles a su estilo de lanzar mejoras y proyectos sin parar, los chicos de Zuckerberg anuncian también la llegada de Graph Search al soporte móvil, que todavía no tenía desplegada esta funcionalidad de búsqueda.

El  giro hacia el móvil es, por tanto, definitivo y marca el futuro de la red. Sus directivos saben que el tráfico desde dispositivos es creciente y que tabletas y smartphones sustituyen paulatinamente a los ordenadores, incluidos los portátiles.

Y también siguen  trabajando en mejorar la experiencia de usuario, aunque eso complique la vida a los que hacen márketing en la red. El empeño de los técnicos es que nuestro muro de noticias sea más relevante y nos muestre aquellos contenidos que la comunidad valora más. Ya he dicho que eso es una complicación extra para los que trabajamos sobre las redes, pero al mismo tiempo nos exige un mayor esfuerzo y mejorar nuestro trabajo.

Veremos también cómo evoluciona en los próximos meses la publicidad en esta red. Facebook experimenta nuevas fórmulas para mostrar anuncios, tratando de equilibrar la visibilidad de la publicidad con los ingresos.

Proyectos que merecen la pena

Con millones de fans incondicionales y también de detractores, Facebook ha alcanzado una madurez sólida. Sigue marcando el camino para todo el mercado de redes sociales, se reinventa y se adapta, cambia y crece.

Pero, al margen de los números, Facebook es una herramienta de un poder sorprendente, que estimula la imaginación y la creatividad, y que bien utilizada puede generar enormes efectos positivos.

Hace unos días, me sorprendió una campaña holandesa pensada para sensibilizar a la sociedad sobre el drama del alzheimer. La idea es espectacular: tus amigos envían una foto en la que apareces. Los promotores de la campaña recortan tu silueta y la pegan en una foto diferente, en la que no conoces a nadie. Y te etiquetan.  Cuando vas a ver esa foto en la que te han etiquetado, no entiendes nada, porque no conoces a nadie. Exacto: así se siente un enfermo de Alzheimer. Solo por cosas como esta, Facebook merece la pena:

 

 

 

 

 

 

 

 

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David Varona    4.feb.2014 01:00    

La guerra de los mensajes instantáneos: o Facebook, contra Whatsapp, Snapchat...

A las redes sociales les ha salido una competencia sorprendente: la mensajería instantánea, que tiene su máxima expresión en la ubicua y ya indispensable Whatsapp, una aplicación triunfante. Y también en otras menos extendidas pero igual de interesantes, como Line o iMessage. Y en plataformas menos conocidas pero con gran potencal, como Snapchat, Chad2win, ChatOn, Nimbuzz... (Puedes ver más en este artículo sobre aplicaciones)

A la gente le gusta chatear con estas herramientas sencillas. Crea grupos con sus contactos del teléfono, comparte con ellos charlas, fotos, vídeos... Es fácil, rápido y, sobre todo, muy privado. Y es probablemente esta idea de privacidad, unidad a rapidez y sencillez, la que ha hecho que funcionen más y mejor estas soluciones que la mensajería privada de Facebook, Google o Twitter. 

Creo que una de las claves del éxito es que la forma de contactar con los amigos es a través de la agenda del teléfono. Eso hace que los usuarios entiendan esa comunicación como algo más directo y privado, sin tener que conectar con las listas de amigos de las redes, que siempre parecen algo más abierto, aunque no lo sean.

Lo llamativo es que esta mensajería privada ha empezado a comerse parte del pastel de las redes sociales. Por ejemplo, Whatsapp, la reina del mercado, ha superado ya los 350 millones de usuarios, lo que la sitúa en el nivel de Google+ en cantidad de cuentas (si viéramos las cuentas activas, seguro que ganaba de calle y rivalizaría con Twitter). 50 de esos millones los ha hecho en ¡solo dos meses!  Y no solo eso:  en agosto ya dijeron que sus servidores procesan 31.000 millones mensajes diarios. Es decir, más que Facebook.

