Un álbum fotográfico familiar
martes 27.mar.2012 por Pepe Cervera 1 Comentarios
Los fósiles de los antepasados de la Humanidad son unos tesoros muy particulares. Encontrar uno es extraordinario, un accidente de bajísima probabilidad producto de la historia y del talento. Si pensamos en las dificultades que debe superar un resto desde la muerte de su propietario hasta acabar en manos del paleoantropólogo lo milagroso es que tengamos tantos: testimonio vivo del ingenio y la dedicación de los cazadores de fósiles. Incluso en los lugares bendecidos por la suerte con condiciones óptimas de conservación el hallazgo y la extracción de estos restos es una tarea titánica; véase el caso de la Sima de los Huesos de Atapuerca. Hay otros tesoros tan poco comunes como los fósiles humanos; cosas como diamantes excepcionales, cuadros de Pieter Brueghel o Leonardo Da Vinci o manuscritos de autores griegos. Los fósiles humanos, a diferencia de estas otras rarezas, no tienen precio, porque su valor es incalculable. Y porque no hay un mercado en el que pudieran venderse: muy raro tendría que ser el billonario capaz de pagar una fortuna por contemplar arrobado un cráneo robado de australopitecino en la privacidad de su estudio. Así, pocas personas tienen el privilegio de tener en sus propias manos uno de estos restos; de vivir la experiencia táctil de rozar a un antepasado. Lo más cerca que la mayoría de nosotros estaremos de estos restos es la nueva iniciativa del Instituto de la Cuenca del Turkana y los Museos Nacionales de Kenya, que están digitalizando sus colecciones y poniéndolas a disposición de todos en su laboratorio virtual AfricanFossils.org. Y son una belleza.
Se trata de reproducciones fotográficas tridimensionales que pueden recorrerse a través del navegador por medio de un interfaz sencillo, aunque exige acostumbrarse a sus peculiaridades. Usando los controles podemos recorrer imágenes de muy alta resolución de fósiles clásicos como OH-5, apodado ‘Dear Boy’, holotipo del Zinjantropus boisei, el ‘Hombre Cascanueces’. O KNM-ER 1470, hoy considerado como Homo rudolfiensis. Pero también otros fósiles mucho menos conocidos como el cráneo KNM-WT 11693, clasificado como Homo helmei y que corresponde a una forma antigua de Homo sapiens con sus más de 300.00 años estimados de antigüedad. En conjunto, toda una soberbia colección de fósiles virtuales procedentes de los variados y ricos yacimientos keniatas, puestos a disposición de cualquiera que pueda tener interés en examinarlos en imágenes de gran resolución. Una oportunidad excelente de familiarizarse con estos recuerdos, al fin y al cabo pertenecientes a algunos de nuestros ancestros más antiguos. Un álbum de fotos familiares de todos.
Georges dijo
Saludos Sr.Cervera:
Es una propuesta interesante, poder examinar virtualmente fósiles tan interesantes como los mencionados australopitecinos (gráciles o robustos)Australopithecus y Paranthropus; no obstante, siempre me pareció desde niño un divertimento de interés el poder visitar un museo en tiempo real, con la posibilidad de tomar notas y bocetos de esas huellas (moldes)de los especímenes, pues como usted comentaba es un suceso extraordinario que hallazgos tan frágiles se conserven durante el largo periodo de tiempo suficiente para que quede su detallado molde petrificado.
La búsqueda y posterior examen,catalogar y preservar pequeños especímenes fósiles durante la infancia, es una experiencia a recordar durante toda la vida.
Agradecido como siempre por su amable atención Sr.Cervera
Georges M.