Y los  gigantes de las redes se han puesto nerviosos con esta competencia de estructuras tan ligeras, filosofía cambiante y futuro amenazador.  Sobre todo, claro, se ha agitado Facebook, que suele reaccionar con movimientos demoledores. Esta misma semana se ha sabido que la empresa de Zuckerberg lanza una nueva versión de Messenger, su servicio de mensajería. Ahora,  lo interesante es que no hace falta ser amigo de una persona en Facebook para contactar: basta con saber el teléfono de esa persona con la que queremos hablar. Si su Messenger está vinculado con su teléfono, estará accesible y lo recibirá. Y si tiene su teléfono vinculado con su cuenta de Facebook, lo recibirá en ella, aunque no utilice Messenger.
Es un movimiento interesante, porque desvincula en parte la plataforma de mensajes de la red social, saltando así esos temores que veíamos antes.

En la línea de Facebook, se dice que Twitter podría trabajar ya en una aplicación de este tipo. Y la cosa no acaba ahí, porque también se ha sabido hace unos días que Facebook ha intentado lanzar sus redes sobre Snapchat, y que esta habría rechazado una oferta de ¡más de 2.200 millones de euros!

Espacios opacos y elusivos

Desde el punto de vista de los medios de comunicación y los que trabajamos sobre las redes, todo esto no son buenas noticias.

Por un lado, se multiplican los frentes y las vías de contacto con los públicos, lo que nos obliga a atender más pantallas, más plataformas y más volumen. Esto siempre es problemático, porque requiere más y mejor formación, y, sobre todo, más recursos.

Pero ese es el lado "bueno" del problema. El lado malo es que esos espacios de comunicación en los que el público se siente tan agusto son generalmente opacos y elusivos para nosotros. Y también para las autoridades, claro.

Este escurridizo panorama surgió tras la primavera árabe y el 15M, dos movimientos que se apoyaron en las redes. Pero estar en las redes también hace muy visible a la gente, y muchos otros movimientos sociales prefieren trabajar más en la sombra. Lo descubrimos con los disturbios de Londres en el verano de 2011, cuando los organizadores de las protestas utilizaron la mensajería privada de Blackberry para esquivar la observación policial. 

Desde entonces, los espacios de comunicación e información en los que se mueven las masas se han ido volviendo más inescrutables y complejos. Sí, desde luego que crece la participación abierta y transparente en las redes, pero la gente utiliza cada vez más  estas nuevas plataformas cerradas, con lo que nos deja fuera a los medios (por poner el ejemplo que me toca).

Y qué decir de herramientas como Snapchat, esa misteriosa red que arrasa entre los adolescentes estadounidenses. Además de ser comunicación muy privada, los mensajes se autodestruyen a los pocos segundos o minutos de ser enviados, con lo que no queda huella del intercambio. Eso sí que es moverse a través de vías alternativas.

Desde el punto de vista operativo, es un problema grave: si la gente no nos deja estar en sus espacios, difícilmente podremos interactuar. Desde el punto de vista de la propia tecnología, es un cambio importante en la concepción de las herramientas: si las redes sociales nos publifican y nos muestran a los demás, la mensajería privada nos oculta y solo nos muestra a los que nosotros queremos. 

Los medios y las empresas que trabajan sobre las redes sociales tienen que entender rápidamente el cambio de escenario. O hacemos que el usuario se sienta cómodo y seguro en las grandes plataformas abiertas, o empezaremos a perder sitio en su reparto de tiempo.

Y en este cambio de enfoque tiene mucho que decir la ética. Por ejemplo, en el periodismo es frecuente el robo de imágenes, datos y otro tipo de información procedente de los perfiles de la gente en las redes sociales. Si seguimos haciéndolo, la gente pasará a ser completamente invisible para nosotros.

  Whatsapp

 

 

 

 

 

 

 

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David Varona   14.nov.2013 16:18    

Anonimato en las redes sociales: deja de esconderte

Facebook anuncia que se acabó el estar "escondido" en su red. Elimina la opción de tener el perfil oculto, es decir, desindexado de su buscador de personas (y de otros). En adelante, perfil que se cree, perfil que será posible buscar. Además, las fotos de perfil y portada serán también visibles en todas las búsquedas.

¿Qué horror? No: ¡ya era hora! Yo soy un firme partidario de la transparencia en las redes sociales, de actuar a cara descubierta, con nuestro nombre real, y no ocultos tras la ventaja del avatar anónimo. Y en esa línea, Facebook ha hecho mucho por convertir las redes en lugares menos anónimos y más creíbles.

Entiendo las redes sociales como herramientas de apertura, de "publificación", siguiendo la terminología de Jeff Jarvis. Están pensadas para ser escaparates, para dejarnos ver en ellas y para ver a otros, encontrarlos, buscarlos, acaso descubrirlos. Me parece que eso es lo que ha hecho de las redes sociales el fenómeno que ahora son.

No comparto eso de estar oculto en Facebook y ser solo visible para aquellas personas a las que quiero privilegiar.  Y es por una cuestión básica de simetría: si a mí me gusta encontrar a otros, debo comprender que a otros les gustará buscarme y encontrarme.  En las redes, este estatus de igualdad es decisivo, y en mi opinión rige para cualquiera: para mí, para RTVE y para Madonna.

Las herramientas "friend of a friend" son la base del crecimiento de las redes sociales. Cuando Facebook permitió navegar a través de los listados de amigos de otros usuarios (aunque no los conociéramos) dio un salto adelante sideral. Y marcó el camino: las redes son abiertas y transparentes.

No se queda Facebook ahí: también ha decidido permitir que los usuarios menores de 18 años decidan quiénes ven y quiénes no ven su actividad. Hasta ahora, si tenías menos de 18 años, tus publicaciones solo eran visibles para tus amigos y amigos de  tus amigos.  Pero Facebook ha decidido levantar esta restricción y permitir que los adolescentes lancen posts públicamente si lo desean. También podrán activar la opción de "Seguir" para permitir que otros usuarios les hagan 'follow' sin necesidad de ser amigos.

¿Arriesgado? Bueno, en otras redes, como Twitter, los adolescentes no tenían ningún tipo de protección de este tipo y a nadie le parece raro. Facebook explica que, en su opinión, "los adolescentes están entre las personas más inteligentes a la hora de utilizar las redes sociales", y subraya que quieren ser escuchados a la hora de hablar de "participación cívica, activismo o sus ideas sobre una película".

Personalemente, creo que Facebook acierta: limitar la capacidad de expresión de los chavales es una idea discutible. Y si quieren que los chicos se queden en Facebook, tienen que darles las mismas posibilidades que les ofrecen herramientas como Twitter, YouTube, SnapChat o la última en la que anden metidos.

Además, cuanto antes tengan control sobre su identidad digital de una forma plena, mejor para ellos, que tienen que lidiar en un mundo cada vez más volcado en las plataformas digitales.

No hay que tener miedo a que los chicos usen las redes: saben defenderse y son muy capaces de proteger su intimidad y su privacidad.

¿Qué os parecen estos cambios?

 

 

 

 

 

David Varona   24.oct.2013 17:48    

Televisión social, un retorno a la tele

Hablar de televisión social a estas alturas es una algo bastante obvio, lo sé. Pero creo que es importante hacer algunas reflexiones sobre la forma en que está cambiando nuestra relación con la televisión y sus contenidos. Y, sobre todo, en cómo esos cambios en los hábitos de la sociedad están arrastrando -arrastrándonos- a las empresas.

Creo que en este caso la función hace al órgano, y las redes sociales han dado lugar a una forma totalmente nueva de consumir televisión y, por tanto, han propiciado la aparición de herramientas que facilitan y complementan ese consumo.

Durante un tiempo pareció que la televisión iba a encajar muy mal en el ecosistema de Internet. Frente al PC, la caja tonta era tontísima. Pero poco a poco, fabricantes y broadcasters han sabido darle la vuelta a la ecuación, se han apropiado de Internet y ahora nadie duda del enorme potencial de la televisión conectada: ¿quién mejor que nuestra vieja amiga la tele para terminar de cerrar la brecha digital y conectar a todo el planeta? Como muestra, ahí está el reciente éxito de 'House of cards' y Netflix.

La tele es fácil de manejar, es una tecnología con la que todo el mundo se siente a gusto y permite navegar por contenidos digitales con gran facilidad. Y, quien no se lo crea, debería conocer el Botón Rojo de RTVE, que permite acceso inmediato a la Televisión a la Carta, noticias, deportes y contenidos interactivos simplemente con el mando a distancia.

La excepcional acogida del público al Botón Rojo de  RTVE demuestar que hay muchas ganas de hacer del televisor algo más. Que la prometida intereactividad es una demanda real del público y de que la gente quiere tomar realmente el control de su televisión.

 

Pero el fenómeno va mucho más allá. Ver la tele y utilizar las redes sociales (en cualquier dispositivo) es ya una actividad habitual, común y multitudinaria. A nadie se le escapa que millones y millones de personas ven sus programas mientras los comentan en las redes sociales, o en aplicaciones de tipo 'second screen'.

El movimiento es tan fuerte que está haciendo que los grandes de las redes se muevan. Por ejemplo, Facebook ha anunciado un mayor grado de apertura de su API, pensando en capturar mejor la conversación instantánea. Vaya, lo mismo que hace Twitter, pero con post de Facebook. Lo interesante es que lanzan este cambio pensando en las televisiones, y hacen su 'roll-out' con las grandes teles americanas.

Está claro lo que piensa Facebook: "se nos escapa la conversación inmediata sobre televisión, que es lo que le gusta a la gente". Y reacciona construyendo nuevos feeds que las televisiones podrán utilizar en sus webs para mostrar la conversación que sus programas generan en Facebook.

La conversación, el ruido... Ese inasible concepto que rodea a los programas de televisión es, ahora mismo, objeto del deseo de todos los actores de este juego. Twitter ya anunció hace meses una alianza con Nielsen, el gran experto en medir audiencias de Internet, para poner en números comerciales ese "buzz". Su Nielsen Twitter TV Rating es una de las novedades más esperadas, tanto por el sector de la tele, como por el de Internet.
Ambas compañías quieren que se convierta en un estándar para medir el impacto social de un programa, y, de alguna forma, tratar de agregar ese impacto a la tradicional medición de audiencias televisivas.

La experiencia, siempre es la experiencia

Con todo, lo más importante -para mí- no es sumar unos miles de usuarios/espectadores de una forma más o menos científica. Lo importante es que las televisiones se han dado cuenta de que las redes sociales hacen que la gente vuelva a  ver televisión en directo. Y eso es el Santo Grial, porque en directo la publicidad vale más y (por ahora) se gana mucho más con un programa en vivo que con uno 'on demand'.

Si las redes sociales hacen que la gente quiera ver la tele en directo para compartirla con sus amigos no es casualidad. Es porque la experiencia de un contenido, muchas veces, es más importante que el propio contenido. Queremos vivir las cosas, sentirnos parte de ellas, "estar" en ellas. Y contarlo, claro.

Muchas veces, cuando doy clase y los chavales me preguntan cómo se puede fidelizar al usuario cuando todas las webs dan la misma información, suelo responder: "que vivan una experiencia".
Los americanos son maestro de esto: han convertido tomar un café en la "experiencia" de ir a un Starbucks... La gente tiene que sentir que consumiendo nuestros contenidos está viviendo algo único. Pero, claro, esto no es fácil y puede que nos haga perder el punto de vista de hacia dónde va el negocio: más allá de Facebook, Twitter y los tróspidos, la televisión tiene un futuro en Internet. (Al respecto, un interesante artículo del Guardian).

Sin perder el norte, hay que luchar por conquistar esa experiencia y hacerla más y más atractiva. Creo que las redes sociales tienen la clave y los medios tenemos que aprovecharnos de ellas: en RTVE anunciaremos muy pronto una herramienta decisiva a la hora de construir esa experiencia. No te la pierdas...

 

 

 

 

 

 

 

 

David Varona   23.sep.2013 17:59    

Adolescentes y redes sociales: la tensión entre lo nuevo y lo novísimo

Anda el colmenar de las redes sociales revuelto por un curioso debate entre adolescentes. Auspiciado por Mashable, este original duelo enfrenta a dos chicas, una de 13 y otra de 15 años. Las dos están a la greña por culpa de Facebook.

La primera es Ruby Karp: tiene 13 años, vive en Nueva York y asegura que ni ella ni sus amigos utilizan Facebook. (Es una protagonista de 'Sex in the city' en potencia...)

La segunda es Adora Svitak: tiene 15 años, vive en Redmond, Washington St., y dice que ella y todos sus amigos utilizan Facebook. (Es la cosa más empollona del mundo: ha publicado ya tres libros...)

Bueno, el enfrentamiento tiene su gracia veraniega, porque  afloran en él algunos de los problemas de fondo que aquejan a las redes sociales y, en general, a cualquier tecnología. Estos problema son, por ejemplo, la necesidad de sorprender constantemente al usuario, el snobismo sin piedad de los 'early adopter', el peligro de ser percibido como 'oficialista', la vulgarización que envuelve a un producto que está ya en manos de todos...

En sociedades tan dominadas por el márketing, la construcción de la propia imagen exige una continua renovación, una búsqueda constante de lo epatante. Lo novísimo siempre es mejor que lo nuevo y esa angustia por no quedarse atrás arrastra a las industrias a un 'tour de force' infinito. Es una tensión difícil de gestionar por las empresas, y asfixiante para los adictos a lo ultimísimo.

'No quiero a mi mamá en Facebook'

Nuestra chica de 13 años dice que antes, cuando no podía tener Facebook, deseaba tenerlo. Pero ahora que puede se da cuenta de que en Facebook están su mamá, sus familiares... Pero no están sus amigos, que prefieren el gatillo fácil de Instagram (btw, es propiedad de Facebook) o el anonimato y la opacidad de redes como SnapChat. (De esta querencia de los chavales por el lado oscuro ya hablaremos otro día...)

Dice la neoyorquina que no quiere salir en fotos en las que salgan sus amigas bebiendo alcohol, porque "si las ve mi madre estoy muerta". Por eso, prefiere moverse en entornos menos transparentes, a caballo de los teléfonos móviles, que ya no faltan en el bolsillo de ningún crío.

La otra chavala, con sus 15 años, asegura que lleva en Facebook desde que tenía 8. Esta precocidad la ha convertido en una experta y se permite el lujo de darle una lección a su 'rival'. Básicamente, le explica cómo configurar la privacidad de Facebook para que su madre no pueda ver esas fotos de fiestas que tanto le preocupan. Y, con bastante clarividencia, explica que no solo todos sus amigos tienen Facebook, sino que esta red se ha "colado sin ruido en incontables rincones de nuestra vida".

Ahí tengo que darle la razón a la empollona: la habilidad de Mark Zuckerberg para infiltrar cada resquicio de Internet y, con ella, de nuestra existencia, es pasmosa. Hace tiempo que digo que Facebook se ha convertido en una segunda internet y, al paso que vamos, podría ser que Internet fuera más pequeña que Facebook...

La chica de Washington remata el rapapolvo a la de NY diciendo algo así como "cariño, cumple un año más y luego me cuentas".

El puente es Tuenti

Y esa coda guasona tiene su motivación. En Estados Unidos no hay un fenómeno como el español Tuenti, que es una red social generalista para adolescentes donde NO están los padres. Ante esa ausencia en el mercado, en Estados Unidos y otros países los chavales optan por redes alternativas, especialistas, etc. Y recelan de Facebook, porque, claro, están los adultos, los padres, los profesores... ¿Cómo no van a estar si Facebook anda ya por los 1.100 millones de usuarios? Si en Estados Unidos lo utiliza más del ¡40 por ciento de la población total cada día!

En España, los niños que acceden a las redes lo hacen a través de Tuenti. Ahí se sienten más en su entorno, ajenos al mundo adulto, sin interferencias. Cuando llegan al entorno universitario y cambian de amigos, cambian también de redes y migran a Facebook y Twitter. Es la ruptura definitiva con la infancia y la adolescencia. Pero este fenómeno no existe en todas partes, y los chavales tienen que convivir desde el primer día con los adultos.

Facebook, que sabe que se le escapa el público más rebelde y joven, lleva tiempo dándole vueltas al tema. Ya hace bastante que se habla de un Facebook Kids, pero no acaban de dar el paso. Sin embargo, deberían decidirse.

Y, en esta idea, el debate entre las dos chicas, además de una serpiente de verano muy divertida, es una advertencia. Tener 1.1000 millones de usuarios es un buen seguro de vida, pero si los chavales esparcen la idea de que Facebook ya "no mola", los de Zuckerberg van a tener un problema serio y podrían acabar como MySpace.

Me parece que falta muchísimo para que ese escenario sea posible, pero podría llegar. O, al menos, podría darse en países muy desarrollados, como Estados Unidos, donde la saturación y la penetración son altísimas y la gente, acomodada y con poder adquisitivo, cambia constantemente de 'hype'.

En el resto del mundo, especialmente en los países en desarrollo, Facebook manda con mano de hierro y va a seguir creciendo. Por mucho que a los agoreros les encante predecir su fin cada tres o cuatro meses. En esos países es una herramienta fundamental para comunicarse, organizarse, activar el capital social y articular comunidades. Desde luego, los problemas de las dos chicas que motivan este post, son mucho más triviales.

Por cierto, para saber más sobre jóvenes y redes, es muy recomendable el nuevo libro de Dolors Reig, 'Jóvenes en la era de la hiperconectividad. Tendencias, claves y miradas'.

Abejanciendo
 Foto: abeja naciendo. Esta adolescente sí que sabe lo que tiene que hacer en su red social.

 

 

 

 

 

Categorías: Internet , Redes Sociales

David Varona   16.ago.2013 12:42    

Story bumping, relevancia y visibilidad: claves del futuro de las redes

Facebook no para. Lleva un verano en ebullición y no hace más que presentar novedades. Es como las abejas, que trabajan duro en estos meses para estar tranquilas en invierno y llegar fuertes a la primavera.

Al 'release' del Graph Search se suma ahora un nuevo ajuste en el 'news feed'. Ya hace unos meses  comenté lo poco que me gustaba el giro comercial que estaba dando Facebook a su viejo muro de noticias. Ahora, quizá motivados por las dudas que genera el cambio, han explicado más a fondo las novedades y cómo van a afectar a los usuarios. De entrada, me gusta.

En una conferencia de prensa celebrada el 6 de agosto, Facebook ha explicado que trabajan para mejorar la visibilidad de las historias que circulan por su red. Y dicen que han escuchado a los usuarios y propietarios de páginas de fans quejarse de que hace falta "hacer un trabajo mejor en la comunicación de estos cambios". Bien por una empresa que al menos dice que nos escucha.

Veamos si es la escucha se traduce en mejoras útiles: Facebook dice que ha mejorado el algoritmo que hace que los usuarios vean unas u otras historias en sus muros. Como se sabe, este algoritmo, el célebre 'edge rank', tenía en cuenta la cantidad y frecuencia de las interacciones entre las partes, de tal forma que si uno no interactúa frecuentemente con un contacto, deja de verlo en su muro, o lo ve muy de tarde en tarde. 

Ahora utilizarán el algoritmo FYI, siglas de 'for your information'. Para explicar mejor cómo va a funcionar en el futuro su algoritmo, en Facebook hablan un cambio que se denomina 'story bumping'. Básicamente, se trata de volver a 'subir' en el muro aquellas noticias, fotos, comentarios, etc, que se habían quedado sin ver en un momento dado y que la comunidad ha decidido que son interesantes con sus comentarios, 'likes' y 'shares'. Vamos, mejorar la visibilidad de los post.

En un estudio con 7.000 usuarios, los ingenieros de Facebook se dieron cuenta de que, de media, una persona solo ve un 57 por ciento de las cosas que están en su muro cuando entra. El resto, está tan abajo que nadie hace 'scroll', y eso supone que el usuario se pierda muchas cosas relevantes.

De hecho, el asunto no es baladí: calculan que, cada vez que entramos a Facebook, tenemos una oferta de 1.500 nuevas cosas que ver: fotos, mensajes, vídeos... El algoritmo decide qué vemos, en función de nuestras afinicidades e interacciones, pero, claro, deja fuera muchos temas interesantes. La idea es que ahora el cálculo incluya también eso interesante que no hemos visto antes, de forma que nos lo lance de nuevo si se vuelve popular.

De momento, este 'story bumping' ya ha logrado que el consumo de noticias del 'feed' pase del 57 al 70 por ciento, y que la interacción con las páginas suba un 8 por ciento. Para los administradores de páginas de fans, como RTVE, es una buena noticia: necesitamos que la gente nos vea más. De paso, acalla algunas quejas sobre la fala de visibilidad. Veremos si lo hace de forma definitiva o si tenemos que volver a quejarnos pronto.

Bumping
Foto: Así explica Facebook el cambio.

Además, otro cambios del algoritmo serán el 'Last actor', que dará prioridad a las 50 últimas personas con las que se ha interactuado, de forma que tengan más presencia en nuestro 'feed'.  Y, de cara a los próximos meses, lo que llaman 'Chronological by actor', que supone que se podrán ordenar los post de una persona por orden cronológico, y no por relevancia. Sí, claro, lo mismo que en Twitter: tiene sentido, por ejemplo, cuando quieres ver por orden lo que un amigo comenta de un partido de fútbol. Este cambio todavía no se ha publicado y está en pruebas.


La angustia de la relevancia y la visibilidad
Al final, lo que vemos tras este cambio es a Facebook haciendo lo mismo que hacemos todos los que trabajamos en Internet: luchar para gestionar la angustia de la relevancia y la visibilidad. Es decir, cómo hacernos relevantes y visibles en un entorno en el que sobra información y falta el tiempo del usuario de una forma dramática.

Este es uno de los asuntos que más me apasiona cuando escribo, estudio, investigo o trabajo en el marco de las redes sociales. ¿Cómo consigo la escasísima atención del público? ¿Qué estrategias debo diseñar para atrapar el ojo huidizo de ese usuario que solo tiene unos segundos libres?

Facebook, al igual que Twitter o YouTube, lidia con este mismo problema, pero desde el otro lado. Su problema es "¿cómo ordeno la masa de contenido que tengo para ofrecer relevancia, para que el usuario siempre tenga algo fresco y relevante a la vista?".

De nuevo es un problema serio: para mí, una red como Twitter puede morir asfixiada si no lograr resolverlo. Yo quiero entrar a Twitter y encontrar orden, luz, una organización basada en la relevancia. Y no el mar de mensajes imposible de filtrar que encuentro ahora. Me consta que trabajan en mejorar esa experiencia, pero ya  tardan.

YouTube hace tiempo que lo hace, aunque todavía no es perfecto. Y ahora le toca a Facebook (otra vez).

PD. 1 - Por cierto, que no solo se mueve Facebook. Flickr (Yahoo!) anuncia que pone a sus mandos a Bernardo Hernández, español de Google que ha dirigido Zagat. Seguro que Flickr dará alegrías en los próximos meses de la mano de Bernardo.

PD. 2 - Y como sé que la mayoría está en la playa, me despido con la foto del sitio en el que deberéis buscarme cuando me canse de todo. Un colmenar en Hawai:

Tahiti

 

 

 

 

 

la angustia del reloj de arena

Categorías: Internet , Redes Sociales

David Varona    7.ago.2013 12:39    

Facebook lanza el Graph Search para páginas: ¡por fin!

Una buena noticia antes de irnos de vacaciones: Facebook le quita la 'beta' a su buscador social y lo presenta con la función muy esperada, la búsqueda 'Graph Search' para páginas oficiales.

¿Qué quiere decir esto? Que por fin los administradores de páginas oficiales o 'fan pages' podrán hacer búsquedas sobre su base de seguidores sin recurrir a herramientas de pago. Y con la garantía de que llegan a la totalidad de la comunidad.

Como ejemplo, este botón: si le preguntamos al buscador cuáles son los fans de RTVE en Facebook que, además, son fans de nuestra página Fútbol en RTVE, nos devuelve este resultado:

SearchGraph

Y, como veis en la imagen, la búsqueda se puede refinar, acotar y definir bastante.

La herramienta de búsqueda social se había presentado hace ya unos meses, pero solo funcionaba en el grafo de usuarios. Al extenderla al grafo de páginas, se abre un interesante campo de trabajo para los administradores, los community managers y, en general, todos aquellos que estén interesados en conocer el valor de una comunidad.

Porque esta herramienta va mucho más allá de lo estadístico (por cierto, se estrenan también nuevas 'stats' para páginas). Lo que se ofrece es la posibilidad de analizar los datos 'psicográficos' de la comunidad, eso que también se conoce por 'business intelligence'.

Para una empresa como RTVE, por ejemplo, es muy importante conocer esta 'psicografía' de sus seguidores. Saber qué les gusta, qué intereses tienen... Saber, por ejemplo, cuántos seguidores de RTVE son, además, seguidores de Radio 3 o de Telecinco.

Esta información permite mejorar notablemente la estrategia de comunicación en Facebook, apostar por temas que lleguen a más gente o, desde otro punto de vista, "atacar" a los puntos flacos de la comundidad para reforzarlos.

Para aquellas marcas que tengan estrategias publicitarias, conocer esta información es fundamental, porque permite estrategias cruzadas, alianzas... Y tiene tanto potencial que no me sorprendería que pronto aparecezcan versiones de pago. Desde luego, un buscador de este tipo es una herramienta golosa, y Google debería tomar nota.

De hecho, ya hay casos de uso relevante de estos datos. Hace solo unos días nos sorprendía la noticia de que Iberia va a utilizar Facebook y Twitter para sentar a los viajeros en los aviones en función de su afinidad. Es fácil: comprueban si el viajero es seguidor de Iberia y cotejan qué otras cosas le gustan. Después, agrupan a la gente por afinidad. Siempre es mejor que el viajero que va a tu lado durante siete horas tenga algo en común contigo, ¿verdad?

En realidad, los apicultores también hacemos algo muy parecido a lo que propone Facebook: vemos qué características tiene una colmena, qué cualidades  tiene su reina, lo laboriosas, limpias o agresivas que son. Y a partir de ese 'psicográfico' formamos nuevas comunidades o colonias.

¡Buen verano!

David Varona    9.jul.2013 09:48    

David Varona

Bio El enjambre

Soy David Varona, redactor jefe de Proyectos en RTVE.es, donde también trabajo sobre las redes sociales, una faceta de Internet que me fascina. Pero lo que de verdad me emociona es la apicultura...
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